La nueva ola de gobiernos de izquierda en América Latina, junto con una postura cada vez más descarada de Teherán, dio a Irán y a sus grupos terroristas afines un entorno favorable para mezclarse con el crimen organizado, cruzar fronteras con impunidad y participar en intercambios más directos de Estado a Estado, dicen los analistas.
«Siempre hubo un cierto nivel de influencia, no sólo de las redes, sino también de Hizbulá y, detrás de Hizbulá, de Irán, en la región», dijo Evan Ellis, ex funcionario del Departamento de Estado y profesor de investigación de estudios latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.
«Eso aumentó con respecto al compromiso iraní de Estado a Estado en gran medida a través de actores populistas a mediados de la década de 2000, con una nueva cosecha de líderes populistas de izquierda: Hugo Chávez, Evo Morales en Bolivia, y ciertamente Rafael Correa en Ecuador, entre otros».
Este movimiento incluye la reciente entrada denunciada de agentes de Irán e Hizbulá en la región a través de Venezuela, como demuestra un incidente ocurrido en 2022 en el que un avión fue inmovilizado en tierra e incautado en Argentina a petición de Estados Unidos. La aeronave, de propiedad estatal, llevaba a bordo a cinco ciudadanos iraníes. Funcionarios paraguayos y de otros países afirmaron que estaban vinculados a la Fuerza Quds, designada organización terrorista por Estados Unidos. Argentina desmintió las informaciones según las cuales los miembros de la tripulación estaban vinculados a Quds.
La incautación coincidió con el regreso a la región de muchos de los mismos actores populistas. «Esencialmente, se está llevando a operativos de las Fuerzas Quds y a personal afiliado a Hizbulá por toda la región», dijo el Sr. Ellis.
«En los últimos meses se vio también una ampliación de ese compromiso iraní con un viaje a Nicaragua para hablar de acuerdos petroleros. Y más recientemente, un viaje a tres países del presidente Ebrahim Raisi, acompañado de varios ministros, incluido su ministro de Defensa, a Venezuela, así como a Nicaragua y Cuba, donde se firmaron varios acuerdos en cada lugar».
Los vínculos iraníes en la región se hicieron más evidentes en medio de la guerra entre Israel y Hamás. El 8 de noviembre, dos presuntos operativos de Hizbulá fueron detenidos en Brasil por planear atentados en el país. Y aumentaron las advertencias de una amenaza terrorista para Estados Unidos, sobre todo en relación con su porosa frontera sur.
Chile y Colombia, ambos con gobiernos de izquierda recién elegidos, retiraron a sus embajadores en Israel el 31 de octubre y criticaron la ofensiva del país judío contra los terroristas de Hamás respaldados por Irán.
Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Tel Aviv el mismo día, el país había firmado un acuerdo con Irán en julio para fortalecer la «cooperación en defensa y seguridad». En aquel momento, el ministro de Defensa iraní dijo que las naciones latinoamericanas ocupaban un «lugar especial en la perspectiva estratégica de Irán» y que la cooperación con Bolivia podría servir de modelo para más países de la región.
Carlos Berzaín, ex ministro de Defensa de Bolivia y ahora director del Instituto Interamericano para la Democracia, dijo que todo país latinoamericano gobernado bajo el «socialismo del siglo XXI» es «convertido públicamente en enemigo de Estados Unidos —adoptando la retórica que Cuba tuvo durante casi 65 años-—con gravísimas consecuencias políticas y de seguridad».
El término «socialismo del siglo XXI» es utilizado habitualmente por la dictadura socialista de Venezuela y otras para caracterizar su ideología.
El Sr. Berzaín dijo que su patria es un ejemplo de uno de los países recuperados por los socialistas (a finales del 2020) tras un breve paso de la oposición por el poder.
«Hoy, Bolivia, como dictadura, depende del liderazgo de la dictadura de Cuba, y su política exterior lo demuestra», dijo al Epoch Times.
«Está al servicio de otros regímenes dictatoriales como Irán, Rusia y China con los que no existe ningún interés tradicional ni legítimo en el tipo de relaciones que mantienen. Éstas se basan en la corrupción, en la condición de Bolivia como narcoestado, y en favorecer crímenes como el terrorismo con una retórica ‘antiimperialista'».
El destacado analista sobre Irán Emanuele Ottolenghi, investigador de la Fundación para la Defensa de la Democracia, con sede en Estados Unidos, afirmó que las redes terroristas crecieron.
