Los aranceles impuestos por Ottawa a los vehículos eléctricos fabricados en China solo suponen un «breve respiro» para la industria canadiense de este tipo de vehículos, según se informó a la Comisión de Comercio de los Comunes en una reunión reciente, un mes después de anunciarse la imposición de aranceles, a finales de agosto.
«Se trata básicamente de un breve aplazamiento, un aplazamiento temporal para que los fabricantes canadienses de la cadena de suministro de vehículos eléctricos se pongan manos a la obra y construyan lo que han prometido construir con las inversiones de muchos fondos públicos, y lo pongan realmente en marcha», declaró Elizabeth Kwan, investigadora principal del Congreso Laboral Canadiense, el 16 de septiembre.
Kwan testificó ante el Comité Permanente de Comercio Internacional, cuyos miembros habían aprobado una moción el 21 de agosto para iniciar su estudio sobre la «Protección de determinados sectores manufactureros canadienses contra las importaciones y medidas chinas conexas», como informó en primer lugar Blacklock’s Reporter.
«Se necesitan medidas protectoras urgentes para evitar daños duraderos a la naciente industria de los ZEV [Vehículos de Emisión Cero] por el dumping chino», declaró Kwan, quien añadió que las prácticas comerciales de China pondrían en peligro los casi 53,000 millones de dólares de apoyo de Canadá al sector de los vehículos eléctricos.
Estas cifras proceden de un informe del Parliamentary Budget Officer (PBO) reportado el 18 de junio. El informe ofrecía una lista de 13 agrupaciones de proyectos que suponen unos 52,200 millones de dólares en inversiones y apoyo gubernamental a la cadena de suministro de VE anunciados entre octubre de 2020 y abril de 2024, en los que participan empresas como Honda, Northvolt, Stellantis, Volkswagen y GM.
De los 52,200 millones de dólares, el PBO estimó que el apoyo federal ascendería a 31,400 millones (60%) y el de los gobiernos provinciales a 21,100 millones (40%), concretamente de Ontario y Quebec.
El 26 de agosto, el Primer Ministro Justin Trudeau anunció que su Gobierno impondría un arancel del 100% a los vehículos eléctricos fabricados en China, a partir del 1 de octubre, y un arancel del 25% a los productos de acero y aluminio a partir del 15 de octubre.
En una reunión del gabinete en Halifax, Trudeau dijo que las medidas pretendían contrarrestar la «ventaja desleal» de China en esos sectores.
La medida alinearía a Canadá con Estados Unidos, que aplicó aranceles a las importaciones procedentes de China en 2018 y tiene previsto aumentarlos en 2024. El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó en mayo que los aranceles a los vehículos eléctricos chinos aumentaran del 25% al 100% a partir del 1 de agosto. En junio, la Comisión Europea anunció un arancel de entre el 17,4% y el 38,1% para los vehículos eléctricos chinos, dependiendo del fabricante.
«Productos nacionales»
Marty Warren, director nacional del Sindicato de Trabajadores Siderúrgicos Unidos, dijo que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos están fuertemente subsidiados por las autoridades chinas y representan una amenaza directa para más de 600,000 trabajadores canadienses de las industrias del acero, el aluminio, la minería y la fabricación de autopartes y automóviles.
«La cuestión que hoy nos ocupa va más allá de los vehículos eléctricos. El exceso de capacidad de la industria china y las prácticas comerciales desleales llevan mucho tiempo asolando el sector del acero y el aluminio. Llevamos años advirtiendo sobre los efectos devastadores del dumping del acero chino, que ha conducido a la caída de los precios, la pérdida de puestos de trabajo y el declive de nuestra industria nacional», dijo Warren ante el comité de comercio el 16 de septiembre.
El director del sindicato pidió al Gobierno federal que aumente el uso de acero y aluminio fabricados en Canadá en los proyectos de infraestructuras públicas.
«Las políticas de contratación pública deberían dar prioridad a estos productos nacionales», afirmó.
«Seguridad nacional»
Lawrence Herman, consejero especial de un bufete de abogados con sede en Ottawa, aseguró que el uso agresivo de los subsidios por parte de China incumple las obligaciones básicas del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«Se dedican a la selección estratégica de industrias extranjeras mediante subsidios masivos y exportaciones que se desarrollan e implementan básicamente para inundar y apoderarse de los mercados extranjeros en áreas estratégicas», declaró Herman ante la comisión.
Herman, también miembro del Instituto Canadiense de Asuntos Mundiales, señaló que las soluciones comerciales tradicionales no funcionarán con Beijing. «No hay forma de que las soluciones comerciales tradicionales, antidumping, derechos compensatorios, puedan contrarrestar las agresivas acciones estratégicas de China», afirmó.
Además, sugirió modificar la Sección 53 de la Ley de Aranceles Aduaneros de Canadá, que trata de «medidas especiales, medidas de emergencia y salvaguardias», para incluir consideraciones de seguridad nacional con el fin de contrarrestar las prácticas comerciales de China.
«Tenemos derecho, en virtud de las disposiciones del GATT de la OMC, a tomar medidas cuando se vean afectados los intereses de seguridad nacional de Canadá», aseguró.
Con información de Matthew Horwood.
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