UVALDE, Texas— El agente jubilado de operaciones especiales de la Patrulla Fronteriza, Jim Volcsko, se dedicaba a entrenar a agentes policiales para enfrentar escenarios de tiradores activos.
Durante años formó parte de la unidad táctica de la Patrulla Fronteriza llamada BORTAC, similar a un equipo SWAT, en la región de Uvalde y Del Río. Un antiguo colega de Volcsko, un agente activo de BORTAC, fue quien disparó mortalmente al sospechoso en la escuela primaria Robb de Uvalde, el 24 de mayo.
Volcsko dijo que un tirador activo es una de las situaciones más peligrosas a las que se puede enfrentar un agente de la ley y no quiso especular sobre la situación específica en Uvalde porque no estuvo allí, pero habló sobre su entrenamiento.
«El entrenamiento ante un tirador activo es básicamente: Nos presentamos y actuamos. Si hay disparos actuamos», dijo Volcsko a The Epoch Times.
«Uno va al sonido de los disparos. Este no es un despeje sistemático, es dirigirse a la amenaza, así es como se llama».
«Alguien va a recibir un disparo en estos escenarios, es decir, ese es el objetivo de un tirador activo y cuando uno es un agente policial su trabajo en esa situación es evitar que más personas inocentes resulten heridas o muertas, entonces uno tiene que actuar. Nosotros esperamos que todo salga bien, pero uno tiene que actuar».
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, dijo a los periodistas el 27 de mayo que el comandante del incidente, el jefe de policía del distrito escolar de Uvalde, Pete Arredondo, tomó una «decisión equivocada» de no enfrentarse antes al tirador masivo de Texas, Salvador Ramos. Ramos, de 18 años, terminó matando a 19 niños y dos adultos en el peor tiroteo masivo en una escuela de Estados Unidos en una década.
«El comandante en la escena en ese momento creyó que se había pasado de un tirador activo a un sujeto atrincherado», dijo McCraw.
Los registros de las llamadas de emergencia revelan que varios niños llamaron al 911 durante el asedio y que en una de las llamadas se escucharon disparos de fondo.
Volcsko indicó que las situaciones de tirador activo y de rehenes requieren respuestas diferentes, en el que su entrenamiento dicta que en el primer escenario las fuerzas de seguridad tienen que encontrar una manera de entrar y neutralizar la amenaza.
«Si uno se encuentra con una lluvia de disparos, entonces uno tiene que trabajar y encontrar otro camino. Si eso significa que uno se retira y abre una ventana y entra, vale. Las puertas están cerradas, no podemos entrar, no tenemos las herramientas para entrar, bueno, entonces tenemos que romper las ventanas y entrar. Atravesar con un coche patrulla el lateral del edificio (…) ¿Cuándo hay niños siendo masacrados dentro de un edificio a quién le importa un [improperio] un coche patrulla de 50,000 dólares atravesando la pared?, dijo Volcsko.
«Porque cada disparo que se hace es alguien que muere o resulta herido uno tiene que actuar», añadió.
Volcsko reiteró que cada escenario es diferente y que él no estaba en la escena de Uvalde.
«Cada edificio es diferente. La cantidad de civiles que están involucrados es diferente. La cantidad de tiradores es diferente. La razón por la que el tirador está allí es diferente. La cantidad de potencia de fuego que tiene el malo, o los malos, es diferente», dijo a continuación.
«En lo que a mí respecta, si hubo un tiroteo y hubo fuerzas de seguridad que no actuaron por la razón que fuera, cualquiera que estuviera allí debería entregar su placa y su arma, y debería marcharse y esperar poder vivir con la muerte de esos niños. Esa es mi opinión, sin conocer todos los hechos».
«Yo estoy destrozado por esto. Es terrible».
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