«En Brasil, el simpático gobierno de Luis Ignacio Lula da Silva permitió que Hizbulá y los frentes iraníes se expandieran discretamente con escaso riesgo de escrutinio por parte de las autoridades», escribió Ottolenghi en un artículo del 28 de octubre.
«En Chile, con una fuerte y radicalizada diáspora palestina, los agentes iraníes y las redes de Hizbulá se infiltraron en el gobierno, los medios de comunicación y el mundo académico, además de dirigir redes financieras ilícitas».
La larga y amplia actividad de Irán y sus apoderados en América Latina aumenta aún más la preocupación por un entorno político acogedor.
El grupo terrorista Hizbulá desempeñó un papel destacado en la región. Funcionarios estadounidenses estiman que Irán proporciona al grupo cientos de millones de dólares anuales, armas y más.
«Durante décadas, Hizbulá construyó pacientemente una red mundial de redes, participó en actividades financieras ilícitas y apoyó complots terroristas», escribió Ottolenghi.
Dijo que la mayoría de los países de la región no consideran a Hizbulá una organización terrorista, lo que hace más difícil vigilar y frenar sus actividades.
«Debido a su implicación durante décadas con la delincuencia organizada —un componente esencial de la estrategia de financiación de Hizbulá—, el grupo tiene amplias conexiones con organizaciones delictivas locales», afirmó Ottolenghi.
«Estas conexiones proporcionan acceso a armas, explosivos, falsificaciones y, lo que es más importante, a funcionarios públicos corruptos en puestos clave en migraciones, aduanas y puertos de entrada».
En los últimos años, se realizaron varios arrestos relacionados con Hizbulá en América Latina.
«En 2017, las autoridades estadounidenses arrestaron a Samer el Debek, otro agente de Hizbulá, quien, según revelan documentos judiciales, había explorado objetivos potenciales que incluían las embajadas de Israel y Estados Unidos en Panamá, así como el Canal de Panamá», dijo Ottolenghi.
«En 2021, agentes de Hizbulá intentaron asesinar a ciudadanos estadounidenses e israelíes en Colombia».
A pesar del puñado de detenciones, la actividad de Irán y su apoderado Hizbulá continúa en la región y sigue siendo en gran medida «imperturbable», dijo el Sr. Ottolenghi.
Complicidad y vínculos estrechos
Se informó ampliamente de la facilitación de actividades ilegales por parte de gobiernos de izquierda latinoamericanos y de su compromiso delictivo directo con Irán.
Actores estatales clave facilitaron la actividad terrorista transnacional proporcionando a los delincuentes, buscados por la Interpol, transporte en líneas aéreas estatales, así como pasaportes reales con nombres falsos.
«La rapidez y facilidad con la que los operativos de Hizbulá son capaces de conseguir documentación falsa en América Latina no debería ser una sorpresa», declaró Matthew Levitt en una audiencia sobre Seguridad Nacional en la Cámara de Representantes en 2013. En aquel momento, Levitt era el director de contraterrorismo e inteligencia del Washington Institute for Near East Policy.
«Según la inteligencia israelí, el uso de este tipo de pasaportes por parte de los operativos de Hizbulá está muy extendido, y los documentos son utilizados por los activistas de la organización en sus viajes por todo el mundo.
Entre los facilitadores estatales se encuentran el ex presidente Hugo Chávez y su sucesor, el actual Nicolás Maduro, anteriormente ministro de Relaciones Exteriores, según ex funcionarios venezolanos e informes de inteligencia.
El ex funcionario de la embajada venezolana en Irak, Misael López, denunció públicamente en 2017 un esquema de venta de pasaportes y visas basado en la embajada en Caracas, que según dijo a CNN era generalizado y estaba sancionado por el Estado.
El Sr. López cooperó con una investigación de CNN que tuvo acceso a un documento clasificado de inteligencia que vinculaba al ex vicepresidente venezolano Tareck El Aissami con 173 pasaportes y documentos de identidad venezolanos que fueron emitidos a personas de Oriente Medio. La investigación reveló que incluía a personas vinculadas a Hizbulá.
Antiguos funcionarios de los servicios de inteligencia venezolanos afirman también que El Aissami reclutó agentes para Hizbulá y trabajó para ampliar sus redes de espionaje y tráfico en América Latina, según un informe del New York Times.
En 2021, el periódico Israel Hayom publicó información pirateada de la Agencia de Contrainteligencia Militar de Venezuela según la cual el régimen de Maduro daba cobijo a agentes de Hezbolá implicados en el tráfico de drogas y armas, el blanqueo de dinero y otras actividades para financiar el terrorismo.
