La orden de vacunación COVID-19 de los negocios privados de la ciudad de Nueva York y el requisito de mascarillas en las escuelas se eliminarán pronto, dijo el alcalde de la ciudad el 27 de febrero.
No obstante, el alcalde demócrata, Eric Adams, sigue sin anular la orden que obliga a los trabajadores a vacunarse, manteniendo a Nueva York como la localidad más renuente del país a la hora de revocar las duras normas impuestas durante la pandemia de COVID-19.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, también demócrata, dijo a primera hora del domingo que el estado estaba eliminando su requisito de mascarilla en las escuelas, citando cómo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) cambiaron abrupta y drásticamente una medida clave que influyó en las órdenes de mascarillas en todo el país.
«Dada la disminución de nuestras tasas, nuestras hospitalizaciones, las fuertes tasas de vacunación y la orientación de los CDC, mis amigos, ha llegado el día», dijo Hochul en una sesión informativa.
Adams emitió entonces una declaración en la que decía que pronto seguiría su ejemplo.
«Si no vemos repuntes imprevistos y nuestras cifras siguen mostrando un bajo nivel de riesgo, la ciudad de Nueva York eliminará el requisito de mascarilla en los interiores para los niños de las escuelas públicas a partir del próximo lunes 7 de marzo», dijo Adams. La obligación de utilizar mascarillas en el exterior del sistema escolar se revocó a partir del 28 de febrero.
Por su parte, el programa de la ciudad denominado Key 2 NYC, que exige a los comercios que verifiquen que los clientes estén vacunados contra COVID-19, finalizará ese mismo día «siempre que los indicadores de COVID muestren un bajo nivel de riesgo y no veamos sorpresas esta semana», añadió Adams.
Adams, antiguo agente de policía, heredó un complejo de normas sobre COVID-19 de su predecesor, Bill de Blasio. Hasta ahora el nuevo gobernador ha mantenido prácticamente todas ellas en vigor.
Adams hizo hincapié en que el resto de las normas no se retirarán, aunque las cifras sigan siendo bajas, afirmando que «son y han sido vitales para proteger a los neoyorquinos”.
Muchas de las normas en Nueva York y en otros lugares se impusieron después de que empezaran a aparecer datos que indicaban que las vacunas contra COVID-19 no evitaban la transmisión y que las personas vacunadas podían infectarse.
Desde entonces, la variante del virus ómicron desplazó a la variante delta como cepa dominante en Estados Unidos. Los datos sugieren que las vacunas funcionan menos contra ómicron, proporcionando poca o ninguna protección contra la infección y no protegiendo tan bien contra la enfermedad grave.
Alrededor del 96 por ciento de los adultos de la ciudad de Nueva York recibieron al menos una dosis de la vacuna COVID-19. La vacuna se les ofrece a todos los estadounidenses de 5 o más años.
Andrew Rigie, director ejecutivo de la NYC Hospitality Alliance, dijo que «la eliminación del comprobante de vacunación para comer en interiores en Nueva York será una buena noticia para muchos restaurantes y bares», pero añadió que «no le sorprendería que algunos negocios quisieran voluntariamente» mantener los requisitos.
Con la contribución de Jack Phillips
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