Japón y Corea del Sur, ambos aliados de Estados Unidos, desplegaron aviones de combate el jueves después de que dos aviones militares chinos y cuatro rusos entraran en la zona de defensa aérea de Corea del Sur sin previo aviso.
Los aviones chinos entraron en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Corea del Sur frente a su costa oriental entre las 11:53 a.m. (02:53 GMT) y las 12:10 p.m. y luego abandonaron el área, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS) en un comunicado. Una ADIZ suele ser una zona en la que los países pueden exigir unilateralmente que las aeronaves extranjeras tomen medidas especiales para identificarse, según la Organización de Aviación Civil Internacional. A diferencia del espacio aéreo, no existen leyes internacionales que regulen las zonas de defensa aérea.
Los aviones no violaron el espacio aéreo territorial de Corea del Sur, según el ejército surcoreano.
Japón también desplegó aviones para vigilar los bombarderos y cazas chinos y rusos que realizaban vuelos conjuntos el jueves, según un comunicado publicado el 14 de diciembre en el sitio web de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.
Aviones como los H-6, J-16 y Y-8 chinos y los Tu-95 y Su-35 rusos fueron avistados volando hacia el Mar de China Oriental a través del canal entre Japón y Corea del Sur, según el comunicado de las fuerzas armadas japonesas. Aviones de guerra de la Fuerza de Defensa Aérea Occidental del ejército japonés fueron desplegados como respuesta de emergencia, según el comunicado.
Conocidos como el «Oso» por la OTAN, los Tupolev Tu-95 fueron diseñados para lanzar bombas nucleares sobre Estados Unidos o sus aliados durante la Guerra Fría. Junto con el Tu-160, el Tu-95 se considera un componente clave de las fuerzas nucleares del Kremlin.
Moscú no reconoce la zona de defensa aérea de Corea. Beijing dijo que la zona no es un espacio aéreo territorial y que todos los países deberían disfrutar de libertad de movimiento en ella. Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, describió el incidente del jueves como «una actividad de vuelo rutinaria».
Brandon Weichert, experto militar y autor de «Winning Space: Cómo Estados Unidos sigue siendo una superpotencia», dijo que el acontecimiento del jueves es «significativo porque muestra a Corea del Sur y Japón trabajando en tándem militarmente».
«Dada la historia negativa entre estas dos potencias, este es un paso inusual», dijo el Sr. Weichert en una declaración a The Epoch Times. «Pero se tomó porque ambas naciones están sintiendo la presión de China y Rusia. El movimiento chino-ruso demuestra lo estrechamente alineadas que se volvieron esas dos potencias autocráticas».
Esa alineación, que el Sr. Weichert atribuyó a las políticas de Estados Unidos en Europa, causó preocupación a las potencias occidentales, especialmente después que China y Rusia firmaran una asociación «sin límites» en febrero, semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania, un acto de guerra que el régimen chino se abstuvo de condenar desde entonces. El máximo diplomático ruso dijo en marzo de este año que los dos países avanzarían hacia un nuevo «orden mundial» durante una visita a China.
Los vuelos conjuntos del jueves formaban parte de «las acciones cada vez más hostiles y revanchistas de China y Rusia», dijo Weichert, «que también están forzando nuevos marcos en el Indo-Pacífico» bajo los cuales Japón y Corea del Sur están trabajando juntos a pesar de las animosidades pasadas y actuales.
«Aunque sólo sea a nivel táctico, representa un avance positivo para la región y podría resultar decisivo en caso de crisis regional», añadió el experto.
Según el medio estatal chino Global Times, el ejercicio aéreo conjunto del jueves fue el séptimo de este tipo desde 2019 y el segundo desde principios de este año. En julio, Rusia y China realizaron un ejercicio conjunto en aguas japonesas e incluyó entrenamiento de combate entre las unidades navales y aéreas de las dos potencias.
Casi a finales del año pasado, las autoridades japonesas dijeron que Japón «protegería con decisión» su territorio y «seguiría de cerca la creciente cooperación entre los dos países con un sentido de preocupación».
Con información de Reuters y Jack Philips.
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