Simbolizando la profundidad de la influencia iraní en el país, un centro académico en Caracas, la capital de Venezuela, recibió el nombre del comandante de la Fuerza Quds Qasem Soleimani, un terrorista iraní asesinado en Bagdad en 2020 por orden del ex presidente Donald Trump.
Según Berzaín, se están estableciendo lazos similares con Bolivia.
«El presidente boliviano Luis Arce firmó un acuerdo militar que convierte a Bolivia en la plataforma del terrorismo para el Cono Sur debido a su posición geopolítica», dijo, refiriéndose a la mitad sur de Sudamérica, que comprende Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y parte de Brasil.
«Desde hace mucho tiempo hay acusaciones de iraníes que se identifican con pasaportes bolivianos. La participación iraní hoy es activa y creciente», dijo.
Berzaín afirmó que el Presidente Arce continúa la labor de su mentor, el ex presidente socialista Evo Morales.
«En Bolivia, Morales concedió zonas comerciales a Irán, autorizó un canal de televisión y otros medios de comunicación, y permitió la penetración cultural y religiosa», afirmó Berzaín. Dijo que la Escuela Antiimperialista Alba de Bolivia invitó a la inauguración al iraní Ahmad Vahidi, presuntamente implicado en el atentado contra la AMIA.
Un canal de propaganda iraní, «Hispan TV», emite en español a muchos países de la región, entre ellos Bolivia, Ecuador, Cuba, Guatemala, Nicaragua, Colombia y Chile, según su sitio web.
El Sr. Berzaín dijo que «los gobiernos que trabajan al servicio de dictaduras» como la de Irán incluyen a México bajo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Chile bajo el Presidente Gabriel Boric, Colombia bajo el Presidente Gustavo Petro y Brasil bajo el Presidente Lula da Silva.
«Su reacción (…) ante los atentados terroristas de Hamás contra Israel demuestran su consideración y su compromiso con el terrorismo con todas sus coartadas y pretextos», afirmó Berzaín.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil bajo el mandato del expresidente Jair Bolsonaro, Ernesto Araújo, dijo: «Irán es un socio desde hace mucho tiempo de la Venezuela de Chávez y la Bolivia de Morales».
«Cada vez que un nuevo país se vuelve hacia esa misma rama del socialismo, que es el narcosocialismo, inmediatamente se convierte en un socio cercano de Irán», dijo el Sr. Araújo a The Epoch Times.
En Brasil se planeó una operación para detener a Rabbani, considerado por entonces uno de los principales terroristas iraníes, pero fracasó, según fuentes oficiales que hablaron con la revista brasileña Veja. Alrededor del 2008 —durante el anterior gobierno de Lula da Silva— Rabbani estuvo de visita en el país, pero la policía federal brasileña tardó demasiado en autorizar la operación, lo que permitió a Rabbani escapar, según el informe.
Según la revista, posiblemente entró en el país tras tomar un vuelo operado por el Estado desde Venezuela con una lista de pasajeros clasificada que llevaba documentación falsa proporcionada por Caracas. La tardía autorización se debió a una «complicada discusión sobre la conveniencia política de detenerlo», dijo el informe de Veja.
En 2021, cuando el Reino Unido designó a Hamás organización terrorista, 20 congresistas brasileños firmaron una carta en apoyo de Hamás.
Los legisladores brasileños afirmaron que «la resistencia no es terrorismo» y prometieron su «apoyo y solidaridad» a la «causa de liberación» de los palestinos».
Diez de los legisladores pertenecían al Partido de los Trabajadores del Presidente Lula da Silva y dos de ellos son ahora ministros del gobierno de Lula. Otros pertenecen a partidos periféricos de izquierda dura, como el Partido Comunista de Brasil, que ahora forma parte de la coalición gobernante.
Hamás pareció tomar nota. El grupo celebró la elección del presidente Lula da Silva a finales del 2022 y lo calificó de «luchador por la libertad» en un mensaje de apoyo publicado.
«Los iraníes sin duda se dieron cuenta de lo mucho que tienen que ganar de la asociación con el crimen sudamericano, a través de gobiernos amigos del crimen», dijo el Sr. Araújo.
En febrero, buques de guerra iraníes sancionados atracaron en Río de Janeiro. Después, el 10 de noviembre, uno de los sospechosos investigados en Brasil por planear atentados terroristas confesó haber sido reclutado por Hizbulá, pero fue puesto en libertad, según Jornal Nacional, un canal de televisión brasileño.
