La directora interina de la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés) ha dicho que la agencia no está en contra del expresidente Donald Trump.
«Los Archivos Nacionales han sido el centro de un intenso escrutinio durante meses, esta semana especialmente, con muchas personas que atribuyen una motivación política a nuestras acciones. NARA ha recibido mensajes del público acusándonos de corrupción y de conspirar contra el expresidente, o felicitando a NARA por ‘derribarlo’. Ninguna de las dos cosas es correcta o bien recibida», dijo Debra Wall, la archivera en funciones, en un mensaje del 24 de agosto a los empleados que se hizo público el 30 de agosto.
«Durante los últimos 30 años como funcionaria de carrera de NARA, me he sentido orgullosa de trabajar para una agencia gubernamental única y ferozmente apolítica, conocida por su integridad y su posición de ‘intermediario honesto’. Esta noción está en nuestras leyes constitutivas y en nuestra propia cultura. La considero muy importante, y sé que ustedes también», añadió.
«Nuestro interés fundamental es siempre garantizar que los registros gubernamentales se gestionen, conserven y protejan adecuadamente para asegurar el acceso a ellos durante toda la vida de la República. Esa es nuestra misión y lo que nos motiva a la hora de defender la confianza del público. Les agradezco a todos ustedes su dedicación a esa misión y su profesionalidad e integridad a la hora de llevarla a cabo de forma apolítica y diligente».
NARA y Wall han sido objeto de escrutinio debido al manejo de los registros del complejo turístico Mar-a-Lago de Trump.
«Burócratas enfadados, insatisfechos y partidistas en los Archivos Nacionales decidieron que iban a azuzar al FBI, por capricho, contra el presidente Trump por razones puramente políticas», dijo Stephen Miller, que fue uno de los principales asesores del presidente durante la Administración Trump, durante una reciente aparición en Fox News.
Traslado de cajas; Wall decide sobre la reclamación de privilegios
Quince cajas fueron transferidas del complejo al NARA en enero, cuando el predecesor de Wall, David Ferriero, aún estaba a cargo. NARA dijo que las cajas contenían registros clasificados. Algunas se rompieron y se volvieron a pegar con cinta adhesiva; otras que se habían roto no fueron reconstruidas por la Casa Blanca, según Ferriero.
La administración del presidente Joe Biden pidió a NARA meses más tarde que permitiera a los agentes del FBI revisar los materiales, y se remitió a Wall sobre la reclamación de Trump de privilegio ejecutivo, según una carta de mayo hecha pública a principios de este mes. Wall finalmente rechazó la reclamación. Los agentes accedieron a los materiales en mayo, según una declaración jurada de orden de registro no sellada. Ese documento convenció a un juez estadounidense para que firmara una orden de registro de Mar-a-Lago, que los agentes ejecutaron el 8 de agosto.
Wall dedicó parte del nuevo mensaje a defender su decisión de rechazar la solicitud de privilegio, diciendo que no pudo encontrar un precedente para una afirmación del privilegio contra un presidente en funciones por parte de un expresidente.
En cartas separadas a los representantes James Comer (R-Ky.) y Mike Turner (R-Ohio), Wall dijo que el Departamento de Justicia ha sido «exclusivamente responsable» de la investigación sobre los materiales clasificados desde que NARA remitió el asunto al departamento a principios de 2022.
«NARA no ha participado en la investigación del DOJ ni en las búsquedas que ha realizado. En consecuencia, NARA no puede proporcionar una sesión informativa ni ningún documento en respuesta a su carta, y le remitimos al DOJ», dijo Wall a Comer, el principal republicano del Comité de Supervisión de la Cámara, y a Turner, el principal republicano del Comité de Inteligencia de la Cámara. «Tengan en cuenta, sin embargo, que NARA está preservando todos los registros relacionados con este asunto».
Ferriero fue nombrado por el expresidente Barack Obama. Ferriero nombró a Wall como archivera adjunta. Wall se convirtió en la archivera interina después de que Ferriero renunciara en abril. «Es importante para mí que esta administración me sustituya», dijo Ferriero al Washington Post. «Me preocupa lo que va a pasar en 2024. No quiero que se deje a… las incógnitas de las elecciones presidenciales».
Ferriero, un hombre blanco, también dijo que espera que no lo sustituya un hombre blanco.
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