Amenaza de la tecnología 5G de China: Es hora de detener la pandemia de malware digital

Por Austin Bay
02 de junio de 2021 3:03 PM Actualizado: 02 de junio de 2021 6:46 PM

Comentario

Las pruebas cada vez mayores indican firmemente que el virus COVID-19/Wuhan se escapó de un laboratorio en la ciudad china de Wuhan en noviembre de 2019.

¿Una fuga accidental o premeditada? El motivo importa.

Sin embargo, esta cadena de eventos es segura: El incidente inicial hizo que la enfermedad se extendiera por toda China. El avergonzado régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) no alertó al mundo y, por tanto, no proporcionó información para salvar vidas. Esa decisión egoísta exportó la enfermedad al resto del planeta. En efecto, el PCCh utilizó el virus como arma biológica y económica para paralizar a otras naciones y asegurarse de que China no sufriera sola.

En mi opinión, es justo llamar a la enfermedad el virus del Partido Comunista Chino. Algunas organizaciones de noticias ejemplares ya lo hacen.

Las vidas humanas —todas las vidas humanas— son lo más importante. Sin embargo, en la era digital, los sistemas informáticos y de comunicaciones fiables también importan, y los sistemas digitales están estrechamente vinculados a la vida cotidiana de los seres humanos. Los servicios médicos de emergencia los utilizan, por lo que la comunicación digital es una cuestión de vida o muerte.

A escala mundial, China exporta, con frío cálculo y premeditación, tecnología que amenaza con corromper o destruir los sistemas informáticos, de comunicación y de control digitales. Los equipos de control y comunicaciones digitales 5G fabricados por Huawei, un conglomerado tecnológico chino con profundos vínculos con el PCCh, son un ejemplo especialmente atroz.

Los sistemas de comunicación inalámbrica de «próxima generación» 5G son un campo de batalla de la información. El 5G tiene la capacidad de conectar teléfonos móviles, Internet, el Internet de las cosas —todos los dispositivos digitales, que podrían incluir los controles de una presa hidroeléctrica (SCADA, en la jerga). ¿Qué pasaría si un terrorista o un saboteador abriera las compuertas de una gran presa en, por ejemplo, Egipto o, Dios no lo quiera, California? Si el saboteador fuera un agente chino, ¿se trataría de un acto de guerra por parte de China?

El escenario de la presa no es hiperbólico. Los servicios de defensa e inteligencia occidentales creen que los equipos y el software proporcionados por Huawei y otras empresas chinas son potencialmente armas encubiertas.

Ejemplo de ataque: El poder de control toca un teclado o activa un «disparador oculto» incrustado y —bueno, Colonial Pipeline que envía gas al sureste de Estados Unidos se apaga. O los californianos se ahogan.

La oscura tecnología china puede causar graves daños económicos y provocar alteraciones sociales a escala nacional o incluso continental.

Perspectiva histórica: Durante la Guerra Fría, el «doble uso» indicaba que un sistema de armamento podía transportar armas convencionales o nucleares. Piense en los sistemas de comunicación y control de Huawei como un caballo de Troya capaz de manejar llamadas telefónicas pero también de lanzar un ataque digital intercontinental.

La Administración Trump concluyó que el hardware de comunicaciones y control suministrado por Huawei podría contener código malicioso (malware) o «puertas traseras» incrustadas que un adversario (es decir, China) podría explotar para controlar las redes estadounidenses o aliadas.

Esta (amenaza de) epidemia digital creada por China debe ser detenida.

La Administración Trump emprendió varias iniciativas inteligentes para detenerla. Para empezar, nombró a Huawei 5G como un riesgo específico y evitó que las empresas estadounidenses hicieran negocios con Huawei. En abril de 2020, creó el programa Red Limpia. Red Limpia es un intento integral de proteger la privacidad y la información de los ciudadanos y las empresas estadounidenses «de las intrusiones agresivas de los actores malignos». Pista: China es un actor maligno.

Numerosos países se han adherido a la Red Limpia, desde los Balcanes hasta Asia Oriental. A principios de mayo de 2021, India aceptó considerar los equipos de telefonía móvil 5G occidentales y surcoreanos, pero rechazó a los fabricantes chinos.

A principios de mayo de 2021, la Agencia de Seguridad Nacional, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional publicaron un informe en el que advertían que los «organismos de regulación de normas» internacionales para 5G habían mostrado signos de «influencia indebida» por parte de «naciones adversarias» que pretendían promover su tecnología. Por desgracia, en mayo de 2021, en la era de la Administración Biden, el informe no da nombres.

Recordemos que China influyó indebidamente (con malas intenciones) en la Organización Mundial de la Salud para frenar las críticas a su gestión del COVID-19.

China está en el mismo juego con su tecnología corrupta y convertida en un arma.

Austin Bay es coronel retirado de la Reserva del Ejército de Estados Unidos, autor, columnista sindicado y profesor de estrategia y teoría estratégica en la Universidad de Texas-Austin. Su último libro es “Cocktails from Hell: Five Wars Shaping the 21st Century” (Cócteles del infierno: Las cinco guerras que marcan el siglo XXI).


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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