El video que captura el cautiverio a largo plazo de una mujer encadenada, madre de ocho hijos, en la zona rural de Xuzhou, provincia de Jiangsu, ha conmocionado a China. Muchos creen que la mujer es víctima de la trata de personas y ha sido reducida a una herramienta reproductiva.
El delito generalizado de tráfico de mujeres está muy extendido en China y las razones son profundas.
Desafortunadamente, es difícil determinar con precisión el número de mujeres en China que han sido traficadas, pero los informes anteriores de los medios estatales brindan alguna evidencia del recuento.
El 16 de febrero de 2015, los reporteros del Legal Daily, un periódico estatal chino, supieron del ministerio de Seguridad Pública del régimen que más de 30,000 mujeres traficadas fueron rescatadas en 2014.
Legal Daily también informó que el 29 de marzo de 2012, los periodistas se enteraron a través del curso de capacitación contra la trata de personas de China que, a partir de 2009, se identificaron un total de 23,341 casos de secuestro y la trata de miles de mujeres, con 45,702 mujeres secuestradas rescatadas.
En 1989 se publicó un libro titulado “Ancient Evils – Documentary of the National Women’s Abduction and Trafficking” (Antiguos males – Documental de la Fuente Nacional de Secuestro y Tráfico de Mujeres), escrito por Xie Zhihong y Jia Lusheng. Los datos oficiales citados en el libro muestran que 48,100 mujeres de toda China fueron traficadas hacia seis condados administrados por Xuzhou, la ciudad donde se encontró a la madre encadenada. Entre ellos se encuentra el pueblo de Niulou del municipio de Yizhuang, donde dos tercios de las mujeres jóvenes casadas son mujeres compradas previamente secuestradas.
Es imposible saber el número de mujeres que aún no han sido rescatadas o cuántas han sido traficadas en otros años.
A juzgar por la información divulgada por los medios de comunicación, la mayoría de las mujeres secuestradas son vendidas a zonas rurales empobrecidas donde hay más hombres que mujeres y los residentes locales no pueden permitirse el lujo de casarse.
Serio desequilibrio de género
Según el Comunicado del Séptimo Censo de Población publicado por las autoridades chinas en mayo de 2021, la proporción de hombres en China es de 105,07 por cada 100 mujeres. Según la población total de China de 1410 millones, hay 33 millones más de hombres que de mujeres. El desequilibrio en las áreas rurales es aún más notable, donde la proporción es de 107,91 hombres por cada 100 mujeres.
En años anteriores, la desproporción era aún más severa. Según un estudio realizado por la periodista estadounidense Leta Hong, nacida en Hong Kong, la proporción de bebés de sexo masculino y femenino nacidos en China alcanzó un máximo de 121 a 100 en 2008.
Los resultados del censo chino de 2010 fueron los más agudos, con una proporción de 136 hombres nacidos en la década de 1980 por cada 100 mujeres y una proporción de 206 hombres nacidos en la década de 1970 por cada 100 mujeres.
Con respecto al fenómeno del desequilibrio de género, Dudley Poston, profesor de la Universidad Texas A&M que ha estudiado durante mucho tiempo la política de población de China, predijo que entre 45 y 50 millones de hombres solteros en 2020 no podrían encontrar pareja debido a la escasez de mujeres en la población.
El grave desequilibrio entre hombres y mujeres a menudo se atribuye a la política de un solo hijo impuesta por el PCCh durante más de 30 años, las prácticas patriarcales en la China rural y el aborto selectivo. Los avances tecnológicos han hecho posible determinar el sexo del feto, lo que transformó al aborto selectivo según el sexo como una forma de omicidio más frecuente.
Pobreza rural
Luo Shihong, profesor del Departamento de Estudios de la Comunicación de la Universidad Chung Cheng de Taiwán, cree que otra razón para el secuestro de mujeres es la injusta política de registro de hogares de China, junto con la pobreza extrema de las personas en las zonas rurales.
