El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, autorizó el corte del suministro de agua y electricidad a empresas que violen la orden de quedarse en casa en medio de la pandemia COVID-19.
La enfermedad es causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Garcetti dijo que algunos negocios etiquetados como no esenciales han permanecido abiertos a pesar de que se les ha ordenado cerrar.
“Disminuir la propagación de este virus y aplanar la curva de nuevas infecciones exige que todos hagamos nuestra parte, y esa es la conclusión. Sin embargo, aun así, algunos negocios no esenciales continúan operando, poniendo a todos en riesgo”, dijo Garcetti en una conferencia de prensa el miércoles por la noche.
Él dijo que ordenó al Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles que cierre el suministro de agua y electricidad para aquellos negocios no esenciales que continúan abiertos en violación de la orden de quedarse en casa, siguiendo una amenaza que hizo el mes pasado.
«Nadie quiere dar este paso, y no tendríamos que hacerlo mientras sigan las reglas», dijo Garcetti.
El Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles no respondió de inmediato a una solicitud de preguntas sobre la autorización, incluyendo si el departamento comenzó a cortar los servicios públicos a las empresas. El departamento dice en su sitio web que no interrumpirá el servicio de agua o electricidad para clientes residenciales durante la pandemia.
La orden ejecutiva de Garcetti obliga a las personas a quedarse en casa a menos que realicen actividades descritas como esenciales, como lo son los víveres. También requirió el cierre de los llamados negocios no esenciales.
Garcetti dijo en una conferencia de prensa la semana pasada que los dueños de negocios considerados no esenciales que desafiaron la orden son «irresponsables y egoístas».
«Tú sabes quién eres. Necesitas detenerte. Si no lo haces, te cerraremos, destacó.
Advirtió que no prestar atención a las advertencias iniciales de los empleados de la ciudad podría dar lugar a posibles cargos e interrupción de servicios públicos.
Ocho empresas fueron remitidas en los últimos días por el Departamento de Policía de Los Ángeles a la oficina del fiscal de la ciudad, dijo Garcetti el miércoles.
«Esto es grave y no podemos permitir que continúen las violaciones», señaló.
Las medidas estrictas son parte de una ofensiva contra los estadounidenses en todo el país, que ahora enfrentan arrestos o citaciones si desobedecen las órdenes estrictas de permanecer en casa, como parte de el esfuerzo para frenar la propagación del virus del PCCh.
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