La alcaldesa de Washington ha pedido al gobierno de EE. UU. que movilice a la Guardia Nacional para ayudar a la ciudad a lidiar con los inmigrantes ilegales que son trasladados desde los estados fronterizos.
Al describir la situación como “una crisis humanitaria creciente”, la alcaldesa Muriel Bowser dijo a los periodistas el 28 de julio que “necesitamos espacio y necesitamos que el gobierno federal se involucre”.
La Guardia ayudaría con la logística, agregó.
En una carta del 19 de julio, el director de Seguridad Nacional de D.C., Christopher Rodríguez, solicitó al Departamento de Defensa de EE. UU. la asistencia de la Guardia del D.C. “para ayudar a prevenir una crisis humanitaria prolongada en la capital de la nación”.
La capital de la nación ha recibido a más de 4000 inmigrantes ilegales procedentes de los estados de Texas y Arizona desde abril, cuando el gobernador de Texas autorizó por primera vez el traslado para los inmigrantes ilegales que aceptaban los viajes gratuitos. El gobernador de Arizona autorizó el traslado de los extranjeros ilegales en mayo.
En el mes previo a la carta, «el ritmo de llegada de los autobuses y el volumen de llegadas han alcanzado puntos de inflexión», escribió Rodríguez, diciendo que el sistema podría colapsarse sin la intervención federal.
Un portavoz de la oficina de Bowser dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que aún no ha recibido respuesta.
Un portavoz de la Guardia del D.C. dijo que la fuerza estaba al tanto de la solicitud, pero remitió las declaraciones a la oficina de prensa del Pentágono. Un portavoz del Pentágono se negó a realizar declaraciones de inmediato.
Solo los presidentes tienen la autoridad para autorizar el despliegue de la Guardia en Washington y deben recibir una solicitud de los funcionarios locales.
La Casa Blanca no respondió a una consulta.
Reunión con la Casa Blanca
Bowser y los miembros de su equipo de liderazgo se reunieron con funcionarios de la Casa Blanca, incluyendo a Liz Sherwood-Randall, la asistente del presidente para la seguridad nacional, según una misiva del 21 de julio que envió Bowser luego de la reunión.
Bowser dijo que el gobierno federal debería “asumir el liderazgo” en la gestión de los inmigrantes ilegales, incluyendo el uso de una instalación federal para albergar a los extranjeros.
“Siento una gran empatía por la situación tan difícil que enfrentan las personas que abordan los autobuses a lugares desconocidos. Asimismo, me preocupa mucho que se mantenga la red de seguridad social que soy responsable de garantizar para los residentes del D.C. Sé que el presidente comparte mi empatía y espero trabajar con la Administración para asegurar la [Guardia Nacional] y una instalación federal para procesar a los migrantes mientras buscan asilo y una vida mejor en Estados Unidos de América libre de incertidumbre y miedo”, escribió Bowser.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el gobernador de Arizona, Doug Ducey, ambos republicanos, comenzaron a ofrecer viajes a Washington a los extranjeros ilegales que buscan asilo a principios de este año.
Abbott ha dicho que el programa es una forma de confrontar al presidente Joe Biden con los efectos de sus políticas de inmigración; bajo las regulaciones relajadas, la inmigración ilegal se ha disparado a niveles récord.
“Washington, D.C. finalmente comprende con lo que los tejanos han estado lidiando todos los días, ya que nuestras comunidades están invadidas y saturadas por miles de inmigrantes ilegales gracias a las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden”, dijo Renae Eze, secretaria de prensa de Abbott, a The Epoch Times a través de Email.
“Si la alcaldesa quiere una solución a esta crisis, debería pedirle al presidente Biden que tome medidas inmediatas para asegurar la frontera, algo que no ha hecho”, agregó.
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