Al menos 32 personas murieron, incluido un soldado somalí y civiles, y 63 resultaron heridas en el atentado perpetrado la noche del viernes en un hotel de una popular playa de la capital de Somalia, Mogadiscio, por el grupo yihadista Al Shabab, confirmó este sábado la Policía.
«En total, hay más de 32 muertos y 63 heridos, con heridas leves o potencialmente mortales, de acuerdo a fuentes médicas», dijo en una rueda de prensa en Mogadiscio el portavoz de la Policía somalí, Abdifatah Hassan Ali.
Según el relato de Ali, hacia las 22.00 hora local (19.00 GMT), un terrorista se hizo detonar entre un grupo de jóvenes reunidos en la terraza del hotel Beach View, en la playa de Lido, a donde muchos vecinos de Mogadiscio suelen acudir los viernes, un día no laborable según el calendario musulmán.
«Tras el ataque, hombres armados atacaron también el hotel Beach View (que suelen frecuentar funcionarios gubernamentales) pero las fuerzas de seguridad lograron rescatar rápidamente a la gente de sus malas intenciones», añadió el portavoz.
El agente explicó que la Policía mató a tres terroristas implicados en el ataque -a parte del que se inmoló en el establecimiento- en el tiroteo posterior que se desarrolló durante horas ya pasada la media noche entre los atacantes y efectivos policiales y de las fuerzas especiales del Ejército.
Asimismo, la Policía detuvo a otro terrorista e impidió que hiciera explotar un vehículo lleno de explosivos, lo que, previsiblemente, hubiera causado una cifra aún mayor de muertos.
Esto supone un cambio respecto a las primeras informaciones confirmadas por la Policía, que había asegurado la madrugada del sábado que los yihadistas implicados eran siete: uno suicida, cinco abatidos en el tiroteo y uno que pretendía hacer explotar el coche.
Los hospitales de Mogadiscio y la Agencia Somalí de Gestión de Desastres (Sodma) han multiplicado sus llamamientos para recibir donaciones de sangre para atender a los heridos.
Imágenes difundidas por medios somalís en redes sociales mostraron ambulancias dirigiéndose al lugar del ataque, así como decenas de personas tendidas en la playa, entre las cuales algunas se movían y otras permanecían inmóviles.
El ataque se produjo tras unos meses de relativa calma en los que se habían reforzado las medidas de seguridad en la capital somalí y la urbe no había sufrido los habituales atentados de Al Shabab, que reivindicó en uno de sus portales web la autoría y aseguró que había matado a varios funcionarios del Gobierno, algo que EFE no pudo verificar.
Somalia ha intensificado las operaciones militares contra los terroristas desde que el presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud, anunció en agosto de 2022 una «guerra total» contra el grupo.
Desde entonces, el Ejército, apoyado por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), ha desarrollado ofensivas, a veces con la colaboración militar de Estados Unidos y Turquía en bombardeos aéreos.
Al Shabab, afiliado desde 2012 a la red de Al Qaeda, perpetra frecuentes atentados en Mogadiscio y en otros puntos del país para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo controla zonas rurales del centro y el sur de Somalia y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
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