David DePape, el hombre condenado por agredir al marido de la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-California), fue recondenado a 30 años de prisión.
El 28 de mayo, la juez Jacqueline Corley, del distrito norte de California, condenó a DePape a 30 años de prisión, la misma pena que le impuso el 17 de mayo. Sin embargo, como no le permitió hablar durante el procedimiento judicial anterior, la juez reabrió su sentencia, lo que dio lugar a la nueva sentencia del martes.
«Es completamente culpa mía», dijo la juez Corley en el tribunal, según ABC7. «Siento de verdad mi error».
Después de disculparse con el Sr. DePape, la juez dijo que «consideraría cuidadosamente» lo que tenía que decir antes de dictar sentencia.
El Sr. DePape, que golpeó al marido de la Sra. Pelosi, Paul Pelosi, en la cabeza con un martillo después de irrumpir en su casa de California en octubre de 2022, se disculpó por sus acciones.
«Siento lo que hice», dijo el Sr. DePape. «Especialmente lo que le hice a Paul Pelosi. Debería haber abandonado la casa cuando me di cuenta de que Nancy Pelosi no estaba en casa. Me siento fatal por lo que le hice a Paul».
La juez impuso al Sr. DePape, un canadiense que se trasladó a Estados Unidos hace más de 20 años, la misma condena que en la audiencia anterior.
Dijo que había tenido en cuenta su falta de antecedentes penales, pero que la gravedad de sus delitos justificaba un castigo severo que debía enviar un mensaje.
Aumento de la pena por terrorismo
En noviembre de 2023, un jurado federal declaró al Sr. DePape culpable de intentar secuestrar a la Sra. Pelosi y de agredir a su marido, ambos con motivo de sus funciones oficiales como miembro del Congreso y como presidente de la Cámara.
Durante el testimonio, el Sr. DePape confesó haber irrumpido en la residencia de Pelosi en las primeras horas del 28 de octubre de 2022, antes de atacar al Sr. Pelosi con un martillo.
Dijo que su plan era tomar a la presidenta como rehén y «romperle las rótulas» si le mentía. El Sr. DePape explicó a los agentes de policía tras su detención que si esto ocurría y ella aparecía en el Congreso en silla de ruedas, serviría de advertencia a otros miembros sobre las consecuencias de sus actos. Describió a la Sra. Pelosi como la «líder de la manada de [improperios] mentirosos».
DePape también declaró que planeaba atentar contra otras personas después de Pelosi, como Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, el multimillonario George Soros, el actor Tom Hanks y el gobernador de California Gavin Newsom.
Los fiscales argumentaron que los delitos de DePape, cometidos una semana antes de las elecciones legislativas de 2022, estaban calculados para influir en la gestión del gobierno.
Aunque el Sr. DePape no fue condenado por terrorismo, sus delitos equivalen al «delito federal de terrorismo», que se define como un crimen que «se calcula para influir o afectar a la conducta del gobierno mediante la intimidación o la coacción, o para tomar represalias contra la conducta del gobierno», según un memorando de sentencia, presentado en el Tribunal de Distrito de EE.UU. en San Francisco el 10 de mayo.
Los fiscales argumentaron en el memorando de sentencia que el Sr. DePape no ha mostrado ningún remordimiento y no merece ninguna indulgencia por los dos delitos por los que fue condenado el año pasado: intento de secuestro y agresión en el ejercicio de las funciones oficiales de un funcionario federal.
Los cargos conllevan una pena máxima de 20 y 30 años de prisión, respectivamente. Los fiscales argumentaron que debía aplicarse un incremento por terrorismo a la condena del Sr. DePape porque sus delitos estaban calculados para intimidar o tomar represalias contra un funcionario del gobierno y debían considerarse un «crimen federal de terrorismo».
El aumento de la pena por terrorismo que solicitaban los fiscales significa que, además de pedir la pena máxima de 20 y 30 años por cada cargo, 10 años de la condena deben cumplirse consecutivamente y el resto concurrentemente, para un total de 40 años entre rejas.
Enviar un mensaje
Al dictar sentencia contra DePape el 17 de mayo, la juez Corley optó por cierta indulgencia. Le condenó a 20 años por un cargo y a 30 años por el otro, pero ordenó que ambas penas fueran concurrentes, lo que significa que deberá cumplir 30 años de prisión. Al Sr. DePape también se le descontaron los 18 meses que ya había estado en prisión preventiva.
Sin embargo, durante la vista de sentencia del 17 de mayo, el tribunal no dio al Sr. DePape la oportunidad de hablar o presentar información que pudiera reducir potencialmente su condena, lo cual es un requisito según la ley federal.
Los abogados del Sr. DePape se opusieron a la sentencia, lo que condujo a la decisión de la juez de reabrirla. La juez Corley reconoció que era responsabilidad del tribunal preguntar al Sr. DePape si deseaba hablar, y el no haberlo hecho constituyó un «claro error».
Sus abogados presentaron más tarde una moción oponiéndose a la decisión de la juez de reabrir la audiencia de sentencia del Sr. DePape y pidieron que el caso fuera reasignado a un juez diferente. La moción no fue aceptada.
El 28 de mayo, la juez declaró ante el tribunal que la pena de 30 años estaba justificada para enviar un mensaje sobre la gravedad de los delitos cometidos por DePape.
«El mensaje tiene que ser que es absolutamente inaceptable para nuestra democracia», dijo.
Con información de The Associated Press.
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