Los proveedores agrícolas de Estados Unidos están alertando sobre el aumento del coste de los fertilizantes, que amenaza con reducir el rendimiento de las cosechas y agravar las tensiones en el suministro mundial de alimentos.
«Nos ha puesto en un aprieto», afirma John Ortiz, director de ventas de BigYield.us en Garden City, Misuri, una organización centrada en la creación de estrategias que aumentan el tamaño y la calidad de los cultivos en granja mediante el uso de fertilizantes a base de nitrógeno líquido.
«Siempre vas a necesitar semillas. Siempre vas a necesitar fertilizantes» para cultivar a gran escala, dijo Ortiz a The Epoch Times. «La gente necesita comer».
Los fertilizantes han escaseado en los últimos meses debido al alto costo del gas natural, principal ingrediente utilizado en su producción.
Los precios casi se han triplicado solo en el último año, dijo Ortiz.
En 2020 costaba unos 48 dólares tratar un acre de tierra vegetal con fertilizante. En 2021 cuesta alrededor de 120 dólares por acre, un aumento de 72 dólares, dijo Ortiz.
Como resultado, los agricultores están teniendo que considerar la reducción de la aplicación de fertilizantes y la búsqueda de métodos alternativos para estimular la tierra.
Preparándose para una peor escasez
«Nos estamos preparando», dijo Ortiz, pero si el fertilizante «no está, no está. Si se acaba, se acaba. ¿Cómo se consigue más?».
La logística del envío, junto con el aumento del coste del transporte, también se ha convertido en un tema de preocupación, dijo.
«Es el efecto de goteo», dijo Ortiz, y añadió que los agricultores están «muy nerviosos».
«Es una de esas situaciones en las que nunca habíamos estado».
Ortiz dijo que no es solo el aumento del precio de los fertilizantes lo que tiene preocupados a los agricultores, sino también el aumento del coste de los insecticidas y herbicidas.
«En lugar de fumigar el suelo», en muchos casos, «están volviendo a trabajar el suelo», utilizando métodos de cultivo tradicionales, o alternativos. «Muchos están dejando de cultivar maíz (no transgénico) para cultivar soja», dijo Ortiz.
Pasar de los fertilizantes secos a los líquidos ayuda a aumentar la eficiencia y el rendimiento de los cultivos, dijo.
Como cuarto productor mundial de fertilizantes a base de nitrógeno, Estados Unidos recibe de Rusia el 20% de su urea y el 40% del nitrato de amonio. China también es un gran proveedor de estos productos como segundo productor y exportador mundial.
Ambos países anunciaron recientemente que limitarán las exportaciones de fertilizantes de nitrógeno, con la esperanza de contener cualquier aumento adicional de los precios de los alimentos.
Los agricultores estadounidenses ya están sintiendo la presión.
«Eso es lo que pasa cuando dependemos del exterior para nuestros productos, es una locura», dijo Ortiz.
CF Industries, uno de los principales fabricantes y distribuidores estadounidenses de fertilizantes agrícolas, tuvo que cerrar recientemente sus operaciones en Reino Unido debido a los elevados costes del gas natural y a una pérdida neta trimestral de 185 millones de dólares en ingresos.
El huracán Ida también obligó a la empresa a suspender la producción en sus plantas de amoníaco de Luisiana.
CF Industries no respondió a la solicitud de comentarios.
John Kempf, fundador de Advancing Eco Agriculture, una empresa de nutrientes para plantas y bioestimulantes con sede en Middlefield, Ohio, dijo que en algunos casos el suministro de fertilizantes es «casi inexistente».
El «mayor problema , dijo, es que la mayoría de los pesticidas y herbicidas utilizados en la agricultura de Estados Unidos se fabrican en el extranjero.
También ellos están sujetos a interrupciones y alteraciones en la cadena de suministro logístico, dijo.
Volver a lo básico
Como productor y proveedor de productos de nutrición biológica y mineral, Kempf dijo que la empresa trata de ayudar a los agricultores a reducir su dependencia de los fertilizantes y pesticidas modernos, mejorar la eficiencia y reducir los costes.
«Creemos que los agricultores han estado utilizando en exceso estos productos durante bastante tiempo», causando daños ecológicos, dijo Kempf a The Epoch Times.
A largo plazo, Kempf dijo que abandonar el uso intensivo de fertilizantes y pesticidas sintéticos en la agricultura «nos obligará a ser mejores agricultores».
«Sabemos que el 60 por ciento del nitrógeno que se utiliza en los cultivos de maíz no se absorbe y se va al río o queda atrapado en el suelo», dijo.
Kempf dijo que «solo hay un modelo» que puede aliviar la escasez actual, que es depender menos de los fertilizantes sintéticos artificiales y más de los «modelos regenerativos» para reparar el daño ecológico causado por el uso excesivo de productos químicos.
«Hoy tenemos todas las (herramientas) que necesitamos para aplicar esos modelos», dijo Kempf.
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