Casi dos semanas después de que un tren descarrilara, filtrando químicos tóxicos al medio ambiente, el gobernador de Ohio, Mike Dewine, dijo el miércoles que el agua en el sistema municipal de East Palestine es segura para beber.
DeWine indicó que los nuevos resultados de las pruebas de agua no mostraron «ninguna detección de contaminantes en el sistema de agua municipal de East Palestine». Como resultado, la Agencia de Protección Ambiental de Ohio “confía en que el agua municipal es segura para beber”, posteó DeWine en Twitter.
Además, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos informó el domingo que el monitoreo del aire en todo East Palestine “no ha detectado ningún nivel de preocupación en la comunidad que pueda atribuirse al incidente en este momento”.
El senador J.D. Vance (R-Ohio) había formulado preguntas sobre la seguridad del agua y el aire, no municipales, tan solo dos días antes. El 14 de febrero dijo que estaba «horrorizado» por el descarrilamiento del tren y que muchas preguntas siguen sin respuesta.
También se recibieron informes de que los animales se están enfermando o muriendo cerca del lugar del descarrilamiento.
“¿El aire y el agua son seguros para los residentes?” preguntó Vance. “He escuchado anécdotas alarmantes sobre vías fluviales contaminadas y efectos sobre la vida silvestre. Animo a cualquier persona con informes creíbles de daños ambientales a que se comunique con mi oficina”.
“Estoy dedicado a garantizar que las autoridades pertinentes no utilicen las pruebas realizadas como una hoja de permiso para empacar e irse a casa”, agregó Vance. “Este es un desastre ambiental complejo con impactos que pueden ser difíciles de evaluar en el corto plazo. El estudio a largo plazo será imperativo”.
Descarrilamiento
Alrededor de las 8:54 p.m. el 3 de febrero, un tren de carga de Norfolk Southern Railway descarriló en la vía principal 1 en East Palestine, Ohio, durante su viaje desde Madison, Illinois, hasta Conway, Pensilvania.
Un total de 38 vagones descarrilaron, incluidos 11 que transportaban materiales peligrosos como cloruro de vinilo y otros materiales dañinos. El Instituto Nacional del Cáncer señala que el cloruro de vinilo se ha relacionado con el cáncer de cerebro, pulmón, sangre, sistema linfático y, en particular, el hígado. También se encontraban a bordo otros productos químicos potencialmente peligrosos.
Para evitar una posible explosión, Norfolk Southern, la compañía cuyo tren descarriló, llevó a cabo una “liberación controlada” de los químicos el 6 de febrero, lo que implicó quemar los químicos y liberar vapores al aire.
Antes de la quema controlada, DeWine y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, ordenaron la evacuación de una zona de una milla por dos millas que rodeaba a East Palestine en ambos estados. A los residentes evacuados se les dijo que comenzaran a regresar a sus hogares el 8 de febrero.
Los investigadores dijeron que el descarrilamiento fue causado por un eje roto.
El senador Sherrod Brown (D-Ohio) pidió a la EPA de Estados Unidos y a la EPA de Ohio que realicen «pruebas de seguridad completas».
“Cientos de familias de East Palestine se vieron obligadas a enfrentar el horror de huir de sus hogares debido a los materiales peligrosos en su comunidad”, escribió Brown en Twitter.
“@OhioEPA le dice a mi oficina que 431 hogares de East Palestine solicitaron pruebas de calidad del aire y 47 pruebas están completas y no se han reportado problemas”, escribió Brown en un tuit separado. “Ellos planearon aumentar la cantidad de equipos de prueba hoy de 4 a 8. Eso es prometedor, pero se necesitarán muchas más pruebas”.
Los inspectores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) identificaron e investigaron el vagón que desencadenó el descarrilamiento, dijo la NTSB en una actualización el 14 de febrero. Las imágenes de una cámara de vigilancia indican que el cojinete de la rueda de un vagón en particular estaba probablemente en su fase final de sobrecalentamiento antes del descarrilamiento.
Ingenieros del Laboratorio de Materiales de la NTSB en Washington, D.C., examinarán el presunto cojinete de rueda sobrecalentado.
Preocupaciones locales
Mientras tanto, los residentes de East Palestine han expresado su preocupación por los impactos a largo plazo en la salud de la quema de sustancias químicas peligrosas, y algunos también han expresado escepticismo sobre lo que les han dicho los funcionarios.
Marilyn Figley, que cría pollos y produce su propia comida en su propiedad, declaró anteriormente a The Epoch Times que ya no está segura de si sus huevos son seguros para comer.
“El ferrocarril dijo que desodorizaría y desinfectaría el interior de nuestra casa, pero contratamos a una empresa independiente para que hiciera algo más integral”, indicó Figley. “Nos hemos esforzado mucho por ser autosuficientes desde que nos mudamos aquí hace ocho años, y hemos hecho un buen trabajo. Pero ahora, el futuro es incierto.
“Tenemos agua que se recoge [en un recipiente] del granero, que ahora probablemente esté contaminada. Las gallinas parecen estar bien, pero no sé si los huevos son seguros. Llamé al departamento de salud. Ellos no saben nada. La EPA no me ha dicho nada. Necesitamos tener un lugar al que podamos ir para que analicen nuestra comida”.
Dan Shofstahl, quien dirige un negocio de soldadura frente al sitio del descarrilamiento con su hermano Jonathan, dijo antes a The Epoch Times que los lugareños y las personas de las comunidades cercanas son “escépticos de lo que escuchan” de las agencias sobre las consecuencias del descarrilamiento y el derrame químico.
“Hay mucha desconfianza de lo que nos dice el ferrocarril, la EPA y todas las organizaciones”, declaró Shofstahl. “Hay una tendencia a sospechar de la información que publica una empresa después de una emergencia como esta, y lo entiendo. Pero para mí, mi sensación es que esto está recibiendo tanta exposición que no hay un solo abogado en Norfolk Southern que diga: ‘Sí, podemos encubrir esto'».
Respuesta de la EPA
La administradora regional de la EPA, Debra Shore, dijo en una declaración el 14 de febrero que la «prioridad número uno» de la agencia es la salud y la seguridad de las comunidades en toda la región.
“Desde que se apagó el incendio el 8 de febrero, el monitoreo del aire de la EPA no ha detectado ningún nivel de preocupación para la salud en la comunidad que se atribuya al descarrilamiento del tren”, indicó Shore. “Los datos de monitoreo del aire se proporcionaron a las agencias de salud estatales el 8 de febrero para su revisión antes de la decisión del estado de levantar la evacuación”.
Según Shore, la EPA ha estado «dirigiendo pruebas sólidas de la calidad del aire» y ha ayudado con la evaluación de 396 hogares bajo un programa voluntario de detección ofrecido a los residentes, «y no se identificaron detecciones de cloruro de vinilo o cloruro de hidrógeno».
La administradora agregó que la EPA de Estados Unidos y la EPA de Ohio están colaborando para evaluar los efectos del derrame en las aguas superficiales y subterráneas. Al mismo tiempo, las agencias estatales y locales están realizando pruebas en el río Ohio para garantizar que las fuentes de agua potable no se vean comprometidas.
La EPA está brindando más asistencia al estado para examinar los puntos de entrada de tratamiento de agua a lo largo del río Ohio, dijo Shore.
Con la contribución de Jeff Louderback y Frank Fang
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