Un nuevo estudio publicado en Circulation señaló que COVID-19 puede inducir trombosis. El estudio abarcó una cohorte amplia de la población de 48 millones de adultos en Inglaterra y Gales y estimó que después de 49 semanas del diagnóstico de COVID-19, aumentó el riesgo de trombosis arterial y eventos de trombosis venosa (TEV, por sus siglas en inglés).
El equipo de investigación sugirió que las estrategias para prevenir los eventos vasculares después de COVID-19 son particularmente importantes después de un COVID-19 grave que conduce a la hospitalización y se necesitan nuevas estrategias de tratamiento simples para reducir los TEV asociados a la infección y la trombosis arterial.
Relación entre el coronavirus y los coágulos de sangre
El equipo estudió del 1 de enero al 7 de diciembre de 2020 la incidencia de trombosis arterial y TEV después de ser diagnosticado con COVID-19. Entre los 48 millones de adultos estudiados en el Reino Unido, 125,985 casos confirmados fueron de pacientes hospitalizados, mientras que 1,319,789 fueron pacientes ambulatorios dentro de los 28 días posteriores al diagnóstico de COVID-19.
El estudio reveló que 49 semanas después de infectarse con COVID-19, el riesgo de trombosis arterial y TEV en pacientes infectados con coronavirus aumentó 0.5 por ciento y 0.25 por ciento, respectivamente. Se estima que hubo un exceso de 10,500 con trombosis arterial y TEV después de 1.4 millones de diagnósticos de COVID-19.
En las visitas de seguimiento anual a 41.6 millones de pacientes, 260,279 casos fueron de trombosis arteriales primerizas, mientras que 59,421 casos fueron TEV primerizos.
El estudio respalda las estrategias de prevención y detección temprana, el control de los factores de riesgo y el uso de una acción preventiva secundaria para reducir la presión arterial y prevenir la formación de coágulos sanguíneos en pacientes de alto riesgo.
Dado que los coágulos de sangre afectan a las personas con enfermedades leves, el estudio también sugirió que se necesitan nuevas estrategias de tratamiento simples para reducir el tromboembolismo venoso y la trombosis arterial asociada a la infección.
¿Existen tratamientos disponibles?
La medicina occidental generalmente adopta anticoagulantes (diluyentes de la sangre) y terapia trombolítica (medicamentos para disolver los coágulos sanguíneos) para combatir la trombosis. Sin embargo, este método también conlleva el riesgo de efectos secundarios como sangrado y alergias.
Existe una amplia variedad de medicinas tradicionales chinas (MTC) que promueven la circulación sanguínea y eliminan la estasis. Estos medicamentos son suaves y efectivos e incluyen dong quai, raíz de dang shen, cártamo, espino, Sanqi, agripalma, peonía roja, corteza de peonía de árbol, Chuanxiong y semillas de durazno.
Superalimentos simples para reducir los coágulos de sangre
En la MTC se cree que los alimentos y los medicamentos son sinérgicos y pueden lograr el propósito de la atención médica y la prevención de enfermedades a través del despliegue y la ingesta. Algunos superalimentos simples que se encuentran en las tiendas de comestibles pueden ayudar a reducir los coágulos de sangre.
Tomates
En la terapia alimentaria, los tomates promueven la circulación sanguínea y eliminan la estasis sanguínea. Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition encontró que el concentrado de tomate después de ser diluido (WSTC), extraído de tomates maduros, puede ayudar a mantener la actividad plaquetaria normal para un flujo sanguíneo saludable.
El WSTC ejerció efectos inhibitorios obvios sobre la agregación plaquetaria inducida por el flujo de cizallamiento y alivió el flujo sanguíneo y las anomalías de la microcirculación inducidas por una reacción inflamatoria.
Pectina y flavonoides
La pectina reduce el colesterol, mientras que los flavonoides son anticoagulantes. El coloide amarillo alrededor del grano contiene hesperetina que previene la agregación plaquetaria y la aterosclerosis y mejora la circulación sanguínea. Lo puede encontrar en mermeladas o jaleas naturales.
Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition sugiere que las fibras viscosas generalmente reducen el colesterol total en humanos entre un 3 y un 7 por ciento. Las propiedades reductoras del colesterol de la pectina de fibra viscosa pueden depender de sus propiedades fisicoquímicas (viscosidad, peso molecular (MW) y grado de esterificación (DE)). La pectina con alto DE y alto PM fue importante para reducir el colesterol.
Una revisión científica publicada en Life menciona que los compuestos fenólicos, principalmente los polifenoles y los flavonoides, metabolitos secundarios que se encuentran en grandes cantidades en las plantas y en sus extractos, son potentes antioxidantes con actividad antiinflamatoria, antiplaquetaria y anticoagulante. Debido a las propiedades descritas, los extractos de polifenoles y flavonoides de las plantas podrían ser de gran utilidad tanto en la prevención como en el tratamiento de las complicaciones tromboembólicas.
Espino
El espino, mencionado en Shijian Herb, una enciclopedia de hierbas chinas en la terapia alimentaria disuelve los coágulos sanguíneos y promueve la circulación sanguínea. Los flavonoides del espino albar relajan los vasos sanguíneos periféricos, dilatan la arteria coronaria, reducen los lípidos y fortalecen el corazón.
Un artículo de revisión publicado en Front Pharmacol encontró que los extractos de espino blanco poseen propiedades cardioprotectoras y antiateroscleróticas e importantes componentes bioactivos identificados como flavonoides, polifenoles y procianidinas oligoméricas. Los mecanismos subyacentes se asocian con contenidos reducidos de lípidos séricos, supresión de la formación de placa y mantenimiento de la función normal de las células endoteliales.
Vinagre
Se sabe que el vinagre activa la circulación sanguínea y disipa la estasis sanguínea. Mejora el sistema digestivo, disuelve la acumulación, reduce la hinchazón y fortalece a los débiles mientras desintoxica y cura las llagas. En el libro Herbal Truth, el vinagre ha sido documentado durante muchos años por su uso para eliminar la estasis. También se ha utilizado para desintoxicar y mejorar el sistema digestivo.
Un estudio publicado en Lipids in Health and Disease encontró que el uso de una dosis alta de vinagre con una dieta colesterolémica causó una reducción significativa en colesterol LDL, LDL oxidado, malondialdehído, colesterol total y apolipoproteína B, en comparación con una dieta hipercolesterolémica en conejos. El resultado sugiere que el vinagre podría tener algunos efectos agudos sobre los factores de riesgo bioquímicos de la aterosclerosis y se puede considerar un valor protector probable para su uso posprandial.
Aceite de maíz
El aceite de maíz es rico en ácidos lipídicos esenciales, como el ácido láctico y el ácido linoleico, que ayudan a regular los lípidos en la sangre, a la vez que suavizan los vasos sanguíneos y previenen la trombosis.
Un estudio publicado en Journal of Lipid Research encontró que el aceite de maíz tenía un efecto beneficioso sobre la tendencia a la trombosis arterial. La vitamina K y los triglicéridos séricos habían disminuido sustancialmente después de la dieta, lo que indica que el aceite de maíz puede tener un efecto anticoagulante leve.
Notoginseng
El notoginseng (san qi) y el ginseng femenino (dong quai) también se pueden implementar como terapia alimentaria para mantener una buena salud.
Un estudio publicado en Journal of Ethnopharmacology mostró que tanto el Panax notoginseng crudo como al vapor inhibía significativamente la agregación plaquetaria y la coagulación del plasma. El Panax notoginseng al vapor tiene efectos antiplaquetarios y anticoagulantes significativamente más potentes que el extracto crudo. El resultado sugiere que el Panax notoginseng puede ser una buena fuente de compuestos principales para nuevas terapias antiplaquetarias y anticoagulantes.
Algunas hierbas mencionadas anteriormente pueden sonar desconocidas, pero muchas están disponibles en tiendas naturistas, supermercados asiáticos o se pueden encontrar en tiendas que le confiamos aquí:
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