El presidente electo, Donald Trump, no ha perdido tiempo en nombrar a los miembros de su gabinete desde su victoria en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
En consonancia con su promesa de sacudir Washington, algunas de sus selecciones han suscitado interrogantes sobre su capacidad para sobrevivir a una posible batalla de confirmación en el Senado. Pero en caso de que sus candidatos se estanquen, Trump ya ha identificado una herramienta para eludir cualquier retraso: los nombramientos en receso.
Antes de la elección del senador John Thune (R-S.D.) como próximo líder de la mayoría, Trump dijo en las redes sociales que el próximo líder «debe estar de acuerdo con los nombramientos en receso».
Señaló que las votaciones de confirmación pueden llevar «dos años, o más», gracias a la polarización en el Congreso.
«Esto es lo que hicieron hace cuatro años, y no podemos dejar que vuelva a suceder», dijo en el posteo del 10 de noviembre. «¡Necesitamos que se cubran los puestos INMEDIATAMENTE!».
Tras la toma de posesión de Trump, habrá que cubrir unos 4000 puestos en la administración, incluidos más de 1200 que requieren confirmación del Senado, según la Asociación para el Servicio Público, una organización sin ánimo de lucro que ayuda en las transiciones presidenciales.
Thune dijo a Fox News el 14 de noviembre que «todas las opciones están sobre la mesa» para garantizar que los nombramientos del Gabinete de Trump sean confirmados.
El gabinete del presidente se compone de los principales asesores y jefes de agencia y departamento que él o ella nombra para ayudar a dirigir el poder ejecutivo.
Muchas de esas funciones requieren la confirmación del Senado, aunque otras, como la vicepresidencia o la jefatura de gabinete de la Casa Blanca, no.
He aquí un resumen del proceso de confirmación del Gabinete, cómo ha evolucionado históricamente y los obstáculos a los que Trump podría enfrentarse para conseguir la confirmación de su equipo.
El Gabinete del presidente se compone de los principales asesores y jefes de agencia y departamento que él o ella nombra para ayudar a dirigir el poder ejecutivo.
Según el Artículo II de la Constitución de Estados Unidos, el poder de «consejo y consentimiento» del Senado le otorga la autoridad de confirmar o rechazar los nombramientos presidenciales para puestos en el Gabinete, embajadas, jueces de la Corte Suprema y otros funcionarios de Estados Unidos.
El proceso comienza cuando el secretario ejecutivo del Senado remite un candidato a los comités pertinentes para su consideración. Estos comités estudiarán los antecedentes del candidato y celebrarán audiencias para evaluar sus cualificaciones. A continuación, los miembros votarán sobre la forma de presentar la candidatura al pleno: favorable, desfavorable, sin acción o sin recomendación.
El pleno del Senado celebrará nuevas audiencias de confirmación y votará sobre la idoneidad del candidato para el cargo, siendo necesaria una mayoría simple para su aprobación.
¿Con qué frecuencia se rechazan las candidaturas?
Históricamente, solo nueve candidaturas al Gabinete han sido rechazadas por el Senado.
El presidente John Tyler ostenta el récord de cuatro candidaturas rechazadas. Pero el caso más reciente se produjo en 1989, cuando el nombramiento de John Tower, senador por Texas, como secretario de Defensa por parte del presidente George H. W. Bush, fue desbaratado por acusaciones de consumo excesivo de alcohol y conducta sexual inapropiada.
Un puñado de otros nombramientos o casi nombramientos fueron retirados por el presidente o por los propios designados cuando se hizo evidente que se enfrentaban a una batalla cuesta arriba para su confirmación.
Eso ocurrió varias veces bajo la anterior Administración Trump. En febrero de 2017, su candidato a secretario de Trabajo, Andrew Puzder, retiró su propio nombre de la consideración en medio de acusaciones de robo de salarios y acoso sexual contra restaurantes franquiciados por su empresa.
Otro ejemplo notable fue la nominación por Trump del Dr. Ronny Jackson, médico de la Casa Blanca, para secretario de Asuntos de Veteranos en 2018. Jackson negó las acusaciones de mala conducta en el lugar de trabajo, pero finalmente retiró su nombre.
Aunque los rechazos y las retiradas son poco frecuentes, no es raro que los senadores recurran a diversas tácticas legislativas para ralentizar el proceso de confirmación. De hecho, en los últimos años, se ha convertido en una parte esperada del proceso en medio de la creciente polarización del Congreso.
Un ejemplo reciente fue el uso por parte del senador Tommy Tuberville (R-Ala.) de «retenciones» legislativas para bloquear la rápida consideración por parte de la cámara de los candidatos del presidente Joe Biden para el Departamento de Defensa.
Durante meses, Tuberville bloqueó cientos de ascensos militares en protesta por la decisión del departamento de cubrir los gastos de viaje de los miembros del servicio que buscaban abortos. Finalmente, abandonó la mayoría de sus bloqueos cuando el líder de la mayoría, el demócrata Chuck Schumer, indicó que se preparaba para saltárselos y confirmar cientos de nombramientos a la vez.
¿Qué son los nombramientos en receso?
El mismo artículo de la Constitución que otorga al Senado el poder de asesoramiento y consentimiento también faculta al presidente para cubrir vacantes mientras la cámara está en receso.
