Aproximadamente 20,000 inmigrantes ilegales esperan cruzar la frontera hacia El Paso, Texas, tan pronto como finalice el programa del Título 42 de la era Trump, dijo el lunes el alcalde Oscar Leeser.
Leeser hizo los comentarios en una conferencia de prensa solo dos días después de declarar el estado de emergencia en medio de una afluencia de inmigrantes ilegales que cruzaron la frontera sur y fueron liberados en la ciudad. Muchos de ellos están durmiendo en las calles del centro con bajas temperaturas, según las autoridades.
“Nosotros hemos estado hablando con algunos de los socios en México, y también estamos hablando con la Patrulla Fronteriza y esos son los números que nos han enviado”, dijo Leeser. “Los albergues en [Ciudad] Juárez están completamente llenos hoy y creen que hay unas 20,000 personas listas para venir a El Paso”.
Leeser, un demócrata, agregó que su oficina ha estado trabajando con agencias locales para garantizar que la ciudad esté preparada para manejar la ola de inmigrantes ilegales.
El Título 42 permitía a los agentes de la Patrulla Fronteriza devolver a los extranjeros ilegales a su país de inmediato si se consideraba que representaban una amenaza para la salud en medio de la pandemia de COVID-19.
El Paso Declara Estado de Emergencia
La norma del Título 42, que debía finalizar el 21 de diciembre, se ha utilizado millones de veces desde marzo de 2020 para expulsar a extranjeros y ha generado temores entre los funcionarios de que las ciudades y los estados pronto podrían verse abrumados de inmigrantes.
Los datos preliminares de Aduanas y Protección Fronteriza compartidos con The Epoch Times muestran que El Paso y Del Rio en Texas, dos de los sectores más concurridos a lo largo de la frontera, detuvieron a 70,288 extranjeros ilegales entre el 1 y el 19 de diciembre. También fueron denunciados 28,913 “escapados” o quienes evadieron la detención.
Según el agente de patrulla jefe interino del Sector El Paso, Peter Jaquez, los agentes fronterizos experimentaron un gran aumento en los cruces ilegales durante el fin de semana del 10 al 11 de diciembre, con un promedio de tres días de 2460 encuentros diarios. Esto marca un aumento del 40 % en comparación con octubre. Se esperan más aumentos.
Para ayudar a lidiar con el aumento del número de inmigrantes ilegales, Leeser declaró el estado de emergencia, otorgando a la ciudad más recursos y autoridad para albergar a quienes han cruzado la frontera sur.
También se abrirá un centro de operaciones de emergencia para ayudar a manejar la situación, dijo Leeser.
“Sabemos que la afluencia el miércoles será increíble”, dijo el alcalde en una rueda de prensa al anunciar el estado de emergencia. “Yo dije desde el principio que lo aplicaría cuando sintiera que nuestros solicitantes de asilo o nuestra comunidad no estaban seguros. Realmente creo que hoy nuestros solicitantes de asilo no están seguros ya que tenemos cientos y cientos en las calles y esa no es la forma en que queremos tratar a las personas”.
Corte Suprema suspende el fin al Título 42
El 16 de noviembre, un juez federal dictaminó que el Título 42 era ilegal y ordenó a la administración de Biden que lo de por terminado antes del 21 de diciembre. Los estados republicanos presentaron de inmediato una moción para suspender la orden, pero esa orden fue denegada la tarde el 16 de diciembre por un corte federal de apelaciones.
Los estados liderados por el Partido Republicano, incluidos Arizona, Luisiana y Texas, presentaron una solicitud de emergencia para revertir la decisión del tribunal inferior, solo unos días antes de que expirara la norma, y señalaron que eliminarla “pondría en peligro innecesariamente a más estadounidenses y migrantes al exacerbar la catástrofe que está ocurriendo en nuestra frontera sur”.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, estuvo de acuerdo con una pausa temporal en cuanto a poner fina a la normativa, pero dijo que la administración de Biden debe responder a la apelación de emergencia antes de las 5 p.m. ET martes.
El 15 de diciembre, la ciudad de Denver también declaró estado de emergencia en un esfuerzo por prevenir una crisis humanitaria local en medio de una afluencia de inmigrantes ilegales que llegan principalmente de El Paso.
El alcalde Michael Hancock, un demócrata, dijo que el aumento en el número de inmigrantes ilegales que están llegando a la ciudad, en su mayoría de América Central y del Sur, ejerce una presión extrema sobre los esfuerzos de la ciudad para albergarlos y conducirlos a un espacio protegido. La situación se ve agravada aún más por los problemas de personal y el clima invernal, según Hancock.
“Esto está en su punto crítico en este momento y las ciudades de todo el país se ven obligadas a lidiar con algo para lo que no estamos equipados”, dijo Hancock.
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