AMLO celebra la independencia fomentando la dependencia estatal

Por Mamela Fiallo Flor
16 de septiembre de 2019 11:15 PM Actualizado: 16 de septiembre de 2019 11:15 PM

Cada 16 de septiembre México festeja un año más de su independencia de la corona española. Ahora que México está bajo el mandato de la «Cuarta Transformación», como AMLO denomina a su gobierno, cabe observar si en realidad se fomenta la independencia como virtud o si la dependencia es la norma.

Comenzando por la creación de una Guardia Nacional, Andrés Manuel López Obrador, pasó por encima de la Constitución y por tanto de la institucionalidad republicana. Por medio de un calco idéntico a Hugo Chávez, AMLO creó una fuerza de seguridad con el mismo nombre que surgió en Venezuela, exceptuando el toque final: Bolivariana. En el caso de Venezuela, la Guardia Nacional Bolivariana ha servido no para resguardar a los ciudadanos, sino como una custodia del gobierno para que este se perpetúe en el poder, reprimiendo a todo aquel que lo cuestione.

Pese a que el Congreso mexicano, cuya mayoría le pertenece al partido de gobierno, ya aprobó la creación de la Guardia Nacional, la justicia está evaluando su inconstitucionalidad.

Dos controversias constitucionales fueron interpuestas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contra la Guardia Nacional y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) las admitió a trámite.

La CNDH presentó al menos tres recursos por presuntas omisiones legislativas al conformarse entre ambas cámaras (Congeso y Senado): la Ley de la Guardia Nacional, la Ley Nacional de Uso de la Fuerza Pública y la Ley Nacional de Registro de Detenciones.

El desarme civil vuelve a los mexicanos dependientes del Estado para su seguridad

Mientras tanto, la vulnerabilidad de los ciudadanos se profundiza. Aunque López Obrador no fue quién efectuó el desarme civil, como lo hizo Chávez, sí lo perpetuó, de modo que la defensa de los mexicanos está cada vez más limitada a depender del Estado en lugar de velar por sí mismos.

México vive el año más violento de su historia. Pues, aunque los ciudadanos que obedecen a la ley están desarmados, los integrantes de los carteles de narcotráfico no y matan a más de 100 mexicanos por día, según el promedio actual.

«¡Estamos desarmados!», le gritó una multitud a AMLO, ante el auge de la violencia sufrida por manos del narco. A lo cual el mandatario respondió que el narco también es pueblo y por tanto no se le puede atacar.

La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México destruyó la confianza

Luego en la esfera económica, en lugar de fomentar la inversión, la administración actual ha desalentado la inversión extranjera, cancelado proyectos que propiciarían el desarrollo, ha monopolizado la inversión de infraestructura e incluso ha gastado fondos de los contribuyentes para subsidiar empleos en grandes empresas.

El caso más simbólico de la dependencia al Estado que fomenta AMLO es la cancelación de la licitación de la refinería Dos Bocas. El gobierno asumió el gasto de 160.000 millones de pesos (más de 8000 millones de dólares), la petrolera nacional, Pemex, se hará cargo del proyecto pese a su exorbitante deuda actual.

Después siguió espantando la inversión al cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que ya estaba completado en un 33%.

Al respecto, PanAmPost consultó con Rodolfo Sosa Cordero, ingeniero mecánico con maestría en aeronáutica, economista y autor del Blog México LIbertario, y de las páginas de Facebook México Liberal Pragmático y Puma Capitalista.

Sosa explica que a los contratistas se les indemnizó la cancelación de sus contratos con tenedores de bonos por 6000 millones de dólares que se habían emitido para financiar el proyecto. El gobierno sacó 1800 millones y el resto lo seguirán pagando los mexicanos mediante un impuesto por el uso del AICM actual. «Por 20 años, sin que recibamos a cambio un aeropuerto de primera. Esto no le importó (a AMLO), pero el mayor costo de la cancelación del NAIM fue que destruyó la confianza, y creó un entorno de incertidumbre», explica. 

Así, AMLO le cerró una puerta más hacia el mundo a México, país que hoy figura en el último lugar en el índice de confianza para la inversión extranjera, al cual las principales calificadoras de riesgos del mundo señalan va en caída.

«El Gobierno aporta los recursos» para tapar el desempleo

El último aspecto a señalar en el plano económico es el programa  ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’. En lugar de que las empresas, muchas de ellas multinacionales de vasta producción, inviertan en la formación y salario de sus empleados, el Estado mexicano -con los impuestos del sector productivo- designará 2,5 millones de dólares al programa. Alegando «resolver» el fenómeno de los «nini», -jóvenes que ni estudian ni trabajan-, el mandatario mexicano propuso que el Estado nacional use los impuestos ciudadanos para pagar a las empresas y que estas a su vez contraten a los jóvenes.

«Esto es un programa gubernamental donde damos el apoyo y el Gobierno aporta los recursos, debe existir un diálogo muy fluido con recursos humanos y asegurar que a los jóvenes el Gobierno le pague», señala Joan Prats, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Comunicación.

En la Cuarta Transfomación, terminaron las becas por mérito para combatir la «desigualdad» y premiar la mediocridad. Finalmente, y no por ello menos importante, está el impacto en el plano educativo. El Estado nacional financiará el culto a la mediocridad fomentado por el gobierno de la Ciudad de México, presidido por la coidearia de AMLO, Claudia Sheinbaum, quien puso fin a las becas por mérito e instauró una beca para todos los estudiantes primarios y secundarios.

«Antes había una beca que se llamaba, Niños y Niñas Talento, que solo se le daba a algunos niños y niñas de nueve y 10 de promedio, y nosotros decidimos que esta es una beca que promovía desigualdades», dijo la jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

«Así que ahora con un esfuerzo muy grande, gracias al presidente de la República que ha asumido varios programas sociales que había en la Ciudad, ahora niños y niñas de primaria y secundaria van a tener un apoyo de 330 pesos mensuales universal en toda la educación básica», agregó.

«Utilizar la educación para adoctrinar es un riesgo muy grande, con ese tipo de libros y con maestros que estén en la misma línea. Eso fue una pelea muy grande del siglo pasado desde la laicicidad. La educación debe estar exenta de fanatismos, porque no solo es laica desde un sentido religioso», afirma Roberto Rodríguez, investigador de la UNAM.

Entonces, mientras los mexicanos festejan su independencia, el gobierno y sus dignatarios fomentan la dependencia, monopolizando en el Estado funciones del sector privado, glorificando a regímenes esclavizadores y fomentando desde la infancia el culto al Estado.

Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.

Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.

 

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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