Una manifestación organizada para mostrar el activismo que alienta a los niños a cuestionar su identidad de género y orientación sexual ha provocado furia.
Ahora, las amenazas de una contramanifestación llena de ira han hecho que los organizadores de la manifestación pidan a las fuerzas del orden que asistan a la reunión prevista para el 3 de diciembre en una playa de Fort Lauderdale, Florida.
El conflicto estalló luego de que tres grupos muy diferentes organizaran la manifestación Protect the Children para mostrar solidaridad contra las políticas orientadas a sexualizar a los niños, alienarlos de sus padres y ayudarlos a buscar un tratamiento de transición de género. Planean reunirse en Fort Lauderdale Beach en la esquina de Las Olas Boulevard a las 11 a.m.
Los centros locales de Moms for Liberty, Fathers for Freedom y Gays Against Groomers querían unirse para hablar pacíficamente en contra del «currículum sexual radicalizado, la ideología de género, el acoso infantil, la alienación de los padres y el ‘cuidado de afirmación de género'», dijo Eulalia Jiménez, presidenta del centro Moms for Liberty de Miami.
Pero cuando los miembros de Antifa se enteraron de la reunión, instaron a sus compañeros en posteos de Twitter a “enfrentar este odio” y “protestar contra el odio”. Se refirieron a los organizadores de la manifestación de Protect the Children como «fascistas» que difunden el «terrorismo estocástico» y difundieron volantes que decían: «No podemos permitir que este tipo de intolerancia quede sin control».
El término “terrorismo estocástico” se refiere a la demonización pública a través del llamado “discurso de odio”, que según algunos puede utilizarse para incitar a la violencia contra una persona o grupo.
Un volante de la respuesta de Antifa insta a: “¡Haga valer su derecho a existir! Contrarreste la protesta contra la intolerancia de la extrema derecha y apoye a la comunidad LGBTQ+. Traiga máscaras, carteles y rabia. Póngase en contra de aquellos que pretenden borrar su existencia”.
A Jiménez no le sorprende. Los miembros de Antifa con frecuencia interrumpen las reuniones de Moms for Liberty y gritan a los padres que hablan en las reuniones del consejo escolar local, dijo.
La manifestación de Protect the Children se planificó en la playa porque es un lugar donde la gente se reúne, un “buen lugar para crear conciencia, empoderar a otros y crear unidad”, dijo Jiménez.
Ella espera que el evento sea una cuestión de paz, unidad, “empoderar a otros e informar a los padres y ciudadanos”, dijo. “Creemos que los niños deberían tener derecho a ser niños”.
La manifestación no pretende ser contra otros grupos.
“No se trata de fealdad y maldad”, dijo Jiménez. “Y desafortunadamente, del otro lado, así es como se desenvuelve”.
Secuestro LGBT
La retórica de Antifa perjudica a la comunidad gay, dijo Anthony Raimondi, miembro de la junta directiva de Gays Against Groomers (GAG).
“Como organización, queremos proteger a la comunidad LGBT desde el punto de que la comunidad ha sido secuestrada”, dijo Raimondi a The Epoch Times.
Hace años, se asumía erróneamente que los homosexuales eran pedófilos, dijo.
«Hemos llegado muy lejos» para disipar esa suposición, dijo. Pero en la cultura actual, cuando muchos homosexuales y otras personas se oponen a los esfuerzos para bloquear la sexualización de los niños, «es casi como si hubiéramos retrocedido», dijo Raimondi.
En las redes sociales, la fundadora de GAG, Jaimee Michell, describió a su grupo como «una coalición de gays contra la sexualización, el adoctrinamiento y la medicalización de los niños».
Gays Against Groomers posteó en su cuenta de Twitter que la comunidad gay ha “luchado durante décadas para desmantelar los estereotipos binarios de género, solo para que los radicales los construyan de nuevo, y masacren y esterilicen a los niños que no los cumplen».
Michell también ha posteado en Twitter: “No existe tal cosa como un niño trans”.
Jiménez entiende la frustración. Ella no es solo la líder local del grupo conservador Moms for Liberty. También es madre de una hija homosexual. Por eso valora a grupos como Gays Against Groomers, dice, porque «se han levantado y han dicho: ‘¡No! No nos van a utilizar'».
Jiménez respeta que afirmen: «Elegimos [a quién] amar, pero no imponemos nada a los niños».
También siente compasión por quienes participan en las actividades de Antifa. Muchos, dijo, son chicos que simplemente están siendo utilizados.