Después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) tomara el poder en China, el sistema de registro de hogares adoptó la gestión dual de áreas urbanas y rurales y vinculó la asignación de todos los recursos sociales, incluida la educación, el empleo y los beneficios sociales, al registro de hogares.
Los titulares de un registro de hogar rural han estado durante mucho tiempo en el fondo de la sociedad porque no reciben los mismos recursos que aquellos con un registro de hogar urbano.
En un comentario de 2015, Luo dijo que los solteros en la China rural son los más vulnerables entre los más empobrecidos del mercado matrimonial. Carecen de competitividad para casarse con una esposa en la “jungla de lobos donde hay poco alimento” debido a la pobreza y a otras razones. En consecuencia, tienen dificultad para satisfacer sus deseos sexuales, por lo que recurren a medios ilegales que resuelven también el deseo de tener una sucesión familiar.
Indiferencia de los funcionarios
Aunque los funcionarios del PCCh han afirmado en diferentes ocasiones que el secuestro y el tráfico de mujeres deben ser castigados con severidad y rapidez y no deben tolerarse, por lo general se considera que ese discurso es simbólico.
Chang Ping, una conocida personalidad de los medios de comunicación chinos, dijo en su artículo de opinión que en cualquiera de las zonas más afectadas por el tráfico de personas, es conocido por todos qué familias compraron a sus nueras, pero las autoridades locales nunca toman la iniciativa de reconocer el problema, participando activamente en la red de tráfico de personas y manteniéndola. Solo cuando la familia de la víctima exige la actuación de la policía local, o cuando se reclama una acción simbólica, ésta se ve obligada a rescatarla.
Recientemente circuló por Internet un vídeo de una conferencia pronunciada en 2020 por Luo Xiang, profesor de la Universidad China de Ciencias Políticas y Derecho. Luo dio un ejemplo vívido de la situación. El académico dijo que la pena máxima por comprar ilegalmente un loro es de cinco años, mientras que la pena máxima por comprar ilegalmente entre una y una docena de mujeres es de tres años, lo que equivale a la pena máxima por comprar ilegalmente 20 sapos. Por lo tanto, una mujer china se valora menos que un loro y solo es comparable a un sapo. Luo también afirmó que si no hubiera compradores, no habría vendedores y hay muchos vendedores porque el castigo a los compradores es muy leve.
El PCCh no solo es indiferente, sino que hasta cierto punto es connivente. Luo Shihong señaló que la lógica oficial de mantenimiento de la estabilidad jerárquica descendente del PCCh ha agravado aún más el problema del tráfico de mujeres. El fenómeno de la trata de personas, aunque es completamente incorrecto desde el punto de vista legal, moral y político, ha ayudado a las autoridades a mantener la «estabilidad» en el campo. De lo contrario, un gran número de solteros insatisfechos de las zonas rurales sin esperanza de casarse podría convertirse en un factor de malestar social.
En noviembre de 2013, un extenso informe publicado por Hong Kong Phoenix Weekly, respaldado por el PCCh, titulado «La oscura cortina del comercio de órganos en China», reconoció que en la última década el «turismo de trasplante de órganos» a China aumentó considerablemente. Según el análisis de expertos médicos internacionales, se cree que existe un enorme banco clandestno de órganos humanos e incluso un banco de órganos vivos en China.
El artículo también afirma que los practicantes de Falun Gong, los presos en campos de trabajo forzado, los desplazados sociales y las mujeres y niños secuestrados pueden ser objeto de robo de órganos.
Un gran número de mujeres son secuestradas y luego obligadas a prostituirse. La Organización contra la Trata de Personas de la UNESCO (UNIAP) ha analizado las víctimas de la trata en China. La agencia estudió 800 casos entre 2006 y 2007 y descubrió que el 19 por ciento de las mujeres víctimas de la trata fueron obligadas a prostituirse, mientras que el 42 por ciento no reveló a quién fueron vendidas.
Estas actividades se diferencian de la trata de mujeres únicamente para matrimonios forzados en que las ventas no se realizan a personas de las montañas o de las zonas rurales, sino a aquellos de las grandes ciudades.
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