Análisis de noticias
La imputación al expresidente Donald Trump, por cargos relacionados con su posesión no autorizada de documentos clasificados, ha introducido un comodín en la campaña presidencial de 2024 que casi asegura otras elecciones marcadas por acusaciones de irregularidades contra un candidato importante.
Un día después del anuncio del 8 de junio sobre la presentación de cargos penales por parte del Departamento de Justicia (DOJ), los partidarios y detractores del expresidente se ubicaron en sus bandos predecibles.
Los candidatos republicanos a la nominación presidencial de 2024, incómodamente situados en el medio, tuvieron que elegir entre atacar directamente a su oponente más fuerte o moderarse para evitar enfadar a su formidable base de leales.
Para Trump, que no es ajeno a la controversia, la acusación podría ser tanto una bendición como una maldición.
Beneficios y perjuicios a Trump
La acusación ayuda y perjudica a Trump, según algunos estrategas políticos. Es probable que energice a sus principales seguidores, pero también puede imponer limitaciones en su horario y capacidad para hablar públicamente sobre el asunto.
“Es una excelente manera para que Trump recaude fondos y refuerce su base”, le dijo a The Epoch Times el analista legal y político Andrew Lieb. “De hecho, nos enteramos de la acusación porque Trump nos lo dijo, y luego nos lo dijo su súper PAC”.
“En un sentido macro, va a ser muy, muy perturbador ya que, a los jueces, en particular a los jueces federales, no les importará qué obligaciones tiene Trump”, agregó Lieb. “Así que tendrá que adaptarse a su horario. Y es probable que haya una orden de confidencialidad”.
A corto plazo, es poco probable que la acusación perjudique el apoyo a Trump, según la estratega política y organizadora Amani Wells-Onyioha.
“Durante este tiempo, hemos visto a Trump en las noticias casi todos los días por acusaciones, ha sido el primer expresidente en enfrentarse a cargos criminales, y aun así, sigue liderando las encuestas por un amplio margen», dijo Wells-Onyioha a The Epoch Times.
“Incluso si está acusado y tras las rejas, teóricamente podría ser nuestro presidente”, agregó Wells-Onyioha. “Dado todo esto, podemos esperar que Trump continúe con su campaña para 2024, y es poco probable que veamos una caída importante en sus encuestas”.
Sin embargo, la acusación ha producido grietas en lo que antes había sido un inexpugnable muro rojo de apoyo por parte del Partido Republicano.
Guerrero herido
Varios congresistas republicanos han seguido apoyando a Trump, utilizando la acusación como un motivo para atacar a su principal oponente político, el presidente Joe Biden.
“Joe Biden ha utilizado su Departamento de Justicia… esta noche para acusar a su principal oponente político, Trump. Ha pisoteado el estado de derecho para beneficiarse a sí mismo. Ha llevado al país a un peligro profundo”, escribió el senador Josh Hawley (R-Mo.) en Twitter.
“Este es nuestro sistema de justicia de dos niveles en plena exhibición”, escribió el senador Bill Hagerty (R-Tenn.) en Twitter. “El Departamento de Justicia de Biden entierra las investigaciones al presidente Biden y su familia mientras acusa a sus rivales políticos. Hacer que Estados Unidos parezca una república bananera es increíblemente irresponsable”.
Entre los republicanos que compiten contra Trump por la nominación presidencial de 2024, el cálculo político es diferente. Aunque Trump es su oponente, atacarlo corre el riesgo de alejar a su formidable base política.
Dos candidatos han estado dispuestos a correr ese riesgo.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dijo que los problemas legales de Trump eran “heridas autoinfligidas”, lo que lo convertía en una mala elección para 2024.
“Devuelvan los documentos y dejen de hacer esto”, dijo Christie en una entrevista televisada el 9 de junio en Fox News. “¿Por qué tienes que ser el centro de atención negativa todo el tiempo? ¿Por qué tienes que estar enojado todo el tiempo? Y eso es lo que ha hecho Donald Trump”.
