El alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo el miércoles que la actual crisis de la inmigración podría costar a la ciudad 12,000 millones de dólares en tres años si las cosas no cambian, reiterando la petición de más ayuda federal.
«En el último año, casi 100,000 solicitantes de asilo han llegado a nuestra ciudad en busca de una nueva vida», dijo el Sr. Adams, demócrata, en un comunicado . «La ciudad de Nueva York ha gestionado el problema en gran medida por sí misma».
«Se trata de una crisis nacional que ha suplicado una respuesta nacional desde el primer día», continuó. «A pesar de nuestro incansable esfuerzo, nos estamos quedando sin recursos».
Actualmente la ciudad tiene a su cargo a más de 57,300 inmigrantes ilegales. El costo promedio de cada hogar es de 383 dólares por noche en concepto de alojamiento, comida, atención médica y servicios sociales. Eso supone 9.8 millones de dólares al día y 300 de dólares millones al mes.
«Pero esto es el mínimo, no el máximo. Esto es sólo una estimación si el número de migrantes a nuestro cargo se mantiene igual a lo largo del tiempo», dijo el alcalde a los periodistas en la conferencia de prensa del miércoles.
El alcalde dijo que están buscando todas las formas de reducir los costes.
«Podría ser algo tan sencillo como la comida. Si pudiéramos ahorrar, ya sabes, uno o dos dólares en las comidas. Si pudiéramos ahorrar en las lavanderías, porque, ya sabes, hay que lavar todas esas sábanas. Si pudiéramos ahorrar en servilletas», dijo. «Buscamos por todas partes cómo podemos reducir los costes de los solicitantes de asilo».
Sin embargo, sin «cambios políticos», la ciudad de Nueva York seguirá haciendo frente a los recién llegados, dijo el Sr. Admas, advirtiendo que sus residentes podrían tener que hacer frente a una factura de 4700 millones de dólares por los inmigrantes este año fiscal.
En los próximos tres años fiscales, se espera que los costes alcancen los 12,000 millones de dólares.
«Nuestra compasión puede ser ilimitada, pero nuestros recursos no lo son», dijo. «Esta es la realidad presupuestaria a la que nos enfrentamos si no conseguimos el apoyo adicional que necesitamos».
«Los neoyorquinos no crearon una crisis humanitaria internacional. Pero a los residentes de nuestra ciudad se nos ha dejado hacer frente a esta crisis casi totalmente solos», afirmó.
El sistema de albergues de la ciudad de Nueva York ya se ha visto sobrepasado. Los funcionarios municipales se han esforzado por alojar a los inmigrantes ilegales en iglesias y casas particulares y han pedido a los tribunales que los eximan de proporcionar refugio a todos los que lo soliciten. Dado que el número sigue aumentando a cientos cada día, los dirigentes municipales anunciaron a principios de esta semana que van a abrir un nuevo refugio en Randall’s Island que podría albergar hasta 2000 personas.
Explosión de la inmigración ilegal
El Sr. Adams dijo que está pidiendo al gobierno de Biden que declare el estado de emergencia.
«Esto permitirá que se asignen rápidamente fondos federales para ayudar a abordar los retos urgentes a los que nos enfrentamos», dijo. «El gobierno federal tiene que proporcionar más fondos para ajustarse a la realidad del curso sobre el terreno».
La petición de ayuda del Sr. Adams se produce mientras varios líderes demócratas presionaban al gobierno de Biden para que interviniera ante la afluencia de inmigrantes en sus estados.
La última gobernadora en pedir ayuda federal ha sido Maura Healey, de Massachusetts, que declaró el estado de emergencia el 8 de agosto.
La Sra. Healey afirmó que el sistema de refugios del estado se acerca a un límite debido al «rápido aumento del número» de inmigrantes, incluso después de la creación de nuevos centros de emergencia en lugares como la Base Conjunta de Cape Cod para intentar hacer frente al incremento.
«La demanda ha aumentado hasta niveles que nuestro sistema de refugios de emergencia no puede mantener, especialmente porque el número de familias que dejan los refugios ha disminuido debido a la falta de opciones de vivienda asequible y a las barreras para conseguir trabajo», declaró la Sra. Healey, demócrata.
De las más de 5500 familias que se encuentran actualmente en los refugios del estado, «muchas» recién llegaron a Massachusetts, dijeron las autoridades. Otras más de 1800 familias viven en hoteles o moteles.
El estado ha gastado más de 45 millones de dólares al mes para ayudar a los inmigrantes alojados, pero sigue quedándose corto, escribió la Sra. Healey en una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
En virtud de la ley estatal de «derecho a refugio», Massachusetts tiene que proporcionar refugio a las personas sin hogar.
El gobierno de Healey pide a sus residentes que abran sus puertas para ayudar a alojar a los inmigrantes.
«Y lo que es más importante, si tienes una habitación extra o una suite en tu casa, por favor, considera la posibilidad de alojar a una familia. La vivienda y el refugio son nuestras necesidades más acuciantes y conviértete en una familia patrocinadora», ha dicho la vicegobernadora Kim Driscoll.
Con una gobernadora de su partido sumándose al llamamiento, el Sr. Adams dijo que el gobierno federal debe actuar.
«Estoy de acuerdo con la gobernadora de Massachusetts, Healey, el gobierno federal debe actuar», dijo.
Los agentes de la frontera entre Estados Unidos y México efectuaron dos millones de detenciones de inmigrantes ilegales en 2021, el primer año de mandato del presidente Joe Biden. Eso estableció un nuevo récord, que fue superado por los 2.3 millones de detenciones registradas en 2022.
Los inmigrantes cruzan a California, Arizona y Texas, pero regularmente viajan o son transportados a estados del interior tras entrar en el país.
Con información de Zachary Stieber.
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