Los agentes de la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se fueron de Seattle después que los funcionarios locales se quejaran de su presencia, dijo el alcalde de la ciudad el 28 de julio.
Los funcionarios se quejaron de que la presencia federal habría intensificado las tensiones en la ciudad después de la llegada de la unidad táctica a Seattle la semana pasada para proteger una propiedad federal.
La unidad estaba en espera después que los alborotadores atacaran el tribunal federal de Portland, Oregon.
La alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, demócrata, anunció la retirada federal en Twitter, escribiendo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) le notificó sobre el traslado. Ella añadió que las decisiones policiales de la ciudad deberían dejarse en manos del jefe de policía, no del presidente Donald Trump.
Durkan había protestado por el despliegue, diciendo que ocurrió sin el consentimiento de los funcionarios locales y que podría incitar a más violencia. Los disturbios del fin de semana en Seattle dejaron 59 agentes heridos y 47 arrestos.
Las autoridades federales no requieren permiso local para proteger las propiedades del gobierno financiadas por los contribuyentes.
Durkan había denunciado previamente la violencia en las protestas tras la muerte de George Floyd en custodia policial, argumentando que las imágenes son material para los anuncios de reelección de Trump.
El fiscal general, William Barr, el martes hizo una aguda distinción entre las protestas pacíficas, los alborotadores violentos y los agitadores organizados.
Después de que una ola inicial de disturbios amainara el mes pasado, los alborotadores de Portland mantuvieron un ritmo nocturno de incendios, vandalismo, saqueos y asaltos. La respuesta federal a la violencia ha desencadenado solidarias protestas en ciudades como Seattle.
Un hombre que llevó un AK-47 a una protesta en Austin, Texas, fue asesinado a tiros después de que supuestamente apuntara el rifle a un automovilista. Dos personas resultaron heridas en Aurora, Colorado, después de que un alborotador disparara contra un vehículo y golpeara a los manifestantes en su lugar.
Un hombre fue arrestado el martes en relación con el tiroteo de Colorado. Dos grupos de protesta demandaron al DHS el lunes por desplegar agentes para proteger la corte de Portland, diciendo que era inconstitucional que las fuerzas federales asumieran papeles reservados a la policía estatal y local.
Las autoridades federales arrestaron a 22 alborotadores en Portland durante el fin de semana, incluyendo 16 que fueron acusados de agredir a oficiales federales. Tres de los agentes desplegados en la ciudad resultaron heridos con láseres de alta potencia y es posible que nunca recuperen la vista.
Los agentes federales enviados a Portland usaron gas lacrimógeno, balas de pimienta y granadas de aturdimiento contra manifestantes en las afueras de un tribunal federal. Los manifestantes habían lanzado explosivos, piedras y bombas incendiarias a los agentes, prendieron fuego alrededor del tribunal y derribaron una barricada.
«Para indicar lo que debería ser obvio, los manifestantes pacíficos no lanzan explosivos a los tribunales federales, no derriban madera contrachapada con palancas ni lanzan materia fecal a los agentes federales. Tales actos son, de hecho, delitos federales en virtud de las leyes promulgadas por este Congreso», dijo Barr a los legisladores.
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