“Muchos de ellos ni siquiera entienden lo que realmente está pasando”, dijo Jiménez. “Están tan desesperados por recibir amor y atención, y lo están haciendo de la manera equivocada».
“Otros”, continuó, “son simplemente—en mi opinión—malvados y no les importa a quién hacen daño y lo que tienen que hacer para conseguir lo que quieren».
Antifa tiene derecho a reunirse, dice Elon Gerberg, el organizador de Florida Fathers for Freedom. No está preocupado por la llamada “contraprotesta” del grupo, calificándola de nada más que una “distracción”.
La manifestación Protect the Children se trata de “unirnos para llamar la atención sobre este ataque a nuestros niños”, dijo Gerberg a The Epoch Times. “En mi opinión, ellos son nuestros bienes más preciados y nuestros futuros líderes. Si no podemos defenderlos, ¿a quién se defiende?».
Al firmar el proyecto de ley de Derechos de los Padres en la educación en marzo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, republicano, “puso su cabeza en la guillotina a favor de los padres y los niños del estado”, dijo Gerberg.
Antes de que se promulgara como ley, la legislación de cinco páginas se debatió en todo el país y sus oponentes la denostaron, quienes engañosamente se refirieron a la medida como el «Proyecto de ley No digas gay».
A pesar de lo que dijeron los opositores, el proyecto de ley no prohíbe que los maestros o los estudiantes discutan las preguntas del niño sobre la orientación sexual o la identidad de género, y no les impide hablar de sus seres queridos LGBT en clase.
La legislación prohíbe a los profesores iniciar conversaciones sobre la ideología de género y los temas LGBT con los niños de tercer grado y menores. Tampoco permite que las escuelas mantengan secretos a los padres, como los planes para ayudar a los niños a realizar la transición para vivir una identidad de género alternativa.
Cuando DeSantis firmó la legislación que entró en vigor el 1 de julio, dijo que protegía a los niños del “adoctrinamiento”.
DeSantis, padre de tres niños pequeños, criticó a los “políticos de izquierda, los medios de comunicación corporativos y algunos de estos grupos activistas” durante una conferencia de prensa destinada a discutir la legislación.
“Por ejemplo, apoyan la sexualización de los niños en el kindergarten”, dijo DeSantis. «Apoyan la inyección de la ideología de género woke en las aulas de segundo grado. Apoyan permitir que las escuelas hagan la ‘transición de los estudiantes’ a un ‘género diferente’ sin el conocimiento de los padres, y mucho menos con el consentimiento de los padres».
En una conferencia de prensa en Jacksonville el 30 de noviembre, el gobernador abordó el tema nuevamente, respondiendo a la pregunta de un reportero sobre el “Proyecto de ley No digas Gay”.
Criticó a los medios de comunicación en su respuesta, diciendo: “Nosotros no jugamos su juego. Luchamos contra eso. Le dijimos la verdad a la gente”.
Los medios de comunicación, dijo, “estaban tratando de difamar a la Legislatura, y todo eso. Pero, ¿saben qué? La gente de aquí vio los hechos, y respondió, y nos apoyó».
DeSantis fue reelegido el 8 de noviembre, superando a su rival demócrata por casi 20 puntos porcentuales. En las mismas elecciones, los legisladores republicanos aumentaron su control sobre el Senado y la Cámara de Representantes del estado a través de grandes mayorías. Eso significa que el Partido Republicano ahora tiene más de dos tercios de los escaños en ambas cámaras legislativas de Florida. Eso les da un control sólido, incluyendo el poder de anular un veto del gobernador.
Guerra espiritual
Algunos progresistas argumentan que los niños pequeños deben ser expuestos a temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género desde temprana edad, para desarrollar la tolerancia y ayudarlos a descubrir la forma de vida que los hará más felices y fieles a quienes realmente deben ser.
Jiménez lo rechaza. Los esfuerzos para adoctrinar a los niños para que crean en las políticas progresistas como la verdad es parte de una «guerra espiritual», dijo. Y los niños están siendo “atacados” por su inocencia, agregó.
“Seguiré diciéndolo hasta que esté azul en la cara. Los niños tienen una enorme cantidad de amor y luz. Son muy fáciles de influenciar, porque tienen que ver con el amor y la unidad».
Algunos grupos tienen como objetivo utilizar a los niños y “corromper sus mentes” al “confundirlos”, dijo.
“Son el futuro. Por eso son el objetivo. Por eso es tan importante que la gente se una y se oponga y se mantenga firme en no permitir esto».
“Pero ahora mismo es una guerra. Es una guerra».
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