Análisis de noticias
Bélgica, basándose en su población de 11 millones y su tamaño geográfico de 30,500 kilómetros cuadrados, se considera un país pequeño entre las 195 naciones soberanas del mundo.
Pero mirando su número actual de muertes e infecciones confirmadas debido al virus del PCCh, Bélgica tiene una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.
A fecha del 23 de abril, el número de infecciones confirmadas en Bélgica anunciadas fue de 42,797; el número de muertes fue de 6490, lo que hace que la tasa de mortalidad sea de aproximadamente el 15 por ciento. Esto sitúa la tasa de mortalidad de Bélgica por encima de regiones duramente afectadas como Estados Unidos, España, Italia y el Reino Unido.
¿Por qué Bélgica está experimentando una situación tan grave?
El artículo editorial del Epoch Times «Donde hay vículos cercanos con la China comunista, aparece el coronavirus», sugiere que «las regiones más afectadas fuera de China comparten un hilo común: relaciones cercanas o lucrativas con el régimen comunista de Beijing».
La situación en Bélgica no es una excepción. De hecho, Bélgica ha tenido estrechos lazos con el régimen comunista chino, desde la familia real hasta el gobierno, durante muchos años.
Dos de los puertos más importantes de Bélgica se han suscrito a la iniciativa de la Franja y la Ruta de Beijing (BRI, también conocida como La Franja y la Ruta), un ambicioso proyecto para aumentar la influencia geopolítica mediante la financiación de proyectos de infraestructura en toda Europa, África y Asia central y meridional.
La ubicación geográfica de Bélgica es estratégicamente ventajosa. Limita al norte con los Países Bajos, al sur con Francia y Luxemburgo, al este con Alemania y al oeste con el Mar del Norte.
El puerto más grande de Bélgica, Amberes, está cerca del centro de producción y consumo de Europa. Tal centro logístico fue codiciado por Beijing.
En julio de 2015, el puerto de Amberes creó un grupo de trabajo de «la Franja y la Ruta», firmando un acuerdo con empresas chinas para construir un «Centro de Comercio Internacional y Logística China-Europa-África».
A continuación, la autoridad portuaria de Amberes firmó acuerdos de «hermanamiento de puertos» o memorandos de entendimiento con puertos de Shanghai, Shenzhen, Ningbo, Tianjin, Qingdao y Dalian.
En mayo de 2018, el primer tren de la ruta de la seda procedente del puerto chino de Tangshan llegó a Amberes como parte de un enlace ferroviario directo entre los dos países.
Mientras tanto, el centro de entrenamiento del puerto de Amberes entrenó a unos 3800 expertos marítimos chinos.
El puerto de Zeebrugge, en la costa norte de Bélgica, es el segundo puerto comercial más importante de Bélgica. Está cerca de Gran Bretaña a través del estrecho. Hoy en día, todavía hay conexiones de ferry entre Zeebrugge y los puertos británicos de Hull y Dover.
Como parte de la iniciativa de la Franja y la Ruta, la empresa naviera estatal china Cosco también firmó un acuerdo en noviembre de 2017 para adquirir participaciones de control de la terminal de contenedores de Zeebrugge.
Sin embargo, Kris Peeters, entonces viceprimer ministro de Bélgica, dijo en la ceremonia de firma en enero de 2018 que el acuerdo «contribuye a fortalecer el comercio entre Bélgica y China, y a [afianzar] la posición internacional del puerto de Zeebrugge».
Cooperación entre la inversión china y la tecnología europea
La fábrica de automóviles Volvo Car Gent, situada en el distrito portuario de Gante, en el oeste de Bélgica, tiene una superficie de más de 490,000 metros cuadrados. El mayor fabricante de coches belga fue fundado en 1965, y fue la primera planta europea de Volvo fuera de Suecia. Ford Motor compró Volvo en 2009 por 6450 millones de dólares. Pero Ford tuvo problemas durante la crisis financiera mundial en 2008, y comenzó a vender activos. En 2010, Ford vendió Volvo al Grupo Geely de China por 1800 millones de dólares, que se convirtió en la primera empresa china en poseer una marca multinacional de automóviles de primera calidad.
En abril de 2014, el líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, visitó la fábrica de Volvo en Gante, acompañado por el rey Felipe de Bélgica. Xi y el rey belga dieron a conocer conjuntamente el coche número 300,000 de la compañía exportado a China.
Con la creciente popularidad de Volvo en el mercado chino, la producción de automóviles de la marca sigue alcanzando nuevos niveles y la fábrica de automóviles de Volvo se ha convertido gradualmente en el punto de apoyo de la disposición global de Geely.
