Durante décadas, muchas personas fueron conscientes de los peligros de la pintura con plomo, midieron cuidadosamente la cantidad de atún que comen debido a su alto contenido en mercurio y evitaron utilizar desodorantes cargados de aluminio. De ahí que se sientan a salvo de la intoxicación por metales pesados. Pero, ¿lo están?
Un estudio del 2022, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), revela que la mitad de la población estadounidense —hasta 170 millones de estadounidenses— puede estar sufriendo envenenamiento por plomo debido a la exposición durante su infancia.
Los intoxicados por metales pesados rara vez presentan síntomas externos graves. Más bien, las toxinas de la exposición a metales pesados actúan como un «asesino silencioso» que se manifiesta en forma de enfermedades cardiovasculares (ECV), cardiopatías coronarias (CC) y accidentes cerebrovasculares (ACV).
Una revisión del 2018 publicada en el British Medical Journal encontró asociaciones claras entre un mayor riesgo de CHD y CVD y la exposición al arsénico, cadmio, cobre y plomo.
Las personas con intoxicación por plomo pueden experimentar dolores de cabeza, estreñimiento, fatiga, calambres estomacales, dolor muscular o articular, o tener problemas para dormir. También pueden sufrir irritabilidad y pérdida de apetito sexual, pero muchos no se sentirán enfermos en absoluto.
Los síntomas más comunes también pueden incluir baja temperatura corporal, deshidratación, diarrea, náuseas o vómitos, entumecimiento o sensación de pinchazos en manos y pies, y picor de garganta.
A menos que uno sea consciente de que estuvo expuesto al plomo, estos síntomas, especialmente si sólo se presentan unos pocos a la vez, pueden no gritar directamente toxicidad por metales pesados. Los síntomas también varían en intensidad dependiendo del nivel de exposición.
El arsénico, el cadmio, el plomo y el mercurio son carcinógenos humanos. Un documento presentado a la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE UU (EPA), en 2004, señala que la agencia también estaba preocupada por el aluminio, el antimonio, el bario, el berilio, la plata, el estroncio y el talio.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer está de acuerdo, así como la investigación publicada en Molecular, Clinical, and Environmental Toxicology, que considera los cinco metales prioritarios (arsénico, cadmio, cromo, plomo y mercurio) tóxicos sistémicos que suponen un riesgo para la salud pública.
Antídotos naturales contra las toxinas
Como con todas las toxinas, evitar la exposición es la primera línea de defensa. La desintoxicación regular, especialmente tras una exposición conocida, puede ayudar a detener el desarrollo de enfermedades.
Además de potenciar los procesos naturales de desintoxicación del cuerpo comiendo bien, haciendo ejercicio y sudando, también podemos desintoxicar nuestro cuerpo mediante la quelación, un proceso natural de unión entre iones orgánicos y metales. Aunque la terapia de quelación es un tratamiento convencional para la toxicidad por metales pesados, puede costar más de 5000 dólares y no suele estar cubierta por el seguro médico. También conlleva sus propios riesgos y posibles efectos secundarios, como se menciona en un artículo del 2015, Dietary Strategies for the Treatment of Cadmium and Lead Toxicity, donde los investigadores estudiaron estrategias dietéticas económicas para la prevención y el tratamiento de la toxicidad por metales pesados.
Dos estudios adicionales, publicados en el Journal of Environmental Science and Pollution Research International en 2019 y 2020, afirman enfoques dietéticos y nutricionales para mejorar la desintoxicación después de la exposición.
Esta vía está fácilmente disponible, es asequible y tiene pocos o ningún efecto secundario en comparación con los quelantes metálicos clásicos utilizados para tratar la toxicidad por metales pesados. Los autores del estudio del 2019 advierten que los quelantes metálicos típicos pueden redistribuir algunos metales pesados al cerebro. En este caso, aumenta la neurotoxicidad, se pueden perder metales esenciales (por ejemplo, cobre y zinc) y se pueden producir efectos secundarios graves como daños en el hígado (hepatotoxicidad).
La mejor contradefensa: Alimentos ricos en antioxidantes
Muchos de nuestros procesos biológicos funcionan con la ayuda de metales pesados como el hierro, el cobre y el zing. Su exceso, sin embargo, genera radicales libres que conducen al estrés oxidativo. Según un estudio del 2010 en Pharmacognosy Review esto puede «alterar negativamente los lípidos, las proteínas y el ADN y desencadenar una serie de enfermedades humanas.»
Los científicos del estudio del 2020 consideran que las frutas y verduras con un alto contenido en antioxidantes son antídotos naturales.
«Los quelantes sintéticos presentan el gran inconveniente de eliminar los metales esenciales necesarios para el funcionamiento normal del organismo, junto con los tóxicos. Los antioxidantes naturales tienen propiedades de eliminación y quelación y pueden ser una alternativa a los agentes quelantes sintéticos. «Esto puede combatir las enfermedades relacionadas con la toxicidad», señala el estudio.
