La alcaldesa de Washington emitió una orden ejecutiva que obliga a las personas que compran en supermercados y otras tiendas que venden comida a usar mascarillas, en un cambio radical en la orientación de las políticas públicas sobre las mascarillas.
Aunque recientemente se ha dicho que las mascarillas tienen poco efecto sobre el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), o el nuevo coronavirus, ahora se aconseja el uso de mascarillas, y un número creciente de condados y ciudades están exigiendo que se usen en ciertos lugares.
A los compradores de la capital de la nación se les ordena ahora que se mantengan al menos a seis pies (1.8 m) de distancia de las personas con las que no viven y se les bloqueará la entrada a las tiendas si muestran cualquier síntoma del nuevo virus que causa una enfermedad potencialmente mortal llamada COVID-19. También se les exige que usen mascarillas. Los empleados de las tiendas de comestibles no están obligados a usar cubiertas para la cara.
Las tiendas de comestibles y los propios individuos harán cumplir la nueva política (pdf), dijo la alcaldesa Muriel Bowser a los periodistas el jueves.
«Lo que sabemos es que nuestra gente que está haciendo el trabajo esencial, incluyendo a los trabajadores de las tiendas de comestibles, están en la línea de frente de esta pandemia. Y todos los que queremos seguir dependiendo del suministro de alimentos necesitamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantenerlos seguros», dijo.
Bowser aconsejó a la gente no hacer viajes diarios a las tiendas de comestibles.
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Su orden ejecutiva también estableció nuevas normas para los mercados de productores, exigiéndoles que tuvieran una exención para poder operar y, en caso de hacerlo, que aplicaran medidas de distanciamiento social y solo vendieran alimentos, jabón, desinfectante de manos y mascarillas. También se aconseja a las tiendas de comestibles que exijan a las personas que solo viajen «unidireccionalmente» por los pasillos, que proporcionen desinfectantes para las manos y toallitas desinfectantes en todas las entradas y salidas, y que alienten a las personas a embolsar sus propios comestibles.
Washington, que tiene 1523 casos confirmados y 32 muertes, no es la única zona en la que se exige el uso de mascarillas.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ordenó esta semana a todos los trabajadores de los negocios designados como esenciales que se cubran la boca. La orden ejecutiva también se aplica a las personas que visitan esos negocios. Los infractores están siendo amenazados con multas, tiempo en prisión, o ambas cosas.
El miércoles, los funcionarios de Miami emitieron una orden que exige que todos los que estén dentro no solo de las tiendas de comestibles, sino también de las farmacias y tiendas, usen mascarillas u otras cubiertas para la cara.
Los repartidores y los trabajadores de construcción también deben ponerse protección.
Hay órdenes similares en otras áreas de Florida y los legisladores del condado de Montgomery, Maryland, en las afueras de Washington, introdujeron regulaciones que requerirán que los trabajadores en negocios esenciales usen cubiertas desde el 16 de abril y todos los clientes en los negocios desde el 23 de abril.
«Los trabajadores de tiendas de comestibles, farmacias, ferreterías y otros negocios esenciales están poniendo sus vidas en riesgo para mantenernos a todos alimentados y atendidos durante esta emergencia», dijo el miembro del consejo Hans Riemer en una declaración. «Debemos hacer todo lo que podamos para protegerlos. Combinado con mantener nuestra distancia, quedarnos en casa tanto como sea posible, y lavarnos las manos, el uso de una mascarillas ayuda a proteger tanto al que la usa como a los que están a su alrededor».
La orientación federal sobre las mascarillas es actualmente de carácter consultivo. La semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades comenzaron a aconsejar a las personas que usen mascarillas cuando salgan de casa y en lugares donde no puedan mantener un distanciamiento social adecuado, como en las tiendas de comestibles.
Anteriormente, la agencia solo recomendaba mascarillas para personas enfermas y trabajadores de primera línea como médicos y policías. Estudios recientes que muestran que las personas infectadas con el virus del PCCh que no muestran síntomas aún pueden transmitir la enfermedad provocaron el cambio.
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