Geely recibió la aprobación del gobierno chino para construir una nueva planta de Volvo en Daqing, en la provincia china de Heilongjiang, en 2011. Los ingenieros de la fábrica de Gante aportaron sus conocimientos técnicos para garantizar que la nueva planta tuviera la misma calidad y competitividad que las demás plantas del mundo.
El vicegobernador de Heilongjiang, Hao Huilong, dijo: «La planta de Daqing está mostrando un impulso de crecimiento positivo gracias a la tecnología de producción de automóviles de vanguardia de Volvo».
En mayo de 2017, el entonces viceprimer ministro belga, Kris Peeters, viajó a China para asistir al Foro de la Cumbre de Cooperación Internacional de «la Franja y la Ruta». Durante la visita, hizo un viaje especial a Daqing para presenciar el lanzamiento de la operación de prueba del sedán de lujo S90 de Volvo, que se estaba trasladando a la fábrica de Gante a través del tren especial centroeuropeo «Overland Silk Road».
El 30 de mayo, un lote de automóviles Volvo S90 producidos en Daqing se transportó al puerto de Zeebrugge (Bélgica) por el ferrocarril Asia-Europa y se trasladó a Gante. Poco después, un gran número de nuevos automóviles de lujo Volvo fabricados en China se distribuyeron al mercado europeo desde la fábrica central de automóviles de Gante.
En junio de 2017, el primer ministro chino Li Keqiang, acompañado por el entonces primer ministro Charles Michel, visitó la Exposición de Logros de Innovación de Geely Volvo. Los dos líderes vieron el modelo Volvo S90 producido en la planta de Daqing embarcando en el tren China-Europa hacia Bélgica. Las fluidas relaciones entre los líderes de ambos países aseguraron que no hubiera obstáculos para la venta de automóviles Volvo fabricados en China en los países europeos.
En julio de 2019, el primer lote del modelo XC60 de Volvo fue enviado a Gante desde la planta de Chengdu en China, la tercera planta de Volvo en el país.
Geely gastó 1800 millones de dólares para comprar Volvo. ¿Podría competir en el mercado europeo? ¿Podría permitirse la tecnología de producción automotriz más avanzada del mundo que se actualiza continuamente? Esto era todavía muy incierto en ese momento. Pero ahora parece que China ya tiene lo que quiere. Al mismo tiempo, la marca de automóviles sueca, propiedad de China en un 100 por cien, ha mostrado plenamente los productos de alta calidad «Made in China» en Europa y en el mundo. Esta es precisamente la influencia que el régimen chino quiere lograr para impulsar su iniciativa de la Franja y la Ruta.
La fábrica de Volvo Car Gent fue elogiada por Xi Jinping en abril de 2014 como «un modelo de cooperación económica y tecnológica entre China, Bélgica y Suecia».
La industria automotriz belga que busca la inversión y la cooperación comercial con China no es de ninguna manera un modelo para nada. En cambio, es un modelo a seguir que puede ser comparado con el proverbio chino «recoge una semilla de sésamo solo para perder una sandía», que significa concentrarse en pequeñas ganancias a expensas de las más importantes.
Muchos Estados miembros de la UE expresaron que el proyecto BRI va en contra de la propuesta de libre comercio de la UE porque estas empresas chinas están subvencionadas por el gobierno chino. Por lo tanto, tienen ventajas injustas en la competencia con las empresas europeas, y es imposible lograr una situación en la que todos salgan ganando.
Políticos clave abogan por la iniciativa de la Franja y la Ruta
Kris Peeters, viceprimer ministro y ministro de Economía y Empleo de Bélgica de 2014 a 2019, visitó China en numerosas ocasiones. Declaró en varias ocasiones que Bélgica está dispuesta a colaborar con Beijing para contribuir a la BRI.
El 23 de marzo de 2017, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AIIB) aprobó el ingreso de 13 nuevos miembros, incluida Bélgica, con lo que el total de miembros del banco asciende a 70.
Peeters elogió dicha medida, diciendo: «Creemos que el AIIB tiene la ambición de dar el ejemplo a otros bancos de desarrollo en China y en el extranjero adoptando normas mundiales sólidas con respecto a la viabilidad económica, la sostenibilidad fiscal, el clima, el medio ambiente y la sostenibilidad social».
Durante una entrevista con la Agencia de Noticias Xinhua, Peeters aclamó la BRI como «una gran visión».
«Para que tengan éxito, deben desarrollarse junto con todos los interesados, no solo con los gobiernos nacionales y regionales y los operadores económicos, sino también con las comunidades locales que se verán más directamente afectadas», dijo.
El 27 de marzo de 2018, cuando Peeters asistió a una ceremonia en la fábrica de Volvo en Gante, elogió la marca china Geely en Bélgica y criticó al gobierno de Trump por aumentar los aranceles a los productos chinos como un proteccionismo comercial «imprudente».
