Hasta 1.5 millones de padres que trabajan podrían salir del mercado laboral a medida que más hogares estadounidenses reciban el beneficio ampliado del Crédito Tributario por Hijos (CTC), según un nuevo estudio.
Según un análisis reciente (pdf) del economista Bruce Meyer de la Universidad de Chicago, aproximadamente el 2.6 por ciento de los padres podrían abandonar la fuerza laboral después de recibir cheques de prestaciones mensuales basados en los ingresos familiares.
Bajo el Plan de Rescate Americano que se aprobó en marzo, los legisladores expandieron el CTC de USD 2000 a hasta USD 3600 por niño. La mitad de los fondos del CTC se enviaron a hogares o se depositaron en cuentas bancarias en forma de cheques mensuales de julio a diciembre. Los padres no están obligados a trabajar para recibir el CTC y sus pagos mensuales.
Meyer explicó que algunos padres podrían optar por dejar de trabajar debido a los pagos y si pueden reunir suficiente dinero de la asistencia pública y de familiares y amigos.
“La expansión propuesta eliminaría los fuertes incentivos laborales bajo el CTC anterior; Básicamente, eliminaría un crédito fiscal que fomentaba el trabajo y lo reemplazaría con algo que lo desanime”, dijo Meyer a CBS MoneyWatch.
Añadió que sería «una buena idea» insertar un requisito de trabajo. El economista respaldó la propuesta del senador Joe Manchin (D-W.Va.) de exigir el prerrequisito de estar empleado.
Como parte del CTC anterior, los beneficiarios debían trabajar para recibir el crédito completo.
Aun así, Meyer anticipa que el crédito fiscal, incluso si 1.5 millones de padres dejaran sus trabajos, aliviaría la pobreza infantil. Proyectó que la pobreza infantil podría disminuir en un 22 por ciento debido a los pagos.
Otros cuestionan su sugerencia de que más de un millón de padres trabajadores enviarían sus cartas de renuncia.
Investigadores del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia argumentaron en un documento reciente (pdf) que los datos muestran que los pagos del CTC no han tenido un impacto notable en las nóminas o en la tasa de participación de la fuerza laboral.
“Los datos del mundo real inmediatamente después de la expansión del CTC no respaldan las afirmaciones de que la eliminación de la parte de introducción paulatina del CTC ha desalentado el trabajo entre los padres de manera significativa”, afirmaron los investigadores.
En declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One el 17 de diciembre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que el presidente Joe Biden podría duplicar los pagos del CTC en febrero si se promulga en enero el plan de gasto social y cambio climático de 1.75 billones de dólares.
«Si lo conseguimos en enero, hemos hablado con los funcionarios del Tesoro y otros sobre la posibilidad de hacer los pagos dobles en febrero como una opción», dijo a la prensa. «El presidente quiere que esto avance. Es una prioridad para él en cuanto vuelva el Congreso».
Si bien la administración y los demócratas quieren extender los pagos como parte del impulso legislativo, no se garantiza que el proyecto de ley se apruebe a causa de las dudas de Manchin. Además, muchos congresistas demócratas han admitido que no tienen un plan de respaldo considerable para mantener los pagos mensuales antes de su vencimiento.
En última instancia, los expertos admiten que Estados Unidos, durante muchas décadas, se ha abstenido de ofrecer variaciones de ingresos básicos similares a los pagos de CTC. Por tanto, afirman, todavía hay muchas incógnitas e incertidumbres.
El cuidado infantil tiene un costo financiero
Para muchos padres, podría ser económicamente beneficioso renunciar a sus puestos, ya que las guarderías son costosas.
No es ningún secreto que el costo del cuidado infantil es elevado. Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), el precio de las guarderías se incrementó un 2.7 por ciento interanual en noviembre.
Las familias de todo el país gastan un promedio de USD 8355 por niño en el cuidado infantil durante todo el año, y algunas estimaciones llegan a los USD 16,000.
“Los costos mensuales del cuidado infantil pueden parecer un pago hipotecario adicional, especialmente si vive en un área costosa o tiene más de un hijo”, dijo Ted Rossman, analista senior de la industria de Bankrate, en un comunicado de prensa.
El Plan Familias Estadounidenses de Biden tiene propuestas para disminuir los precios del cuidado infantil. Para los hogares que ganan menos de 1.5 veces el nivel de ingresos medio del estado, no pagarían por el cuidado de niños. Otros que ganan por encima de ese nivel no pagarían más del 7 por ciento de sus ingresos en cuidado infantil.
Lo último de la gran renuncia
Los empleadores se enfrentan a una gran cantidad de desafíos en esta economía y el trabajo ha sido uno de los principales obstáculos en este mercado.
Según el BLS, alrededor de 4.2 millones de estadounidenses renunciaron a sus trabajos en octubre, ahora hay casi 39 millones que han dejado sus trabajos en los primeros 10 meses de 2021.
Se espera que en 2021 se establezca un nuevo récord si los trabajadores dejan sus empleos a niveles comparables en noviembre y diciembre.
La denominada tasa de abandono de los trabajadores del sector público y privado es alta por muchas razones. Muchas personas están renunciando debido a preocupaciones sobre contraer el coronavirus, no pueden encontrar o pagar el cuidado de sus hijos o de sus padres ancianos, o han encontrado oportunidades de empleo con una mejor compensación.
