NUEVA YORK —Un músico que participó en Shen Yun Performing Arts y que apareció con una voz crítica contra la compañía en varios artículos del New York Times, se pronunció para aclarar los hechos.
La forma en que presentaron los artículos crea una perspectiva sesgada y tiene repercusiones que él considera perjudiciales, dijo, señalando que cuando los periodistas del New York Times lo entrevistaron, parecían abordar la historia con prejuicios.
Shen Yun es una compañía de danza y música clásica china con sede en Nueva York fundada en 2006 por practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual brutalmente perseguida por el régimen comunista chino.
Los ocho grupos de danza y orquestas de la compañía ofrecen año tras año presentaciones muy aclamadas en algunos de los escenarios más prestigiosos del mundo, bajo el lema «China antes del comunismo».
Algunas de las obras de Shen Yun también retratan la persecución contra Falun Gong en China.
En los últimos cinco meses, The New York Times publicó una serie de artículos de algunos artistas que participaron en Shen Yun, que se quejaban de los salarios, la carga de trabajo y las condiciones laborales.
El último artículo se enfocó en gran medida en los jóvenes artistas que realizan giras con Shen Yun como parte de sus estudios en dos escuelas religiosas afiliadas, Fei Tian College y Fei Tian Academy of the Arts.
El artículo destacaba al violinista Eugene Liu, que se retiró de Shen Yun en 2017, planteando su preocupación sobre cuánto se le paga a los estudiantes artistas.
Sin embargo, después de la publicación del artículo, Liu habló con The Epoch Times e hizo una serie de publicaciones en X, declarando que no es correcto comparar la remuneración que recibía como estudiante con un sueldo normal.
«Existe una comparación mejor en el ámbito universitario, donde los estudiantes-atletas (la mayoría de los cuales tienen becas completas) no cobran por jugar», expresó Lui en un posteo en la plataforma de redes sociales X, señalando que los estudiantes de Fei Tian también reciben becas completas y, al igual que los estudiantes-atletas, obtienen un valor adicional de la experiencia práctica.
«Atribuyo mis éxitos artísticos posteriores a Shen Yun, a las invaluables oportunidades interpretativas que recibí de 2015 a 2017», escribió en X.
Representantes de Shen Yun dijeron previamente que, además de la beca y cualquier remuneración que reciban los artistas, los estudiantes también tienen cubiertos todos los gastos de la gira, incluidas algunas actividades recreativas.
«Ya no actúo con Fei Tian y Shen Yun», añadió Liu en mensajes posteriores, «pero puedo decir que mi estancia allí fue muy positiva. Gracias al ambiente sano que se fomenta, he podido evitar hábitos que han afectado a mucha gente de mi edad, como la adicción a internet y a los videojuegos, así como el abuso desenfrenado de drogas (…) Nunca me sentí privado de algo material y, lo que es más importante, la misión de Shen Yun me alimentó espiritualmente».
Liu se pronunció principalmente porque le preocupó que los artículos del New York Times tuvieran el efecto de debilitar los esfuerzos de Shen Yun para oponerse a la persecución contra Falun Gong, según declaró a The Epoch Times.
«Eso es lo que hace el artículo del New York Times. Alimenta la persecución intentando, supongo que se puede decir, derribar [a Shen Yun]», afirmó.
Su impresión fue que los reporteros del New York Times, Nicole Hong y Michael Rothfeld, se aproximaron a Shen Yun con la idea de que es algo «siniestro».
«Es un poco difícil convencer a la gente que ya piensa así. Puedes decir que fueron influenciados, que les lavaron el cerebro. Y si están informando y esa es su perspectiva, creo que es más volátil y produce resultados más volátiles», afirmó.
Hong, en una entrevista sobre sus artículos en el periódico, dijo que no sabía mucho sobre Shen Yun antes de que a ella y a Rothfeld los contactara una persona que aseguró tener información privilegiada sobre Shen Yun y les presentó a un artista que se había retirado de la compaía.
No está claro quién es. Pero un chino-estadounidense conocido por sus descabellados comentarios contra Falun Gong en las redes sociales entrevistó a algunos de estos artistas que trabajaron con al compañía, en su canal de YouTube, y más tarde dijo que él mismo había conectado a los periodistas «al menos a los primeros» con artistas que tenían quejas contra Shen Yun.
El año pasado, el FBI advirtió a las fuerzas del orden de Estados Unidos sobre la posibilidad de que este hombre estuviera «armado y fuera peligroso» después de ser visto cerca del campus de Shen Yun, al norte del estado de Nueva York. Posteriormente fue detenido y acusado de posesión ilegal de armas de fuego.
Varios informantes dentro del aparato de seguridad del Partido Comunista Chino (PCCh) revelaron a principios de este año que el régimen está utilizando a este chino-estadounidense, a otras personas influyentes en las redes sociales y a los medios de comunicación occidentales en general, para llevar a cabo una campaña de desprestigio contra Falun Gong y Shen Yun. Uno de los objetivos de la campaña es crear acusaciones que impulsen a las autoridades estadounidenses a investigar a Shen Yun, dijeron.
Espiritualidad vs «Cinismo»
Liu, al igual que docenas de artistas actuales y retirados de Shen Yun, a quienes entrevistó The Epoch Times, hicieron énfasis en la importancia de sus creencias espirituales para los artistas.
Muchos artistas de Shen Yun practican Falun Gong y aseguran que se basan en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para mejorar su carácter y su expresión artística. Además, la cultura tradicional china que representa Shen Yun está entrelazada con elementos espirituales, especialmente del budismo y el taoísmo.
«Tenemos motivaciones espirituales», dijo Liu.
«Así que no estábamos allí sólo para, según algunos, ganar dinero, para algunos para ver el mundo, para algunos para adquirir experiencia escénica. Nada de eso era lo más importante. Lo más importante era nuestra contribución al objetivo espiritual».
Liu dijo que su propósito consistió en dos partes: Una fue contrarrestar la persecución contra Falun Gong y la otra estaba relacionada con el énfasis de Falun Gong en la superación personal o «cultivación».
«Hacemos algo que creemos que nos hace mejores personas a través de nuestra propia espiritualidad en la cultivación. Así que no era una empresa normal, común, con objetivos de rendimiento estándar», dijo.
Él dijo que habló abiertamente con Hong y Rothfeld sobre los aspectos espirituales de la vida en el campus de Fei Tian, pero sintió que ellos no tenían una mentalidad abierta.
«Venían desde una perspectiva de cinismo, tal vez, y estaban tratando de juntar piezas desde ese marco, en lugar de, al menos, empezar de cero», dijo.
Los artículos del New York Times se basan reiteradamente en la propaganda del PCCh que presenta a Falun Gong como una secta funesta. Sin embargo, nunca revelaron que los practicantes de Falun Gong rechazan explícitamente tales afirmaciones.
En un momento, Hong parecía insinuar este punto, diciendo que un espectáculo de Shen Yun al que asistió incluía una escena en la que un desastre natural arrasaba una ciudad china. Lo que omitió fue que la escena terminaba con una intervención divina que detenía el desastre, un mensaje opuesto al que ella sugería.
«Hay muchas cosas que omitieron convenientemente», dijo Liu.
Tal vez los reporteros pensaron que no era necesario incluir esa información, dijo, «pero desde la perspectiva de los artistas y del funcionamiento de la empresa, es muy importante que no se dejen estas cosas fuera, porque dan a la gente una perspectiva sesgada».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.