Al menos nueve personas quedaron este miércoles sepultadas después de que se produjese un corrimiento de tierras provocado por fuertes lluvias en la provincia central china de Hubei, foco del primer brote conocido de la pandemia del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, informaron los medios locales.
Según las autoridades del condado de Huangmei, el deslizamiento ocurrió hacia las 04.00 hora local de este miércoles (20.00 GMT del martes).
Por ahora no se ha confirmado fallecimiento alguno, pero efectivos de las unidades de emergencia se han desplazado a la zona y están trabajado para tratar de rescatar a supervivientes.
Más de 40 habitantes de la aldea de Dahe, donde se produjo el accidente, han sido reubicados a lo largo de la jornada.
En la madrugada de este miércoles las lluvias torrenciales, que llevan semanas afectando gravemente a diversas partes de China, se cebaron con la citada localidad, donde se registraron precipitaciones de hasta 353 milímetros.
Las autoridades nacionales elevaron el martes el nivel de alerta del 4 -el más bajo- al 3 para el control de las inundaciones, y enviaron equipos a regiones como Sichuan, Chongqing, Hunan o Jiangxi.
En algunas de estas zonas los niveles de agua en varios ríos y lagos han sobrepasado ya los límites de seguridad.
Las lluvias torrenciales, que se han concentrado especialmente en las partes centrales del país, han afectado a casi 20 millones de personas, según estadísticas del Ministerio de Gestión de Emergencias.
Aunque esta institución no actualiza las estadísticas de pérdidas humanas por estas últimas inundaciones, sí que publicó esta semana un informe que resume los desastres naturales de la primera mitad de 2020, en el que apunta que 119 personas perecieron o desaparecieron a causa de las inundaciones en el país.
En algunas zonas del país se están registrando lluvias entre un 30 y un 50 % más copiosas de lo habitual, y las autoridades meteorológicas prevén que entre este mes y agosto los riesgos a este respecto sean «relativamente altos», por lo que consideran que la situación es «grave» en términos de control de inundaciones.
Hasta el pasado 3 de julio, según datos del citado Ministerio, se ha evacuado a 875,000 personas, de las que 355,000 han necesitado «ayuda urgente».
Los daños materiales ascienden a 218,000 casas dañadas y 17,000 derrumbadas, mientras que se han perdido unas 160,000 hectáreas de cultivos; las pérdidas económicas directas se sitúan por el momento en 41,640 millones de yuanes (5929 millones de dólares, 5241 millones de euros).
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