La instalación de alambre de púas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México ha provocado una «reducción masiva» del número de inmigrantes ilegales que cruzan a Estados Unidos, según el gobernador del estado, Greg Abbott, quien dijo que cuenta con un amplio apoyo para la medida defensiva.
«Más de la mitad de los gobernadores se han unido para apoyar una propuesta muy importante. Y es que la Constitución de Estados Unidos nos garantiza el derecho a la autodefensa si los estados se enfrentan a un daño inminente o a una invasión», dijo el gobernador Abbott en una entrevista con Fox News el domingo.
«Es evidente que Texas se enfrenta tanto a un daño inminente como a una invasión. Y por eso estos gobernadores se están uniendo en torno a Texas para apoyar nuestro actual derecho a la autodefensa y el despliegue de este alambrado que ha llevado a una reducción masiva de [la] afluencia» de inmigrantes ilegales».
Texas comenzó a instalar alambre de púas a lo largo de la frontera con México el año pasado. El gobierno de Biden se opuso a la medida, alegando que el estado no tiene autoridad para instalarla. Sin embargo, Texas dijo que tiene derecho a proteger a sus ciudadanos de la afluencia de inmigrantes ilegales.
«La zona en la que hemos ocupado este parque en Eagle Pass, Texas, en la que hemos colocado la alambrada, solía haber 3000 o 4000 personas que cruzaban esa zona al día. En los últimos tres días, hemos tenido un promedio de sólo tres personas cruzando esa zona. La cuestión es que si oponemos resistencia, demostraremos que podemos asegurar la frontera. Joe Biden no debería impedirlo», afirmó Abbott.
Tras la decisión, el gobernador Abbott anunció que su estado no «retrocederá en nuestros esfuerzos para asegurar la frontera». En una entrevista con Bloomberg el jueves, el gobernador dijo que Texas estaba «agregando más alambre de púas mientras hablamos en este momento para asegurarnos de que estamos haciendo aún más para asegurar la frontera».
El mes pasado, cuando un periodista le preguntó si la frontera entre Estados Unidos y México era segura, el presidente Joe Biden respondió: «No, no lo es. No lo he creído durante los últimos 10 años, y lo he dicho durante los últimos 10 años».
El 26 de enero, el presidente pidió a los republicanos que apoyaran una serie de reformas fronterizas que le otorgarían mayor autoridad sobre la cuestión de los inmigrantes ilegales.
Las reformas propuestas «me darían, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea desbordada», dijo.
En declaraciones a Fox, Abbott criticó las palabras del presidente. «Biden dice que necesita que el Congreso le dé poder para hacer lo que sea necesario para asegurar la frontera. El hecho es que, como todos vimos por lo que hizo el presidente Trump, el presidente de Estados Unidos tiene el poder».
El presidente está obligado por ley a negar la entrada a cualquier inmigrante ilegal, dijo. «Y luego, si llegan a entrar en Estados Unidos, tiene la obligación legal de detener a esos inmigrantes ilegales».
Sin embargo, dijo, «Joe Biden está fallando en ambos deberes, y eso es exactamente lo que le da a Texas la autoridad para garantizar que podemos dar un paso adelante y asegurar nuestra propia frontera y proteger nuestro propio estado a través de la autodefensa».
Trump respalda a Texas
Por su parte, el expresidente Donald Trump se ha comprometido a enviar refuerzos a Texas si es reelegido a la Casa Blanca.
«Cuando sea presidente, en lugar de tratar de enviar a Texas una orden de restricción, les enviaré refuerzos», dijo el presidente Trump a una multitud el 27 de enero. «En lugar de luchar contra los estados fronterizos, usaré todas las herramientas de recursos y la autoridad del presidente de los Estados Unidos para defender a Estados Unidos de América de esta horrible invasión que está ocurriendo en este momento».
En una entrevista reciente con Fox, se le preguntó al presidente Trump si deportaría a los entre ocho y 10 millones de inmigrantes ilegales en el país. Respondió: «Vamos a tener que deportar a muchos de ellos. No es sostenible».
Comentando esta declaración, Abbott dijo en su entrevista que una de las prioridades del presidente Trump era «tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal. Y esto es más que retórica por su parte».
«Tiene un historial probado de lo que hizo cuando era presidente. Recuerden, cuando era presidente, implementó cuatro políticas que resultaron en los cruces fronterizos ilegales más bajos en 40 años».
Más de una docena de gobernadores republicanos visitaron recientemente Texas para mostrar su apoyo a la lucha del estado por protegerse de la afluencia de inmigrantes ilegales.
«Estamos aquí para enviar un mensaje alto y claro de que nos estamos uniendo para luchar para asegurar que seremos capaces de mantener nuestra garantía constitucional de que los estados serán capaces de defenderse contra cualquier tipo de peligro inminente», dijo el Sr. Abbott durante una conferencia de prensa el 4 de febrero.
Para el año fiscal 2023, se calcula que 2.4 millones de inmigrantes ilegales habrán cruzado a Estados Unidos, según la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés). Esta cifra está muy por encima de los 458,000 encuentros que los agentes de la patrulla fronteriza tuvieron con inmigrantes ilegales entre el 1 de octubre de 2019 y el 30 de septiembre de 2020, cuando el presidente Trump estaba en el cargo.
Una encuesta publicada por Rasmussen Reports a finales de enero encontró que el 69 por ciento de los probables votantes estadounidenses apoyan a Texas en la construcción de barreras fronterizas que impidan la entrada de inmigrantes ilegales a Estados Unidos, incluido el 53 por ciento que «apoya firmemente» la acción. Sólo el 27 por ciento se opone a que Texas intente bloquear la inmigración ilegal.
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