La familia de una adolescente de Wisconsin presentó una demanda contra el departamento del sheriff por amenazas de arresto si no retiraba sus publicaciones de Instagram relacionadas con COVID-19.
Amyiah Cohoon, una estudiante de 16 años de la escuela secundaria Westfield Area High School en Westfield, Wisconsin, comenzó a sentirse mal unos días después de un viaje escolar a Disney World y Universal Studios en Florida a principios de marzo.
Sus síntomas —que eran coherentes con la enfermedad COVID-19 causada por el virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus— se agravaron tanto que tuvo que ser llevada al hospital con graves problemas respiratorios.
Inicialmente, no pudo ser examinada debido a la falta de herramientas de pruebas adecuadas. Los médicos, sin embargo, la trataron como una paciente de COVID-19 y le pusieron oxígeno. Más tarde, el 25 de marzo, dio negativo para el virus del PCCh, pero los médicos consideraron que se debía a que el periodo de tiempo para la prueba positiva del virus probablemente había pasado. Además, dijeron, las pruebas no son 100 por ciento confiables.
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Amyiah posteó tres veces en Instagram sobre su condición, instando a sus compañeros de clase a quedarse en casa y hacerse el test si fuera necesario: una vez para informar a sus compañeros de clase que estaba enferma y entraría en autocuarentena, otra vez desde el hospital diciendo que podría tener que quedarse en la sala de emergencias, y una vez más con una foto de ella misma usando una máscara de oxígeno.
Sin embargo, el distrito escolar no estaba contento con las sinceras revelaciones de Amyiah en las redes sociales sobre su enfermedad y envió una carta a todos los padres para tratar de calmar las preocupaciones sobre el hecho de que sus hijos también contrajeran el virus.
«Déjenme asegurarles que NO hay nada de cierto en esto», decía el mensaje del administrador del distrito escolar de Westfield, Bob Meicher, según Reason.com. «Este fue un medio tonto para llamar la atención, y la fuente del rumor ha sido abordada», agregó Weicher.
Para empeorar las cosas, el 17 de marzo, el sargento de patrulla Cameron Klump del Departamento del Sheriff del Condado de Marquette, acudió a la casa de la familia Cohoon en Oxford, Wisconsin. Ordenó en nombre del sheriff Joseph Konrath que Amyiah retire la publicación de Instagram inmediatamente o, de lo contrario, «empezaría a llevarse gente a la cárcel» por alteración del orden público.
Amyiah cedió, temiendo que ella o cualquiera de su familia terminara siendo arrestados. Aún así, la familia decidió consultar al Instituto de Leyes y Libertad de Wisconsin que presentó una demanda [pdf] el jueves en nombre de la familia, alegando que el comportamiento del sheriff era una infracción a la Primera Enmienda, la libertad de expresión de Amyiah.
El instituto exigió una disculpa pública por escrito y la garantía de que Amyiah no tendría ninguna mancha y podría republicar sus experiencias con la enfermedad en las redes sociales si así lo deseaba.
Sam Hall, abogado del sheriff, dijo que el Amyiah «causó angustia y pánico» entre otros padres al afirmar que tenía el coronavirus mientras que el test de detección del virus dio negativo, informó The Sentinel.
Hall sostuvo además que «este caso no es más que la versión 2020 de gritar «fuego» en un teatro lleno de gente», refiriéndose a un ejemplo histórico en el que la Primera Enmienda no protegía la expresión.
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