Opinión
Comencemos con hechos relevantes. Bombay es la ciudad más grande de la India (20 millones de habitantes), su principal centro financiero (el banco central de la India se encuentra allí) y capital del estado de Maharashtra, una potencia financiera en sí misma.
Estos hechos por sí solos hacen de Bombay un objetivo para cualquier grupo que busque debilitar a India, y mucho más librar una guerra contra la India. Por ejemplo, dañar un centro financiero genera costos económicos inmediatos y a largo plazo.
Es por eso que los terroristas islámicos respaldados por Pakistán han lanzado varios ataques contra la ciudad. En 2006, los terroristas hicieron estallar trenes de pasajeros abarrotados. En noviembre de 2008, un equipo de asalto terrorista islámico atacó Bombay y asesinó a 166 personas.
Aquí hay algunos hechos más nuevos que solo los propagandistas de la Gran Mentira disputarían, pero hay muchas de esas serpientes alrededor: A las 10 a. m. del 12 de octubre, Bombay sufrió un apagón masivo de energía eléctrica. Los trenes locales se detuvieron, dejando varados a los pasajeros. El servicio de telefonía celular se bloqueó. El mercado de bonos de la India se vio afectado durante las horas pico de negociación. Algunos vecindarios se quedaron sin electricidad durante más de 12 horas. Los medios indios calificaron al apagón de Bombay como «el peor en décadas». Y eso fue.
En noviembre, el India Today informó que el departamento cibernético de Maharashtra creía que un ataque de malware podría haber causado el apagón paralizante. «Podría haber» es especulación, no un hecho. Sin embargo, los expertos técnicos encontraron indicios de intentos de intrusiones cibernéticas en dispositivos digitales que controlan la red de Bombay.
El 28 de febrero, The New York Times informó acerca de Recorded Future, una empresa con sede en Massachusetts que —obtenga esta descripción anodina— «estudia el uso de Internet por parte de actores estatales», había descubierto malware chino «fluyendo hacia los sistemas de control que administran el suministro eléctrico en toda la India” y en otras partes del sistema de transmisión y producción eléctrica.
Aclaración: Debido a que Recorded Future no pudo ingresar a la compleja red eléctrica de la India, sus expertos no pudieron examinar los detalles del malware.
Una salvedad adicional: El 2 de marzo, IndiaTimes.com informó que el ministro de energía de la Unión de India, RK Singh, dijo que no hay evidencia de que un ciberataque haya causado el apagón en Bombay. El Ministerio de Energía creía que un error humano causó la interrupción, no los ciberataques de China o Pakistán.
Nueva aclaración: El ministerio acordó que hubo intentos de ciberataques en los centros de control eléctrico de la región norte y sur de la India, pero el malware no llegó a los sistemas operativos.
Aclaración adicional de confusión: El 1 de marzo, el ministro del Interior de Maharashtra, Anil Deshmukh, afirmó que el corte de energía de Bombay en octubre de 2020 fue un intento de sabotaje cibernético.
Observación: En las naciones democráticas, los gobiernos y políticos nacionales y estatales con frecuencia se contradicen entre sí porque realmente no lo saben. Ofrezco al Dr. Anthony Fauci como un ejemplo de un político que se contradice.
Hecho fundamental: La guerra sino-india de 1962 aún no se ha resuelto. En 2020, las fuerzas militares chinas e indias se enfrentaron reiteradamente en el Himalaya. Durante una confrontación militar de 2020 en el valle de Galwan, las autoridades del estado de Maharashtra notaron un aumento en las tentativas chinas de penetrar su red eléctrica.
En resumen: El malware de origen chino entró en la red digital india vinculada con la red de energía eléctrica.
Evaluación de la inteligencia de los resultados: Confirmar la presencia no confirma un ataque que logró obtener el control de la red eléctrica, pero sí confirma la amenaza directa del ataque, la capacidad directa para atacar y, en mi opinión, la intención de atacar.
Enmarqué esta columna no como un ensayo de opinión, sino como una evaluación de inteligencia que se encamina hacia una evaluación operativa. ¿Por qué hice esto? Los ciudadanos estadounidenses deben comprender las amenazas que ellos y sus aliados estadounidenses enfrentan a diario—de un enemigo despiadado que busca ventajas.
La capacidad de causar apagones en un país enemigo—y, no se equivoquen, la China comunista considera a Estados Unidos como EL país enemigo—es una capacidad de guerra de área gris. “Área gris” significa que el atacante realiza ataques que están diseñados para ser inciertos y negables.
El apagón de octubre en Bombay se ajusta perfectamente a los criterios inciertos y negables.
Un ataque digital no deja cráteres de proyectiles ni a humanos muertos—al menos no en el mismo sentido abierto que un bombardeo. Sin embargo, la letalidad contingente de un ciberataque es real; un ataque digital prolongado erosiona la moral y las capacidades económicas y defensivas.
Austin Bay es un coronel (retirado) de la Reserva del Ejército de EE. UU., autor, columnista sindicado y profesor de estrategia y teoría estratégica en la Universidad de Texas–Austin. Su último libro es «Cocktails from Hell: Five Wars Shaping the 21st Century» («Cócteles del infierno: cinco guerras que dan forma al siglo XXI»).
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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