El periodista Lee Fang publicó el martes la última entrega de los «Archivos de Twitter», mostrando cómo la plataforma de redes sociales «ayudó silenciosamente» a las campañas en Internet de los funcionarios de inteligencia de EE. UU.
En un hilo extenso que fue reposteado por el propietario de Twitter, Elon Musk, Fang escribió que “a pesar de las promesas de cerrar las redes encubiertas de propaganda estatal, los documentos de Twitter muestran que el gigante de las redes sociales ayudó directamente a las operaciones de influencia del ejército estadounidense”.
“Twitter ha afirmado durante años que realizan esfuerzos concertados para detectar y frustrar la manipulación de la plataforma respaldada por el gobierno. Aquí está Twitter testificando ante el Congreso sobre su compromiso de identificar y cerrar rápidamente todas las operaciones de información encubierta y propaganda engañosa respaldadas por el Estado», continúa el hilo.
Sin embargo, según capturas de pantalla de mensajes del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) a Twitter, la plataforma de redes sociales dio su aprobación y protección operaciones militares estadounidenses de influencia psicológica dirigidas a varios países de Medio Oriente. Eso duró unos dos años o más, y algunas cuentas siguen activas, informó.
“El mismo día que CENTCOM envió la lista, los funcionarios de Twitter utilizaron una herramienta para otorgar una etiqueta especial de ‘lista blanca’ que esencialmente proporciona un estado de verificación a las cuentas [sin] la marca azul, lo que significa que están exentas de los indicadores de spam/abuso, tienen mayor visibilidad/probabilidades de tendencia en hashtags», continuó el hilo.
Esas cuentas, escribió Fang, postean principalmente sobre las operaciones estadounidenses en el Medio Oriente, incluyendo la promoción de mensajes dirigidos a Irán y la guerra de Arabia Saudita en Yemen.
“Un directivo de Twitter que me habló dijo que se siente engañado por el giro encubierto”, dijo. “Aún así, muchos correos electrónicos de todo 2020 muestran que los ejecutivos de alto nivel de Twitter estaban muy al tanto de la vasta red de cuentas falsas y propaganda encubierta del Departamento de Defensa y no suspendieron las cuentas”.
En un mensaje de Twitter publicado por Fang, se muestra que el equipo de relaciones públicas de Twitter estaba trabajando para «minimizar el papel de Twitter» y que en un momento, «los directivos de Twitter se felicitaron mutuamente» después de que una noticia del Washington Post «no mencionara a ningún empleado de Twitter [ y] se centró en gran medida en el Pentágono”.
En 2020, Nick Pickles, portavoz de Twitter, declaró ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que la empresa estaba tomando medidas enérgicas para acabar con los «esfuerzos coordinados de manipulación de la plataforma» por parte de agencias gubernamentales. No dijo si eso involucraba al gobierno de Estados Unidos.
«Combatir los intentos de interferir en las conversaciones en Twitter sigue siendo una prioridad para la empresa, y seguimos invirtiendo mucho en nuestros esfuerzos de detección, interrupción y transparencia en relación con las operaciones de información respaldadas por el Estado. Nuestro objetivo es eliminar a los actores de mala fe y avanzar en la comprensión pública de estos temas críticos», dijo Pickles.
Archivos anteriores
El lunes, el periodista independiente Michael Shellenberger posteó capturas de pantalla de mensajes internos de Twitter que mostraban que existía una prolongada campaña de influencia por parte del FBI entorno al tiempo en que el New York Post publicó su reportaje sobre la laptop de Hunter Biden. Los mensajes muestran que el FBI pagó a Twitter USD 3.4 millones entre octubre de 2019 y febrero de 2021 por «proyectos relacionados [con la aplicación de la ley]», que incluyen «capacitación LE, herramientas, etc.».
El FBI, según Shellenberger, también se dirigiría a artículos de los medios sobre supuestas operaciones de influencia extranjera que Twitter luego investigaría y desacreditaría. Esas investigaciones, sin embargo, «repetidamente» revelaron «muy poca actividad rusa», dijo.
El reportero Matt Taibbi posteó la primera entrega respaldada por Musk de los archivos de Twitter a inicios de diciembre, mostrando cómo los funcionarios de Twitter se esforzaban internamente para lidiar con la noticia del NY Post y la discusión sobre si violaba o no sus reglas de «materiales hackeados».
Después de la entrega de Taibbi, Musk confirmó más tarde que había «prescindido» del asesor de Twitter James Baker, un antiguo alto funcionario del FBI, luego de que se supiera que Baker estaba examinando en secreto los Archivos de Twitter sin el conocimiento de Musk.
La segunda entrega, publicada por Bari Weiss, mostró que Twitter incluyó en la lista negra a ciertos comentaristas conservadores y a un destacado profesor que criticaba las políticas de confinamiento por la COVID-19. Ella publicó comunicaciones internas que mostraban que esas cuentas estaban en la lista negra para que no aparecieran en la función de búsqueda de Twitter o en la lista negra para que no aparecieran en la pestaña de tendencias de la aplicación.
Las ediciones posteriores trataban de la suspensión permanente de la cuenta del expresidente Donald Trump tras la irrupción al Capitolio del 6 de enero de 2021. Las comunicaciones internas mostraban que un número cada vez mayor de empleados de Twitter pedían que el expresidente fuera vetado a raíz del incidente.
En respuesta a las revelaciones recientes, el FBI le dijo a Taibbi que “el FBI colabora regularmente con entidades del sector privado para proporcionar información específica sobre las actividades subversivas, no declaradas, encubiertas o delictivas de los actores extranjeros de influencia maligna identificados. Las entidades del sector privado toman decisiones de forma independiente sobre qué medidas, si las hay, toman en sus plataformas y para sus clientes después de que el FBI les haya notificado».
The Epoch Times se puso en contacto con CENTCOM y el FBI para solicitar sus comentarios.
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