De hecho, el número de vacantes en Estados Unidos llegó a los 11 millones en octubre. Las vacantes se han concentrado en los sectores de la educación, hoteles, manufactura y restaurantes.
Los expertos sostienen que el péndulo del mercado laboral se ha inclinado hacia los trabajadores. Como resultado, las empresas han estado aumentando los salarios, ampliando sus ventajas y beneficios e introduciendo una amplia gama de bonificaciones para atraer talento.
“A medida que las empresas enfrentan escasez de mano de obra, los empleadores están haciendo un gran esfuerzo para contratar trabajadores ofreciendo bonificaciones, beneficios adicionales y, lo más importante, una mayor compensación en la distribución de ingresos”, afirmó recientemente Morgan Stanley en una nota de investigación.
Cuando las empresas no pueden encontrar candidatos, los empleadores están haciendo todo lo posible para retener a su personal actual. Esto, señalan los analistas de mercado, es parte de la razón por la cual las solicitudes iniciales de desempleo se han mantenido en un mínimo de cinco décadas. Las empresas están demasiado asustadas para despedir a sus empleados en este entorno.
Según un estudio del grupo de expertos Conference Board, las empresas privadas están destinando el 3.9 por ciento de sus presupuestos de nómina a aumentos salariales en 2022, el mayor aumento desde 2008.
El informe señaló una tendencia única a medida que las empresas intentan limitar las tasas de rotación récord. Muchos de los aumentos salariales se otorgarán a los empleados actuales.
Mientras tanto, la encuesta de Conference Board informó que el 39 por ciento de las empresas revelaron que están aumentando sus ingresos para mantenerse al día con la inflación creciente.
«El rápido aumento de los salarios y la inflación están obligando a las empresas a tomar decisiones importantes con respecto a su enfoque en los salarios, la contratación y la retención de personal», dijo en el informe el economista jefe de Conference Board, Gad Levanon. “En particular, es probable que las empresas suban los salarios de forma agresiva para sus empleados actuales o se arriesgarán a que las tasas de retención sean aún más bajas». Después de no ser un tema en la determinación de los salarios durante varias décadas, los ajustes considerables por el coste de la vida pueden estar volviendo”.
“Al mismo tiempo, los líderes empresariales tendrán que decidir cuándo traspasarán los costos laborales adicionales a los consumidores a través de aumentos de precios. Esa decisión, en relación con las estrategias de la competencia, podría afectar las cuotas de mercado de las empresas”.
Esta evolución podría persistir de cara al próximo año. Una encuesta reciente de CareerArc/Harris Poll descubrió que el 23 por ciento de los estadounidenses con empleo tienen la intención de dejar su trabajo en los próximos 12 meses, ya que un número considerable desea mejores condiciones laborales y quiere un salario más alto.
JPMorgan Chase advirtió recientemente que esta escasez de mano de obra podría persistir durante años, citando una serie diversa de factores. El estratega global en jefe de JPMorgan, David Kelly, aludió a la jubilación de los baby boomers, la caída del número de inmigrantes y el desajuste de habilidades como parte de los factores culpables por la falta de trabajadores.
«Todas estas fuerzas deberían resolver gradualmente el actual exceso de demanda de mano de obra», afirmó Kelly en una nota de investigación. «Sin embargo, salvo una recesión, este proceso podría llevar años».
La Fed está preocupada por la amenaza salarial en 2022
Este mes, muchos expertos, desde analistas de Wall Street hasta los principales responsables de la formulación de políticas económicas, han dado la voz de alarma sobre una de las mayores amenazas en la economía el próximo año: Un «impulso salarial» por parte de los trabajadores en 2022 que podría contribuir a mayores presiones inflacionarias.
Si bien reconoció sus preocupaciones por el repunte de la inflación, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, explicó que el aumento de los salarios ha generado un «mayor efecto sobre la inflación y [es] más persistente».
Reveló que uno de los factores notables que determinaron una subida de tipos fue el índice de costes laborales (ECI) que se publicó en octubre. El informe descubrió que los costos laborales por hora aumentaron a un ritmo «muy alto», un 5.7 por ciento durante los últimos tres meses.
Durante los últimos 12 meses, los ingresos medios por hora aumentaron un 4.8 por ciento a 31.03 dólares.
“Si tuviéramos algo en lo que los salarios reales estuvieran persistentemente por encima del crecimiento de la productividad, eso presionaría al alza a las empresas, y éstas subirían los precios”, dijo Powell. “No lo vemos todavía. Pero con los datos en caliente que nos está entregando el mercado laboral, los salarios que estamos viendo, es algo a lo que le estamos prestando atención”.
«Por lo general, en todas las demás expansiones, lo que ocurre es que no hay suficientes puestos de trabajo y la gente no puede encontrarlos», añadió. «Lo que necesitamos es otra larga expansión, como las que hemos tenido en los últimos 40 años».
El director del banco central de EE.UU. reconoció que muchos estadounidenses no quieren regresar a la fuerza laboral debido a preocupaciones médicas, la escasez de opciones para el cuidado infantil y para el cuidado a las personas mayores.
«La relación entre las ofertas de empleo, por ejemplo, y las vacantes está en máximos históricos, los salarios, todas esas cosas están aún en caliente», dijo.
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