Siempre debemos recurrir a los alimentos sanos y no procesados. Un estudio publicado en 2010 en Nutrition Journal examinó más de 3100 alimentos, hierbas, especias y suplementos para determinar su capacidad para proteger las células de los radicales libres y su potencia antioxidante.
La exhaustiva investigación dio lugar a un índice de 138 páginas (pdf) de alimentos, incluidos cereales para el desayuno, granos, legumbres, frutos secos y semillas, productos lácteos, frutas y bayas, verduras, carne y pescado, plantas medicinales, vitaminas y suplementos.
Un estudio publicado en 2021 en el International Journal of Food Properties confirma los hallazgos del 2010 y ensalza las frutas y verduras ricas en antioxidantes como promotores de la salud muy eficaces capaces de quelar metales pesados.
Una investigación publicada en el International Journal of Molecular Sciences confirma que los antioxidantes de la dieta pueden ayudar al organismo a recuperarse de la intoxicación por metales. Como estas toxinas provocan estrés oxidativo en el organismo —y, por tanto, complicaciones que van desde fisiológicas y bioquímicas hasta disfunciones del comportamiento—, los vegetales, las frutas, las hierbas y las especias son nuestros ayudantes naturales.
En pocas palabras, la investigación publicada en Nutrients recomienda los tomates, las bayas, las cebollas, el ajo y las uvas como estrategias dietéticas para el tratamiento de algunos metales pesados.
Remedios y suplementos a base de plantas como solución
Los medicamentos de origen vegetal o tradicional son relativamente baratos, tienen pocos o ningún efecto secundario y parecen ser muy eficaces. Las hierbas y las especias se utilizaron durante siglos para el tratamiento de diversas enfermedades, incluida la desintoxicación. Estudios modernos avalan su eficacia.
Una investigación exhaustiva sobre el uso de remedios naturales publicada en el Journal of King Saud University – Science en 2022 afirma que «la toxicidad por metales pesados inducida experimentalmente en animales de laboratorio se redujo significativamente utilizando una variedad de hierbas medicinales y productos naturales».
Un artículo publicado en el Journal of Interdisciplinary Toxicology resume una revisión de estudios preclínicos entre 1998 y 2018 que encontró que «27 plantas medicinales y 27 productos naturales exhibieron una mitigación significativa de la toxicidad del mercurio en animales de experimentos». La extensa revisión incluye hierbas que a menudo usamos a diario, por ejemplo, ajo, jengibre y cúrcuma.
En otro estudio sobre el estrés oxidativo causado por la exposición al plomo y la toxicidad del cobre y el arsénico, la cúrcuma se considera un preventivo del daño hepático, la inflamación, el daño del ADN y la muerte celular.
Una investigación publicada en el Saudi Journal of Biological Science descubrió que la vitamina E es «beneficiosa para reducir y ralentizar las enfermedades renales progresivas que se ven aceleradas significativamente por el estrés oxidativo». La terapia con vitamina E también puede ser eficaz para reducir las enfermedades cardiovasculares asociadas a la insuficiencia renal crónica y al estado de uremia».
Un estudio realizado en 2020 en conejos que sufrían toxicidad cardiaca demuestra que la vitamina C puede desempeñar un papel protector contra los efectos de algunos metales venenosos.
Otro estudio analizó la desintoxicación del cadmio en conejos utilizando vitamina C, complejo B y miel. Los investigadores demostraron que los animales que sufrían los efectos tóxicos del envenenamiento por cadmio se recuperaban más eficazmente con el tratamiento con miel. El complejo vitamínico también disminuyó los efectos nocivos.
La jalea real, una secreción de las abejas melíferas utilizada para alimentar larvas y reinas adultas, parece ser otro antídoto para la nefrotoxicidad inducida por cadmio. Los investigadores del estudio del 2019 descubrieron que la jalea real crea un equilibrio oxidante/antioxidante y previene la inflamación y la muerte celular (apoptosis). Consideran que la jalea real es un «potente agente de protección renal contra la nefrotoxicidad inducida por Cd».
Cocina rica en antioxidantes
Existen literalmente miles de verduras, frutas y bayas, hierbas, especias y bebidas ricas en antioxidantes. Utilizarlos en recetas puede ser polifacético y delicioso. Se puede ser creativo.
Muchas recetas contienen varios de estos ingredientes bien estudiados y ofrecen una cena deliciosa con un alto contenido en antioxidantes, neuroprotectora y que reduce la depresión, la ansiedad y las alteraciones de la memoria causadas por la toxicidad de los metales pesados.
Buscar este tipo de recetas nos ayudará a contrarrestar los metales pesados a los que podemos estar expuestos a diario.
Esté atento, investigue los niveles de metales pesados en su zona, sea previsor y coma alimentos sanos y ricos en antioxidantes.
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