Refiriéndose a la acusación federal, Christie agregó: “Ese es el peso que tendrá que llevar Donald Trump si es el candidato a las elecciones generales en noviembre. ¿Y por qué queremos correr ese riesgo?”
“Las acciones de Donald Trump, desde su desprecio deliberado por la Constitución hasta su falta de respeto por el estado de derecho, no deberían definir a nuestra nación ni al Partido Republicano”, dijo el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, en un comunicado emitido el 8 de junio. “Esto reafirma la necesidad de que Donald Trump respete la oficina y termine su campaña”.
Otros candidatos han dudado en atacar a Trump directamente, prefiriendo descargar su ira en el Departamento de Justicia.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, segundo en las encuestas detrás de Trump en la carrera primaria, dejó pasar la oportunidad de criticar al favorito.
“La instrumentalización de la ley federal representa una amenaza mortal para una sociedad libre. Durante años hemos sido testigos de una aplicación desigual de la ley según la afiliación política de las personas. ¿Por qué tanto celo por perseguir a Trump, pero tanta pasividad con Hillary o Hunter?, escribió DeSantis en Twitter, prometiendo responsabilizar al Departamento de Justicia si es elegido.
La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien se desempeñó como embajadora de Trump ante las Naciones Unidas, también atacó al sistema en lugar de a su exjefe.
“Así no es como se debe buscar la justicia en nuestro país”, escribió en Twitter. “El pueblo estadounidense está agotado por la extralimitación de la fiscalía, el doble rasero y la política de vendetta. Es hora de ir más allá del drama y de las distracciones interminables”.
Eso es un error, según Lieb.
“Muestra la debilidad de los otros candidatos republicanos”, dijo Lieb. “Trump es débil. Está caído ahora, y ¿por qué no lo pisotean? Están demostrando que son el segundo violín de su Alfa. Son su Beta”, dijo Lieb.
La base de Trump puede ser suficiente para ayudarlo a ganar las elecciones primarias, pero no es suficiente para las elecciones generales, según Lieb. En ese caso, otros candidatos republicanos tendrían que capturar los votos indecisos dentro del partido.
“El mayor golpe que sospecho que [Trump recibirá] por esta acusación reciente es que puede perder el voto republicano indeciso”, dijo Wells-Onyioha.
Sombras de 2016
Irónicamente, los cargos contra Trump son similares a las acusaciones formuladas contra su oponente de 2016, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, por su uso del correo electrónico. Ambos se centran en el mal manejo de documentos gubernamentales clasificados.
Clinton había utilizado un servidor de correo electrónico privado durante su mandato en el Departamento de Estado, una práctica que, según dijo, había sido utilizada por sus predecesores debido al bajo rendimiento del servidor de correo electrónico del Departamento.
Trump, entre otros, consideraron esto como una acción descuidada en el mejor de los casos y criminal en el peor. Sus acciones podrían haber permitido a los piratas informáticos acceder a documentos del gobierno, dijeron, y pueden haber violado la ley al almacenar material clasificado de manera inadecuada.
El FBI abrió una investigación sobre el manejo de los correos electrónicos de Clinton en julio de 2015. Un año después, el entonces director del FBI, James Comey, anunció que no se presentarían cargos.
Para entonces, Trump había apodado a Clinton «Crooked Hillary» (Hillary la corrupta), y el cántico «Lock her up» (Enciérrenla) se convirtió en un grito de guerra entre sus partidarios.
Comey anunció que la investigación sobre los correos electrónicos de Clinton se reabrió el 28 de octubre de 2016, reavivando la controversia menos de dos semanas antes de las elecciones. Antes de ese anuncio, Clinton había superado a Trump en las encuestas nacionales por un 5.9 por ciento. Una semana después, su ventaja se había reducido en un 3 por ciento.
No se presentaron cargos contra Clinton.
El exvicepresidente Mike Pence resumió las probables consecuencias de la acusación en una entrevista radial del 9 de junio con Hugh Hewitt.
“Creo que esto va a ser terriblemente divisivo para el país”, dijo.
Vea a continuación:
CRONOGRAMA: El caso de los registros presidenciales de Trump
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