La alcaldesa de Washington ha declarado la emergencia pública por la afluencia de inmigrantes ilegales a la capital del país.
La alcaldesa Muriel Bowser anunció la emergencia el 8 de septiembre. La ciudad ha recibido unos 9400 extranjeros ilegales procedentes de los estados de Texas y Arizona.
«Nuestra respuesta implica cómo podemos estar a la altura de nuestros valores y asegurarnos de que tenemos un proceso humano y eficiente para hacer frente a una crisis que no hemos creado», dijo Bowser, una demócrata, a los periodistas durante una sesión informativa.
La declaración permite a la alcaldesa establecer una nueva oficina, la Oficina de Servicios para Migrantes, específicamente para ayudar a los inmigrantes ilegales que llegan de los estados fronterizos.
La oficina recibirá una cantidad inicial de 10 millones de dólares para establecer la oficina, que ayudará a las organizaciones sin ánimo de lucro y otras a recibir, alojar y alimentar a los extranjeros ilegales. La ciudad espera utilizar fondos federales o que se le reembolse el gasto.
El sistema supervisado por la oficina será independiente de la respuesta de la ciudad a los indigentes.
Un nuevo sistema es necesario «para que nuestro sistema de servicios para personas sin hogar pueda seguir funcionando en apoyo de los residentes de DC y para que podamos responder adecuadamente a la actual crisis humanitaria y proporcionar una asistencia humana a los migrantes», dijo la oficina de Bowser en una diapositiva mostrada en la sesión informativa.
Washington es una de las llamadas ciudades santuario, lo que significa que acoge abiertamente a los inmigrantes ilegales y restringe la cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Miles de inmigrantes
Texas y Arizona han estado transportando en autobús a Washington a miles de inmigrantes ilegales que fueron liberados por las autoridades estadounidenses desde la primavera.
Aproximadamente 9,400 inmigrantes ilegales han sido trasladados en autobús a la capital del país desde entonces.
La mayoría de ellos se trasladan a otros destinos, según las autoridades de Washington.
Muchos de los inmigrantes están siendo alojados en albergues y habitaciones de hotel.
Texas también ha enviado inmigrantes ilegales a Nueva York y Chicago.
Los gobernadores republicanos de estos estados, el de Texas, Greg Abbott, y el de Arizona, Doug Ducey, afirman que el envío en autobús continuará indefinidamente. Han dicho que están tratando de provocar una respuesta más contundente a la aplicación de la ley en la frontera por parte del presidente Joe Biden.
Bowser dijo que, por tanto, las autoridades esperan que cientos de autobuses más dejen a los inmigrantes en Washington durante el otoño.
La alcaldesa ha criticado repetidamente a los gobernadores.
Bowser ha solicitado en dos ocasiones la ayuda de la Guardia Nacional al Departamento de Defensa de Estados Unidos, pero en ambas ocasiones se le ha denegado.
«Estoy muy decepcionada por ello», dijo Bowser el jueves. «Y estoy muy decepcionada por no tener un sitio federal que podamos utilizar».
Dijo que las conversaciones con la Administración Biden están en curso.
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