Un video chino publicado en Internet reveló cómo los trabajadores locales de prevención de epidemias golpearon brutalmente a una mascota hasta matarla durante la desinfección de la casa de un residente en cuarentena. Tras la publicación del video en Internet, se multiplicaron las condenas por la brutalidad de la administración local.
La Sra. Fu, propietaria de un corgi, vio que su perro había sido golpeado hasta la muerte en una grabación de seguridad en la tarde del 12 de noviembre, cuando los funcionarios locales organizaron su aislamiento en un hotel la mañana de ese día.
El personal encargado de la desinfección le prometió que, mientras el perro estuviera controlado, solo desinfectarían la casa y no se desharían de él.
Mirando su teléfono celular, vio a dos personas con trajes de protección contra materiales peligrosos en su casa, y a una de ellas golpeando al perro en la cabeza con una barra de hierro. El perro corrió a otra habitación, pero la persona fue tras él. Las imágenes no muestran lo que ocurrió a continuación, pero se oyen los débiles gritos del corgi.
Unos minutos más tarde, la persona, que llevaba una bolsa de plástico amarilla, habló con la propietaria a través de su cámara de seguridad: «El líder exigió que nos encargáramos de él [el perro] aquí mismo, y que lo retiráramos después de que esté hecho». Fu preguntó el nombre del líder, pero no recibió respuesta.
Fu expuso el incidente en Internet, lo que provocó una amplia protesta en las redes sociales chinas.
Los funcionarios locales del distrito de Xinzhou, en la ciudad de Shangrao (Jiangxi), emitieron un aviso el 13 de noviembre en el que admitían que el personal efectivamente «irrumpió en la casa» y «llevó a cabo una retirada segura del perro mascota».
El aviso oficial también mencionaba que el personal correspondiente había sido trasladado a otro puesto, que se le había pedido «disculpas» a la dueña y que ésta había expresado su «comprensión».
Sin embargo, según los medios de comunicación chinos, Fu ha estado bajo presión desde que colocó el video en Internet, y los funcionarios nunca le explicaron nada sobre el incidente.
Ella buscó la ayuda de otros internautas con sus posteos en Weibo: «Las amenazas están llegando». «Si el video permanece, el trabajo desaparecerá mañana». «El lugar de trabajo dice: si no borras el posteo, entonces haz tus cosas y vete». «Mis padres no pudieron soportarlo más». «¿Qué puedo hacer si no hay manera de lidiar con el gobierno?».
Un desconocido llamó a Fu y le pidió que borrara todos los posteos relacionados con el incidente de la golpiza al perro. Mostró su firme apoyo a la política de prevención de epidemias e indicó que era plenamente consciente de los posteos personales de Fu.
Posteriormente, Fu estableció un permiso de privacidad en su cuenta de Weibo y los posteos sobre el asesinato de la mascota «desaparecieron».
El distrito de Xinzhou está llevando a cabo actualmente las estrictas medidas de la política de cero-COVID, con un estricto control del tránsito en las calles urbanas.
Mascotas asesinadas en nombre de la prevención de la epidemia
La búsqueda en línea de historias relevantes en China reveló más incidentes horripilantes de mascotas asesinadas en nombre de la prevención del COVID-19.
Por ejemplo, en el barrio de Fu, otro internauta también vivió una situación similar recientemente.
El 10 de febrero, los medios de comunicación chinos reportaron que en una comunidad de la ciudad de Xi’an, en Shaanxi, el personal de prevención de epidemias golpeó a un perro hasta matarlo porque el dueño lo sacó a pasear durante la pandemia. Se dijo que el paseo de perros está prohibido como medida de control de la pandemia.
En reacción a la acalorada ira del público, los funcionarios del distrito de Xinzhou afirmaron que la paliza al perro era un caso aislado, un incidente inevitable de medidas inusuales y necesarias durante un tiempo inusual. Los funcionarios del distrito de Xinzhou creían que «la sociedad debería reconocerlo».
Sin embargo, el debate acalorado continuó en las redes sociales chinas. El abogado Wang Xiaoming declaró en Weibo que el asesinato de la mascota carecía de base fáctica y violaba la ley.
El escritor chino Shui Muding escribió en Weibo: «Un gobierno local que no aprecia a su propia gente está destinado al fracaso».
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