El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Charles Q. Brown, advirtió el lunes a Irán de que «no se involucre» en el conflicto entre Israel y Hamás que estalló el pasado fin de semana.
«Queremos enviar un mensaje bastante contundente. No queremos que esto se amplíe, y la idea es que Irán reciba ese mensaje alto y claro», dijo el Sr. Brown a los periodistas durante su estancia en Bruselas, pocos días después de asumir el cargo, según Reuters.
Hamás, una organización terrorista designada por el Departamento de Estado, lanzó el sábado una serie de ataques sorpresa contra Israel, dejando cientos de israelíes muertos. El grupo también confirmó que había capturado a varios ciudadanos israelíes, mientras que su brazo armado amenazó el lunes con ejecutar a esos cautivos si Israel bombardeaba zonas de Gaza sin previo aviso.
La Casa Blanca ha dicho que Irán fue cómplice, aunque no ha proporcionado públicamente información de inteligencia que apunte a la participación directa del país en los ataques contra Israel. Sin embargo, los funcionarios han señalado que el Irán chiíta es el principal respaldo del Hamás suní y ha proporcionado al grupo entrenamiento y armas.
Cuando se le preguntó sobre cuál es el mensaje de Estados Unidos a Irán, el Sr. Brown dijo el lunes: «Que no se involucre». También comparó las recientes acciones de Hamás con los terroristas del ISIS que desbocaron en Siria e Irak a mediados de la década de 2010.
Antes de ser confirmado como máximo general estadounidense, el Sr. Brown era el subcomandante del Mando Central de Estados Unidos, que supervisa las operaciones militares en Oriente Próximo, y también supervisaba las operaciones aéreas contra el ISIS. Asumió el cargo después de que Mark Milley dimitiera como jefe del Estado Mayor Conjunto a finales del mes pasado.
Algunos funcionarios estadounidenses también han advertido que Hezbolá, respaldado por Irán y también designado grupo terrorista, podría iniciar un segundo frente en el conflicto entre Hamás e Israel. Hezbolá, con base en Líbano, se enfrentó a Israel en una guerra de un mes de duración en 2006.
Los bombardeos israelíes sobre Líbano mataron al menos a tres militantes de Hezbolá el lunes, e Israel dijo que uno de sus oficiales había muerto durante una incursión transfronteriza anterior reivindicada por palestinos en Líbano. La violencia transfronteriza marcó una expansión significativa de un conflicto entre Israel y militantes palestinos en Gaza a la frontera israelí-libanesa más al norte.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció el domingo que había ordenado el desplazamiento del Grupo de Ataque del Portaaviones USS Gerald R. Ford más cerca de Israel. Esos buques de guerra incluyen el portaaviones de la Marina estadounidense USS Gerald R. Ford, el crucero de misiles guiados USS Normandy y varios destructores de misiles guiados.
«Además, el gobierno de Estados Unidos proporcionará rápidamente a las Fuerzas de Defensa de Israel equipos y recursos adicionales, incluidas municiones», dijo Austin en un comunicado. «La primera ayuda de seguridad comenzará a desplazarse hoy y llegará en los próximos días».
En respuesta a ese anuncio, el Sr. Brown dijo que «envía un mensaje muy fuerte de apoyo a Israel. Pero también es enviar un fuerte mensaje de disuasión para contener la ampliación de este conflicto en particular».
«Nuestros movimientos de postura de fuerza no son sólo en apoyo de Israel, sino también para disuadir a cualquier otra entidad que pudiera decidir apoyar a Hamás en este conflicto particular con Israel», dijo también el Sr. Brown dando más detalles.
Ataques aéreos
El martes, Israel bombardeó la Franja de Gaza mientras Israel ha prometido tomar una «poderosa venganza» al mismo tiempo que llamaba a filas a cientos de miles de reservistas y ponía a Gaza bajo un asedio total.
La embajada de Israel en Washington dijo que el número de muertos por los ataques de Hamás del fin de semana había superado los 1000, empequeñeciendo todos los ataques islamistas modernos contra Occidente excepto los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Las víctimas israelíes eran en su inmensa mayoría civiles, abatidos a tiros en sus casas, en la calle o en una fiesta de baile al aire libre. Decenas de israelíes y algunos extranjeros fueron capturados y llevados a Gaza como rehenes, algunos desfilaron por las calles.
Desde entonces, al menos 770 gazatíes han muerto en ataques israelíes, según las autoridades de Gaza.
El próximo movimiento de Israel podría ser una ofensiva terrestre en Gaza, territorio que abandonó en 2005, tras 38 años de ocupación, y que mantiene bloqueado desde que Hamás tomó el poder allí en 2007. El asedio que anunció el lunes mantendría fuera incluso los alimentos y el combustible.
La nueva guerra desbarató los planes de los diplomáticos en un momento crucial, cuando Israel estaba a punto de llegar a un acuerdo para normalizar sus relaciones con la potencia árabe más rica, Arabia Saudí.
Los países occidentales, incluido Estados Unidos, han respaldado a Israel. En las ciudades árabes se han producido manifestaciones de apoyo a los palestinos.
Altos cargos iraníes celebraron los atentados, pero negaron un papel directo. «Besamos las manos de los que planearon el ataque contra el régimen sionista», dijo el líder supremo iraní, Ali Jamenei, en un discurso televisado mientras llevaba un pañuelo palestino, aunque dijo que las acusaciones de que Teherán estaba detrás eran falsas.
Con información de Reuters.
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