La ciudad de Denver, Colorado, declaró el jueves el estado de emergencia para evitar una crisis humanitaria local en medio de una afluencia de inmigrantes ilegales procedentes de la frontera sur, principalmente de El Paso, Texas.
El alcalde de Denver, el demócrata Michael Hancock, emitió la declaración en un momento en que en los últimos días varios centenares de extranjeros ilegales, en su mayoría procedentes de América Central y del Sur, llegaran al estado.
«Permítanme ser franco: esta afluencia de inmigrantes, la naturaleza imprevista de su llegada, y nuestros actuales desafíos de espacio y personal han puesto una inmensa presión sobre los recursos de la ciudad hasta el nivel en que están a punto de llegar a un punto de ruptura en este momento», dijo Hancock en una conferencia de prensa el jueves.
«Lo que no quiero ver es una crisis humanitaria local de inmigrantes desamparados en nuestras manos debido a la falta de recursos», añadió el alcalde.
Según la oficina de Hancock, más de 900 extranjeros llegaron a Denver en los últimos meses, incluidas más de 600 personas desde el 2 de diciembre.
Desde el lunes llegaron otros 247 extranjeros, mientras que durante la noche del jueves, unos 75 se presentaron en un refugio local para personas sin hogar.
«A punto de alcanzar el punto de ruptura»
Aproximadamente 404 extranjeros están siendo alojados actualmente en los refugios de emergencia de la ciudad, incluyendo 102 en sitios de refugio de la iglesia y hogares sin fines de lucro, dijo la oficina del alcalde.
La «naturaleza inprevista» de la llegada de extranjeros ilegales ha ejercido una presión extrema sobre los esfuerzos de la ciudad para acogerlos, lo que ha limitado el espacio, lo que se ve agravado por la falta de personal, dijo la oficina de Hancock durante la conferencia de prensa del jueves, señalando que el clima invernal iba a empeorar la situación.
Hancock añadió que Denver se encuentra actualmente «en un nivel en el que estamos a punto de alcanzar el punto de ruptura en este momento».
«La declaración (de emergencia) es otra herramienta en la caja de instrumentos para ayudar a responder al creciente número de migrantes que llegan a Denver, sobre todo a medida que el clima invernal se establece», dijo Hancock.
En virtud de la declaración de emergencia, el gobernador Jared Polis, demócrata, será alertado del decreto de Denver.
Denver podrá entonces acceder a recursos de emergencia adicionales para ayudar a gestionar la afluencia de extranjeros, y también podrá seguir solicitando ayuda financiera de diversas fuentes de financiación.
Hancock afirmó que, junto con socios comunitarios y la ayuda de iglesias y organizaciones sin ánimo de lucro locales, la ciudad sigue proporcionando refugio de emergencia a los extranjeros —la mayoría de los cuales llegan a la ciudad habiendo entrado en Estados Unidos a través de El Paso (Texas).
Hancock apunta a la administración Biden
Denver ya ha destinado más de 800,000 dólares en la acogida de extranjeros ilegales, y se espera que esa cifra aumente significativamente.
La mayoría de los extranjeros que han llegado a Denver proceden de Venezuela, según el alcalde, y huyen de una crisis política y humanitaria en su país de origen.
El alcalde apuntó a la administración de Biden por no abordar la «situación crítica» o responder adecuadamente, a pesar de ser consciente de ello.
«Ahora mismo estamos en un punto de crisis y ciudades de todo el país se están viendo obligadas a hacer frente a algo para lo que no estamos equipados», declaró Hancok.
La declaración del alcalde se produjo poco antes del final del programa Título 42 de la era Trump que permitía a los agentes de la Patrulla Fronteriza devolver a los extranjeros ilegales a su país de inmediato si se consideraba que representaban una amenaza para la salud en medio de la pandemia de COVID-19.
La norma del Título 42, que ayudó a frenar parte de la ola de inmigración ilegal y se ha utilizado millones de veces para expulsar extranjeros desde marzo de 2020, finalizará el 21 de diciembre.
El Departamento de Seguridad Nacional ha dado a conocer un plan (pdf) para ayudar a hacer frente a la afluencia de inmigrantes que intentan entrar en Estados Unidos una vez que se elimine el Título 42, que incluye el cierre de brechas a lo largo del muro de la frontera suroeste, la creación de más tiendas de detención temporal y el aumento de la persecución de los contrabandistas.
Aún así, el Departamento de Seguridad Nacional indicó que espera que entre 9000 y 14,000 extranjeros ilegales crucen la frontera diariamente.
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