Las compañías de seguros y los planes de salud de grupo deben cubrir el coste de los tests rápidos de COVID-19 sin receta médica para las personas con cobertura médica privada, a partir del 15 de enero, según anunció el lunes la Administración Biden.
«El nuevo requisito de cobertura significa que la mayoría de los consumidores con cobertura sanitaria privada pueden entrar a internet o a una farmacia o tienda, comprar una prueba y que su plan de salud se la pague por adelantado, o que se les reembolse el coste presentando una reclamación a su plan», se lee en una declaración del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS). «Este requisito incentiva a las aseguradoras a cubrir estos costes por adelantado y garantiza que los individuos no necesiten una orden de su proveedor de servicios de salud para acceder a estas pruebas de forma gratuita».
Las compañías de seguros y los planes médicos deben cubrir ocho pruebas de autodiagnóstico de venta libre al mes por persona. «Eso significa que una familia de cuatro miembros, todos en el mismo plan, podría obtener hasta 32 de estas pruebas cubiertas por su seguro médico al mes», según la declaración del HHS.
No habrá «ningún límite» en el número de pruebas, incluidas las pruebas COVID-19 a domicilio, que las aseguradoras o los planes de salud deben cubrir, si un proveedor de servicios de salud las ordena o administra tras una evaluación clínica, estipuló el HHS.
«Las compras de pruebas sin receta estarán cubiertas en el mercado comercial sin necesidad de que un proveedor de servicios de salud las ordene o las evalúe clínicamente de forma individualizada, y sin ningún requisito de reparto de costes como deducibles, copagos o coseguros, autorización previa u otros requisitos de gestión médica», según el departamento.
«Cuando los planes y las aseguradoras ponen a disposición las pruebas para su cobertura por adelantado a través de farmacias o minoristas preferidos, siguen estando obligados a reembolsar las pruebas adquiridas por los consumidores fuera de esa red, a una tasa de hasta 12 dólares por prueba individual (o el coste de la prueba, si es inferior a 12 dólares)», añade.
El secretario del HHS, Xavier Becerra, dijo que esta última medida se suma al plan de la Administración Biden para adquirir 500 millones de pruebas de COVID-19 y enviarlas a los estadounidenses que las necesiten, de forma gratuita. Los contratos iniciales para poner en marcha la entrega de las pruebas se financian con dinero de los contribuyentes como parte de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense que Biden promulgó en marzo de 2021.
«Al exigir a los seguros médicos privados que cubran las pruebas a domicilio de la gente, estamos ampliando aún más la capacidad de los estadounidenses de hacerse pruebas gratuitas cuando las necesiten», dijo Becerra en una declaración el lunes.
No está claro qué incentivos se ofrecieron o se están ofreciendo a las aseguradoras o a los planes de seguro médico como parte del requisito. El HHS no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La Administración Biden exigió en 2021 que los programas estatales de Medicaid y del Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) cubrieran todos los tipos de pruebas de COVID-19 autorizadas por la FDA, incluidas las pruebas de autodiagnóstico, sin compartir los costes.
«Medicare paga las pruebas de diagnóstico de COVID-19 realizadas por un laboratorio, como las pruebas PCR y de antígenos, sin que el beneficiario tenga que compartir los costes cuando la prueba es solicitada por un médico, un profesional no médico, un farmacéutico u otro profesional sanitario autorizado», según el HHS. «Las personas inscritas en un plan Medicare Advantage deben comprobar con su plan si éste ofrece cobertura y pago para las pruebas de COVID-19 sin receta médica».
La Administración Biden ha emprendido otros planes para abrir el acceso a las pruebas de COVID-19. El HHS está proporcionando hasta 50 millones de pruebas de autodiagnóstico gratuitas a los centros de salud comunitarios y a las clínicas de salud certificadas por Medicare para que las distribuyan a los pacientes sin coste alguno para ellos. El departamento también ha establecido más de 10,000 puntos de pruebas gratuitas en farmacias de todo Estados Unidos.
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