Hasta una docena de oficiales encubiertos del Departamento de Policía Metropolitana, que no se habían revelado hasta ahora, se infiltraron entre la multitud el 6 de enero —incluido uno que admitió haberse unido a los manifestantes que cantaban «que detengan el robo»— según un escrito presentado el 10 de abril en el juicio por conspiración sediciosa contra los Proud Boys.
En una petición de nulidad del juicio presentada por el abogado defensor Roger Roots se afirma que los nuevos oficiales encubiertos elevan al menos a 50 el número de policías, agentes e informadores infiltrados en la multitud del 6 de enero.
Roots había presentado una moción el 5 de abril en la que estimaba que el número era de 40.
Roots, que representa al acusado Dominic Pezzola, de los Proud Boys, pidió al juez de distrito Timothy Kelly que declarara la nulidad del juicio basándose en los «numerosos, repetidos y aún no resueltos» casos en los que los fiscales federales ocultaron pruebas exculpatorias.
En una reunión celebrada el 7 de abril con los fiscales, «la defensa se enteró de que había al menos entre 10 y 12 agentes de policía de civil adicionales, desconocidos hasta ese momento, entre los Proud Boys el 6 de enero», escribió Roots.
«Esto eleva el número total de informantes entre los acusados el 6 de enero o alrededor de esa fecha a 50 o más», dijo. «Y hay razones para sospechar que el verdadero número es mayor».
En su presentación ante el tribunal el 5 de abril, Roots dijo que había 19 informantes confidenciales de una agencia llamada HSI (Investigaciones de Seguridad Nacional) en las multitudes el 6 de enero. A ellos se sumaban ocho informadores del FBI dentro del grupo.
Cinco miembros de los Proud Boys —Pezzola, Zachary Rehl, Enrique Tarrio, Joe Biggs y Ethan Nordean— están siendo juzgados desde diciembre.
Están acusados de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir procedimientos oficiales, obstrucción de procedimientos oficiales, conspiración para impedir que determinados funcionarios federales desempeñen sus funciones y otros cargos del 6 de enero.
Los fiscales sostienen que conspiraron para atacar el Capitolio e interrumpir el recuento de los votos del Colegio Electoral por parte del Congreso.
Tarrio, Rehl, Nordean y Biggs se enfrentan a nueve cargos penales relacionados con el asalto al Capitolio, y Pezzola está acusado de 10.
Un agente se une a los cánticos de protesta
Roots dijo que los 10-12 oficiales encubiertos de la policía de Memphis que acaban de ser revelados pertenecían a la División de Estupefacientes e Investigaciones Especiales. Se sumaban a los agentes encubiertos de la Unidad de Vigilancia Electrónica (ESU) de la policía de Memphis de los que se había informado anteriormente.
Los fiscales presentaron a tres de los oficiales encubiertos del MPD para que los entrevistaran los abogados de la defensa, dijo Roots.
El 7 de abril, el investigador Nicholas Tomasula dijo a los abogados defensores que su función el 6 de enero era grabar a la multitud con su cámara corporal. No sabía si los otros oficiales encubiertos de la división de narcóticos también estaban grabando video, según la moción.
Roots dijo que la defensa no ha recibido el video de Tomasula.
«Y admitió que él mismo había sido escuchado en video coreando: «¿La casa de quién? ¡Nuestra casa!» y «¡Detengan el robo!», dijo Roots.
«Todavía no sabemos hasta qué punto las manifestaciones de la multitud en defensa de la Primera Enmienda se transformaron en violencia por parte de oficiales de la ley encubiertos», dijo Roots.
«Los videos de la cámara corporal de Tomasula pueden ser la punta de un iceberg mucho mayor».
Tomasula dijo a los abogados de la defensa que había destruido su iPhone, y todos sus mensajes de texto —incluidos algunos relacionados con los Proud Boys— se habían borrado automáticamente, según la moción.
«Tomasula indicó que habría escrito inmediatamente informes sobre cualquier tipo de violencia, conversaciones violentas o planes violentos o insurreccionales entre los Proud Boys o patriotas, pero no informó de ninguno», dijo.
«Tal información habría sido bueno tenerla hace semanas cuando los acusados estaban contrainterrogando a los testigos del gobierno y desarrollando su defensa», dijo Roots.
Los fiscales revelaron previamente que una docena de agentes encubiertos de la ESU se encontraban entre la multitud tomando videos y fotografías, según la moción.
Esos oficiales grabaron a los manifestantes en los andamios de la fachada oeste del Capitolio, transmitieron video en vivo al Centro de Mando de Operaciones Conjuntas (JOCC, por sus siglas en inglés) de la Policía de Memphis, documentaron los intentos de la Policía de Memphis de mantener las líneas policiales mientras eran agredidos por la multitud, y filmaron a una multitud el 5 de enero que había adoptado una «postura agresiva» con los oficiales de la Policía de Memphis, según un suplemento presentado con la moción de Roots.
El DOJ no está al corriente
En su respuesta a la presentación de Roots ante el tribunal el 5 de abril, el Departamento de Justicia de EE. UU. dijo que no sabía de ninguna unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional que trabajara en el Capitolio el 6 de enero.
«El acusado Pezzola no identifica la agencia que dirige la unidad de ‘Investigaciones de Seguridad Nacional’, ni sostiene que esta unidad esté estrechamente alineada con el equipo de la acusación», decía la respuesta, firmada por Jocelyn Ballantine, jefa de la Unidad de Conspiraciones Complejas de la Sección de Asedio al Capitolio del Departamento de Justicia.
«Y, de hecho, el gobierno no tiene conocimiento de ninguna implicación en el caso de Dominic Pezzola por parte de ninguna unidad así identificada», decía la respuesta.
Un video filtrado publicado en Rumble el 24 de marzo muestra a tres oficiales encubiertos de la policía de Memphis con un comportamiento provocador el 6 de enero, ayudando a los manifestantes a saltar las barreras, gritando consignas a favor de Trump y dirigiendo a la multitud para que subiera por las escaleras noroeste del Capitolio.
Las acciones de esos oficiales fueron reveladas en presentaciones judiciales en otro caso por el acusado del 6 de enero William Pope de Topeka, Kansas.
Pope ha pedido al juez de distrito Rudolph Contreras que levante el precinto judicial de un video grabado por uno de los oficiales para que el público pueda verlo.
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