Del mismo modo, el ex primer ministro belga Yves Letem también es un entusiasta defensor de que Bélgica se convierta en socio de la BRI de China.
En una entrevista exclusiva con el Southern Metropolis Daily, un medio de comunicación estatal chino, el 27 de octubre de 2019, Letem dijo que Bélgica es una puerta de entrada al mercado europeo, así como un importante centro logístico en Europa. Los puertos belgas ofrecen excelentes conexiones con los principales centros europeos de consumo y producción. Propuso al gobierno belga acelerar la evaluación de la viabilidad de unirse al marco de la BRI. También reveló que los líderes belgas ya lo habían «puesto en la agenda» y que habían iniciado las negociaciones.
Peeters y Letem habían hecho varias apariciones a favor de dicho proyecto cuando el PCCh promovió la BRI en todo el mundo, instando a otros estados miembros de la UE a participar en la iniciativa. Esto es muy raro entre los líderes europeos.
Ayudar al PCCh con su lavado de cerebro
Beijing ha abierto seis Institutos Confucio en Bélgica hasta ahora. Además, más de 50 escuelas en Bélgica que ofrecen cursos de idioma chino utilizan los libros de texto proporcionados por el PCCh, lo que significa que son materiales de lavado de cerebro compilados por el régimen.
En los últimos años, los dos países realizan más de 100 programas de intercambio cultural al año en temas relacionados con la música, el arte y las actuaciones culturales. El Centro Cultural de China en Bruselas, fundado en 2015, es un participante activo.
En agosto de 2017, China emitió un sello conmemorativo de «la Franja y la Ruta». Un mes después, el Instituto Confucio de la Universidad de Lovaina en Bélgica celebró el «Día Mundial del Instituto Confucio» para promover los intercambios culturales sino-belgas.
Erik Famaey, tesorero del Consejo Económico y Comercial Belga-Chino (BCECC), habló en dicha exposición, presentando la BRI como un «proyecto histórico» que «beneficia no solo a Asia sino a otras regiones del mundo». El BCECC, establecido en los años 80, es la principal asociación empresarial belga que aglutina a entidades que hacen negocios en China o con China.
Sin embargo, todos los expertos en China que tienen un profundo conocimiento del PCCh saben que la BRI no es ciertamente solo una iniciativa económica o un proyecto económico. Beijing quiere extender su influencia en todo el mundo utilizando su BRI para infiltrarse en la política, la diplomacia, el ejército, la defensa, la cultura y la educación de otras naciones. Las principales tareas de los consulados chinos y los Institutos Confucio en otros países son aprovechar todas las oportunidades para promover la BRI y dar glamour a la «historia de China».
Según un informe del 2 de abril de Xinhua News, Xi Jinping tuvo una conversación telefónica con el rey Felipe, en la cual el rey belga dijo que China toma la iniciativa para poner bajo control el brote del virus del PCCh, y que su experiencia es de importante valor para otros países que luchan contra la pandemia.
«Observando que China ha estado apoyando y contribuyendo a la lucha de otros países contra la enfermedad, el rey Felipe dijo que Bélgica aprecia la provisión de suministros de protección médica de emergencia por parte de China, y que está dispuesta a colaborar con China en el desarrollo de medicamentos», escribió Xinhua.
La Agencia de Noticias Xinhua es el portavoz oficial del PCCh. Es difícil para el mundo exterior verificar si el rey Felipe realmente hizo tales declaraciones. Esas palabras parecen repetir cual loro la narrativa del PCCh. Sin embargo, su estrecha relación con el PCCh es evidente.
Poco después de la conversación telefónica, el Brussels Times informó que tres millones de mascarillas entregadas a Bélgica desde China fueron rechazadas porque no cumplían con los estándares de calidad.
Un informe de Xinhua citó a Xi diciendo que China «reforzaría las medidas de control de calidad y proporcionaría tantos recursos como pudiera para la lucha mundial contra la enfermedad». ¡Qué ironía!
La promesa de Xi y las mascarillas de mala calidad enviadas a Bélgica prueban que el PCCh no es digno de confianza. Quien crea en el PCCh traerá grandes problemas.
En Bélgica, tanto la familia real como los políticos clave están abogando por el proyecto de la BRI. Se dice que su gobierno ha puesto la negociación de la cooperación con la BRI en un lugar prioritario de la agenda.
Italia fue el primer país del G7 en unirse a la BRI, a pesar de la oposición de otros líderes de la UE. Es uno de los países más afectados por la pandemia. Más de 25,000 italianos han muerto por el virus del PCCh hasta ahora. El brote en Bélgica es igual de grave. Es una advertencia para Bélgica: manténganse alejados del PCCh.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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