El Foro de São Paulo
Berzaín dijo que en el siglo XXI surgieron dos Estados Unidos, «uno democrático y otro dictatorial».
«La dictatorial conspira y ataca continuamente a la democrática, que permanece pasiva e indefensa, permitiendo la existencia y expansión de las dictaduras», dijo.
Un brazo operativo es el Foro de São Paulo, creado en 1990 por el brasileño da Silva y el cubano Fidel Castro para impulsar el socialismo en la región. El grupo reunió a grupos narcoterroristas, incluidas las FARC colombianas, movimientos sociales y administraciones gubernamentales.
Miembros de las FARC dijeron en una carta de 2007, borrada desde entonces, en una reunión del Foro de São Paulo, que el Foro funcionaba como un «salvavidas» para la causa comunista y una «propuesta formidable». El Foro sigue activo a día de hoy y coordina a cientos de organizaciones de izquierda.
«Los regímenes que pertenecen al Foro de São Paulo pueden facilitar el blanqueo de dinero, bases logísticas cerca de Estados Unidos, falsificar pasaportes y hacer circular personal, y acceder a otros recursos necesarios para Hizbulá, así como cobertura diplomática para Irán». afirmó el Sr. Araújo.
El juego de China
«Irán sirvió de punta de lanza para China y Rusia en la región», declaró a Epoch Times Paulo Henrique Araújo, autor brasileño e investigador del Foro de São Paulo.
El papel de China a la hora de posibilitar el terrorismo respaldado por Irán ganó mayor atención después de que ambos países firmaran un acuerdo de cooperación estratégica de 25 años en 2021 y violaran las sanciones petroleras. El 8 de septiembre, Estados Unidos confiscó casi un millón de barriles de petróleo iraní, supuestamente destinados a China.
Beijing prestó miles de millones de dólares a Venezuela, un punto de entrada clave para la penetración iraní en América Latina, según los expertos.
Quince dirigentes actuales y anteriores de Venezuela fueron acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en 2020 de una «conspiración narcoterrorista» para «inundar» Estados Unidos de narcóticos.
Apuntalar el autoritarismo y la actividad criminal para crear agitación y llamar la atención de Washington fue parte de la estrategia de China para América Latina, según informes y documentos judiciales.
China, Rusia e Irán «buscan activamente aprovecharse de las nacientes y frágiles democracias de esta región y tratan de explotar los recursos de la región y su proximidad a Estados Unidos», declaró ante el Congreso en 2021 el almirante Craig Faller, ex comandante del Mando Sur.
El general de división Evan Pettus afirmó que el Partido Comunista Chino se «posicionó estratégicamente» en la región.
Beijing tiene ahora «un grado significativo de influencia sobre la región, poniendo así en peligro la soberanía democrática y los intereses de Estados Unidos», escribió en un artículo publicado el 5 de octubre por el Comando de Combate Aéreo de Estados Unidos.
Según Paulo Henrique, China, Rusia e Irán, en colaboración con las administraciones izquierdistas de Sudamérica, pretenden «deslegitimar las organizaciones multilaterales y sustituirlas». Y la primera es la OEA. Pretenden anular la OEA y sustituirla por la CELAC».
La CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, es un bloque regional de 33 Estados miembros. Fue creada En Venezuela con amplia participación de partidos del Foro de São Paulo.
El ex presidente Bolsonaro suspendió la participación de Brasil en la CELAC, sin embargo, el presidente da Silva se reincorporó tras volver al cargo este año.
«En la reunión de la CELAC del 2021 en México se celebró a Maduro y se recibió a China como invitada de honor, la que realmente influye en los esfuerzos políticos, ideológicos, económicos, diplomáticos, etc., en lugar de Estados Unidos», dijo Paulo Henrique.
Este año, China, Brasil y Rusia trabajaron para incluir a Irán en una nueva oleada de países que se unen al BRICS, una organización considerada anteriormente como un grupo de países en desarrollo principalmente económico y poco rígido, pero que se convirtió en una alianza geopolítica más fuerte en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos.
La adhesión al BRICS dará a Irán «mayor legitimidad» y «más comercio con economías en crecimiento», según un comentario publicado en el sitio web del Centro Stimson, con sede en Estados Unidos.
Corrección: Se actualizó el artículo para incluir el grupo terrorista correcto (las FARC colombianas) implicado en el foro de Sao Paulo. El Epoch Times lamenta el error.
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