El 11 de mayo, la policía de Hong Kong arrestó al cardenal Joseph Zen, de 90 años, junto con otras cuatro figuras que abogan por la democracia que, supuestamente, están vinculadas a un fondo que apoya a los manifestantes de Hong Kong, según informes de los medios locales. Los arrestos se realizaron en virtud de la draconiana ley de seguridad nacional impuesta por Beijing y usada para sofocar la disidencia en la ciudad.
La Unidad de Policía de Seguridad Nacional de Hong Kong arrestó a Zen, exlíder de la Iglesia Católica en Hong Kong, a la cantante y activista Denise Ho, al académico Hui Po-Keung, a la abogada Margaret Ng y al exlegislador Cyd Ho por, presuntamente, contravenir el artículo sobre “colusión con fuerzas extranjeras” de la Ley de Seguridad Nacional.
Los arrestados eran fideicomisarios del ahora disuelto “Fondo de Ayuda Humanitaria 612”, que brindó asistencia médica y humanitaria a los manifestantes a favor de la democracia en Hong Kong en 2019. El fondo se disolvió en agosto de 2021.
Zen ha sido durante mucho tiempo un defensor de las libertades religiosas y cívicas en Hong Kong y China continental, y se ha pronunciado en contra del creciente autoritarismo del régimen comunista, contra la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing y contra la persecución a algunos católicos romanos en China.
Hui fue arrestado en el aeropuerto el martes por la noche, según reportajes, mientras que Cyd Ho ya estaba en prisión por otro caso.
“Condenamos los arrestos de estos activistas cuyo supuesto delito fue financiar la asistencia legal para los manifestantes a favor de la democracia en 2019”, dijo Benedict Rogers, director ejecutivo del grupo de defensa Hong Kong Watch. “Los arrestos de hoy indican sin lugar a dudas que Beijing tiene la intención de intensificar su represión a los derechos y libertades básicas en Hong Kong”.
“Instamos a la comunidad internacional a que arroje luz sobre esta brutal represión y exija la liberación inmediata de estos activistas”, añadió.
El Partido Comunista Chino (PCCh) impuso la ley de seguridad nacional en Hong Kong en junio de 2020 y la ha estado utilizando para reprimir las voces disidentes al castigar a cualquiera que Beijing considere que ha participado en actos de terrorismo, subversión, colusión con fuerzas extranjeras y secesión. Estos delitos se castigan con un máximo de cadena perpetua. Más de 100 figuras a favor de la democracia han sido arrestadas o acusadas conforme a dicha ley.
La ley ha provocado el repudio internacional. Los gobiernos occidentales dicen que se ha utilizado para silenciar la disidencia, restringir la libertad de expresión y erosionar la autonomía relativa de Hong Kong.
El arresto se produjo días después de que el nuevo líder de Hong Kong, John Lee, un exjefe de seguridad, llegara al poder. Lee fue el único candidato en las elecciones de jefe ejecutivo de Hong Kong de 2022 que se presentó sin oposición en el proceso de selección controlado por Beijing.
El coordinador del Indo-Pacífico de EE.UU., Kurt Campbell, dijo que Estados Unidos estaba preocupado por la «represión» en Hong Kong, incluso en los círculos religiosos y académicos.
«Todo lo que puedo decir es que creo que estamos cada vez más preocupados por los pasos que se dan en Hong Kong para presionar y eliminar a la sociedad civil», dijo Campbell en un evento online en Washington cuando se le preguntó por las detenciones.
Hui, profesor asociado de estudios culturales en la Universidad de Lingnan, una vez le dio clases al activista por la democracia en el exilio, Nathan Law.
“Si quieres castigar a alguien, siempre puedes encontrar una excusa”, escribió Law en su página de Facebook en respuesta al arresto de Hui.
Con información de Reuters.
De NTD News.
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