Un joven de Texas fue detenido tras una investigación de varias agencias que reveló que presuntamente hizo más de 100 amenazas de bomba y llamadas falsas para iniciar una respuesta del equipo SWAT de la policía en varios estados, según las autoridades locales y federales.
El FBI, la Oficina del Sheriff del condado de Collin, el Departamento de Policía de Tyler y la Oficina del Sheriff del condado de Smith ejecutaron una orden de registro en el condado de Smith el 29 de junio. La operación tenía como objetivo al menor sospechoso de facilitar numerosas amenazas falsas.
Los investigadores descubrieron la identidad del sospechoso tras «persistentes esfuerzos de investigación en línea», a pesar de los intentos del menor por permanecer oculto ante la policía utilizando «técnicas sofisticadas», según las autoridades.
La investigación comenzó en mayo, cuando el sospechoso, que permanece sin ser identificado debido a su edad, inició una respuesta del equipo SWAT, conocida como swatting, en una vivienda de St. Paul, Texas. La investigación relacionó al sospechoso con otras amenazas de bomba en supermercados Brookshire’s, escuelas de la zona de Tyler, Cypress-Fairbanks ISD y Mission ISD.
Los «peligrosos engaños» del menor se extendieron por más de 100 localidades de Texas, Arkansas, Luisiana, Virginia Occidental, Carolina del Norte, Arizona, Pensilvania, Oregón, Tennessee y Wisconsin, según un comunicado de la oficina del sheriff del condado de Collin.
El swatting consiste en «llamar al 9-1-1 y fingir una emergencia que atraiga la respuesta de las fuerzas del orden—normalmente un equipo SWAT», según la definición del FBI. Las personas que llaman suelen informar a la policía de historias ilegítimas sobre una situación con rehenes o una amenaza de bomba.
El swatting ha estado en el radar del FBI desde que surgió esta tendencia hace casi dos décadas. La atención se centró en todo el país cuando varios famosos, entre ellos el actor Ashton Kutcher y el cantante Justin Bieber, fueron víctimas de estos engaños.
Según los funcionarios federales, las situaciones de swatting ponen en peligro a la comunidad cuando los socorristas acuden al lugar de los hechos. Estos engaños también los alejan de las emergencias reales. Además, los residentes desprevenidos podrían intentar defenderse en medio de una respuesta inesperada de las fuerzas del orden, poniendo así a los oficiales en peligro.
En algunos casos, los incidentes de swatting han resultado mortales. Tyler Barriss, de 26 años, fue condenado a 20 años de prisión federal por un incidente mortal de swatting en Wichita, Kansas, en diciembre de 2017. El hombre de California fue acusado de hacer una llamada falsa a la policía que resultó en que un hombre inocente fuera baleado y asesinado por la policía.
«El swatting y las amenazas de bomba plantean peligros significativos y las fuerzas del orden han visto un aumento marcado de estos eventos en los últimos años», según la Oficina del Sheriff del Condado de Collin. «Estos engaños maliciosos crean pánico, ponen en peligro vidas y desvían recursos valiosos de la policía, los bomberos y los servicios médicos de emergencia».
Los cargos contra el joven sospechoso están pendientes y la investigación sigue en curso.
De NTD News
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