El inconveniente, sin embargo, es que los nombramientos por receso solo pueden servir hasta el final de la siguiente sesión del Senado. Eso significa que, como máximo, un designado por receso podría servir durante cerca de dos años.
Los recesos de un mes no eran infrecuentes en los primeros años del Congreso. Los nombramientos en receso permitían al presidente asegurarse de que se cubrían puestos importantes si se producían vacantes durante esas prolongadas ausencias.
En los últimos años, sin embargo, la creciente paralización de Washington ha llevado a los presidentes a recurrir a los nombramientos en receso —normalmente a mitad de periodo— para evitar retrasos en el proceso de confirmación del Senado.
Los legisladores, por su parte, han limitado las oportunidades de tales nombramientos mediante una programación creativa y la celebración de sesiones «pro forma» en las que no se lleva a cabo ningún trabajo legislativo.
La Corte Suprema confirmó unánimemente esta práctica en 2014. La corte también dictaminó que el Senado debe estar en receso durante al menos 10 días antes de que el presidente pueda hacer nombramientos unilaterales.
Como ninguna de las cámaras puede entrar en receso durante más de tres días sin el consentimiento de la otra, la Cámara también tiene cierto poder sobre cuándo se pueden hacer nombramientos en receso.
Usos recientes
El presidente Barack Obama fue el último presidente en utilizar la herramienta de los nombramientos en receso. Cubrió 32 puestos de esa manera antes de ser demandado por tres nombramientos para la Junta Nacional de Relaciones Laborales.
Los nombramientos en cuestión se hicieron durante una de las sesiones pro forma del Senado y fueron invalidados por la sentencia de la Corte Suprema de 2014 sobre los nombramientos en receso.
El presidente Bill Clinton hizo 139 nombramientos en receso y el presidente George W. Bush hizo 171, según el Servicio de Investigación del Congreso.
Sin embargo, este tipo de nombramientos rara vez se ha utilizado para cubrir puestos de alto nivel en el Gabinete. El ejemplo más reciente se produjo en 1996, cuando Clinton nombró a Mickey Kantor para ocupar el puesto de secretario de Comercio.
Obstáculos
Un par de nombramientos del Gabinete de Trump ya han desatado la polémica.
Su elección del incendiario conservador y ex representante Matt Gaetz (R-Fla.) para el puesto de fiscal general de EE. UU. provocó rápidas reacciones de los demócratas e incluso de algunos republicanos.
«Esto no estaba en mi cartón de bingo», dijo la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) a la prensa tras el anuncio, sosteniendo que el excongresista no es lo suficientemente «serio» para el puesto.
Su elección del incendiario conservador y ex representante Matt Gaetz (R-Fla.) para el puesto de fiscal general de EE. UU. provocó rápidas reacciones de los demócratas e incluso de algunos republicanos.
Gaetz, leal a Trump desde hace tiempo, ha abogado por una revisión del sistema de justicia federal.
Trump también llamó la atención al elegir al excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr. para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Kennedy se opuso abiertamente a los cierres patronales y a la imposición de vacunas durante la pandemia de COVID-19. También se ha manifestado en contra de los aditivos alimentarios. También se ha manifestado en contra de los aditivos alimentarios aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. y ha planteado cuestiones sobre el aumento de las tasas de autismo y enfermedades crónicas entre los niños estadounidenses en las últimas décadas.
Ambos candidatos podrían enfrentarse a duras batallas de confirmación en el Senado, donde se prevé que los republicanos tengan una mayoría de 53-47. El voto de desempate del vicepresidente electo JD Vance deja margen para solo tres deserciones republicanas, suponiendo que todos los demócratas e independientes de la cámara voten en contra de los nominados de Trump.
Si los nominados de Trump no consiguen la mayoría necesaria, un receso estratégico del Senado podría permitirle teóricamente instalar a sus nominados de todos modos, aunque esa medida podría dar paso a desafíos legales.
Tampoco está claro si una mayoría del Senado —necesaria para aprobar un receso— apoyaría la elusión de su función de consejo y consentimiento.
Eso podría suponer un problema para Thune, que ha prometido un riguroso calendario de confirmación.
«Los mismos republicanos… que podrían tener problemas para votar a favor de alguien en virtud del orden ordinario probablemente también tengan problemas para votar a favor de poner al Senado en receso. Hay que contar con la aprobación de la Cámara. Hay un proceso», señaló el senador durante su entrevista en Fox News.
El presidente de la Cámara de Representantes se ha mostrado dispuesto a considerar la posibilidad de recurrir a los nombramientos en receso.
«Lo evaluaremos en el momento oportuno y tomaremos la decisión adecuada. Puede que haya una función para ello. Tendremos que ver cómo se desarrolla», dijo el congresista Mike Johnson (R-La.) a Fox News el 17 de noviembre.
El congresista dijo que cree que el presidente debería poder elegir a su propio Gabinete, especialmente después de haber obtenido una «abrumadora victoria en el voto popular».
Aún así, como abogado constitucionalista, Johnson dijo que es «comprensivo» con los argumentos en contra de eludir al Senado.
«He demostrado una y otra vez que seremos fieles a nuestro juramento, que es defender la Constitución, así que evaluamos todas estas cosas con mucho cuidado», dijo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
