Más de un millar de argentinos, la mayoría turistas, pero también llegados por razones de salud o intercambios estudiantiles, están varados en Miami en medio de la pandemia sin saber cuándo podrán regresar a un país cerrado y con un Gobierno impasible ante su situación, dijeron algunos de ellos a Efe.
Tres días antes de la salida desde Miami de un vuelo que este sábado se llevará de vuelta a casa a los más vulnerables de los varados en EE.UU., Damián Camarotta, un entrenador personal que vino como turista y debió haber regresado el 21 de marzo, afirma a Efe: «estoy preso en el extranjero».
Aerolíneas Argentinas anunció este jueves en Twitter una «Segunda etapa de vuelos especiales 18 de abril Miami Buenos Aires». El precio supera los 500 dólares, dijeron a Efe los potenciales viajeros de «este vuelo especial», solo habilitado para aquellas personas indicadas por el Consulado Argentino como casos prioritarios para regresar al país.
Camarotta vive desde el 5 de abril junto a otros tres argentinos en una casa en obras en el barrio haitiano de Miami que tuvieron la «suerte», pese a las ratas y la suciedad, de que les prestase un compatriota que se dedica a comprar propiedades y a arreglarlas para venderlas.
La consiguieron a través de Argentinos Abandonados en USA y su subgrupo Varados en Miami, iniciativas en las redes sociales que les sirven para ayudarse mutuamente y mantenerse comunicados entre sí.
Grupos similares hay en otros países, pues se calcula que más de 10,000 argentinos en el mundo fueron sorprendidos en el extranjero cuando el Gobierno de Alberto Fernández anunció a mediados de marzo que cerraba el país para prevenir contagios y daba tres días para que los que estaban fuera regresasen.
Habla el consulado
Desde el Consulado General de Argentina en Miami señalaron a Efe que «desde el primer día» han estado trabajando para aliviar la situación de los que quedaron varados, desde difundir información sobre medidas sanitarias por el COVID-19 y sobre lugares donde alojarse hasta dar pequeñas ayudas económicas a los más vulnerables.
También les han ayudado a través de una fundación dirigida por una argentina en Miami a conseguir recetas médicas y medicamentos y han puesto la logística para hacer llegar a los varados las donaciones de la comunidad argentina residente en Miami.
Todos los varados consultados por Efe apuntaron en sus críticas al Gobierno más que al Consulado General, del que dicen que no recibe «línea» de Buenos Aires para resolver la situación.
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«Estamos solos»
«Estamos solos, la actitud del Gobierno argentino es nefasta. No nos da solución alguna», dice Brian Berardi, empleado del Banco Santander en Buenos Aires, quien llegó a EE.UU. después de haber estado varado en Punta Cana (República Dominicana) y actúa como encargado de prensa de Varados en Miami.
Jonatan López Luna, que vive con Camarotta, Noelia Perales y Guillermo Hernández en la casa prestada de Little Haiti, dice que el Gobierno argentino «echa la culpa» al de EE.UU. para no enviar aviones a recoger a los varados.
«No nos quieren llevar y punto», dice este artista y patinador sobre hielo de 33 años, quien asevera que el Gobierno de EE.UU. no pone problemas para que salgan vuelos desde aquí.
Es más, dice, el presidente Donald Trump ha advertido a los que no se lleven a sus nacionales con multas y penalidades a la hora de otorgar visas.
Si el Gobierno da el permiso de aterrizaje, los aviones podrán llegar, señala López Luna, «no puedo entender cómo no nos dejan regresar en esta situación. Nos dejan varados, tirados». Es «muy triste», subrayó Camarotta.
López Luna arremetió también contra los periodistas argentinos que han presentado a los varados como personas que exigen hoteles en la playa y toda clase de ayudas y como si fueran responsables de lo que les pasa por haber salido de viaje cuando el mundo está en una crisis de salud nunca antes vista.
Desinformadísimos
Al respecto afirma que están «desinformadísimos» sobre los varados y sus circunstancias, de las que hay mucha información en los grupos que están activos en las redes sociales.
Hay pacientes oncológicos, octogenarios, embarazadas, un enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que vino para tratarse, una chica de 16 años que estaba en EE.UU. por un intercambio estudiantil y otra de 19 años que estaba estudiando piano con una beca, enumera.
«Salir no era tan fácil como cambiar el pasaje», dice López Luna, quien antes de llegar a Miami estuvo en Europa e intentó sin éxito obtener una plaza en todos los vuelos que hubo hasta que el tráfico aéreo con Argentina acabó el 31 de marzo.
Cero COVID-19
Berardi afirma que afortunadamente ninguno de los varados en Miami se ha contagiado del virus del PCCh, porque han tomado todas las medidas para prevenirlo.
Menciona los casos de un enfermo de cáncer con una operación programada para junio y de un enfermo de ELA que vino para un tratamiento con su hijo como personas que deberían tener prioridad en el retorno a casa.
«Cada vez se hace todo más difícil», subraya Berardi, quien vive en un apartamento alquilado junto a otros tres argentinos y ha tenido que recibir ayuda monetaria desde Argentina para poder mantenerse en una ciudad donde los precios de los lugares de alojamiento suben cada semana pues los hoteles están cerrados.
López Luna dice que hay algunos argentinos varados que están durmiendo en las calle cerca de la playa, algunos en albergues que paga la compañía área que los trajo a Miami y otros en casas de amigos, conocidos o personas compasivas.
«Está todo el mundo que no puede aguantar más», dice López Luna, mientras Camarotta se queja de que el Gobierno argentino permanece «mudo» ante sus reclamos.
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