En 2020 se produjo un aumento del 32% en el número de estadounidenses negros asesinados en comparación con el año anterior.
Algunos expertos dicen que el aumento fue causado por el movimiento Black Lives Matter y los esfuerzos para desfinanciar a la policía a raíz del asesinato de George Floyd ese mismo año.
Según los datos del FBI, Estados Unidos registró en 2020 el mayor aumento de un año en el número de asesinatos desde que se empezaron a llevar registros nacionales en la década de 1960. El número de homicidios interanual se disparó un 29.4%.
Los estadounidenses de raza negra se han llevado la peor parte del aumento. En 2020 fueron asesinados 9941 negros o afroamericanos, frente a los 7484 del año anterior. El número de víctimas negras se disparó casi un 32 por ciento.
Entre los blancos, la cifra aumentó aproximadamente un 21 por ciento entre 2019 y 2020. Los datos del FBI muestran que 7043 estadounidenses blancos fueron asesinados en 2020, y 5787 el año anterior.
Mientras que algunos investigadores atribuyen el aumento a factores causados por la pandemia, otros creen que el repunte de los asesinatos entre los estadounidenses de raza negra estuvo directamente relacionado con las protestas de Black Lives Matter de ese año, y el consiguiente repliegue de las fuerzas del orden.
«Ciertamente, las protestas y los disturbios de mediados de 2020 tras la muerte de George Floyd siguieron un patrón de aumento de la violencia que hemos visto tras incidentes policiales virales en el pasado, como las muertes de Michael Brown y Freddie Gray», dijo a Fox News Hannah Meyers, directora del departamento de policía y seguridad pública del Instituto Manhattan. «Este patrón se ha denominado ‘efecto Ferguson: la policía se retira mientras los delitos violentos se disparan de forma precipitada».
El efecto ha sido utilizado por algunos analistas para explicar el aumento de los delitos violentos tras las muy publicitadas muertes de Michael Brown en 2014 y de Freddie Gray en 2015 mientras estaba bajo custodia policial. Las protestas resultantes de Black Lives Matter y el aumento del sentimiento antipolicía llevaron a las fuerzas del orden a interrumpir los esfuerzos policiales proactivos, dejando así que la delincuencia quedara sin control.
Los datos de la agencia federal de aplicación de la ley muestran que en Estados Unidos se registraron 944 asesinatos más de estadounidenses negros en 2015 que en 2014, un aumento del 15%. Antes de 2014, el número de estadounidenses negros asesinados disminuyó durante tres años, según los datos del FBI.
Escribiendo en The Wall Street Journal en 2016, Heather Mac Donald, del Manhattan Institute, argumentó que el «efecto Ferguson es un problema casi exclusivo de las comunidades negras». «Es allí donde la narrativa de Black Lives Matter sobre policías racistas y homicidas ha producido una virulenta hostilidad en las calles», escribió.
Tras la sonada muerte de George Floyd, Mac Donald advirtió que las protestas y los disturbios en todo el país podrían provocar «un aumento de la criminalidad que va a empequeñecer lo que vimos en 2015 y 2016».
«Ahora, va a ser un baño de sangre, porque la ideología Black Lives Matter ha sido abrazada y amplificada por todas las instituciones principales de este país», dijo Mac Donald a The Epoch Times en junio de 2020.
Los datos del FBI muestran un aumento del 43% de víctimas negras en 2020 en comparación con el promedio de los últimos 10 años. Hubo un promedio de 6927 negros asesinados cada año entre 2010 y 2019.
El promedio de víctimas blancas fue de 5954 durante el mismo periodo, un 16 por ciento menos que el número de muertes de negros.
Sin embargo, los negros solo representan el 13 por ciento de la población estadounidense, mientras que los estadounidenses blancos representan el 76 por ciento, según datos del Censo de Estados Unidos.
Los expertos han apuntado a factores como los factores de estrés introducidos o exacerbados por la pandemia del COVID-19 como fuerza motriz en el aumento de los asesinatos en 2020.
Christopher Herrmann, profesor adjunto del John Jay College of Criminal Justice de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, declaró a The Epoch Times el año pasado que «los homicidios están relacionados con todas las condiciones de la pandemia: el mayor desempleo, el estrés mental, emocional, físico y financiero, y eso se concentra en zonas que suelen contener mayores cantidades de pobreza».
Pero Mac Donald no está de acuerdo.
El «pico no estaba en absoluto relacionado con el COVID», dijo a Fox News a principios de este mes, argumentando que los esfuerzos para desfinanciar a la policía causaron el aumento vertiginoso de la tasa de homicidios en 2020.
Un informe preliminar del FBI mostró que el número de delitos de asesinato y homicidio no negligente había aumentado en un 14.8 en los primeros seis meses de 2020. Y según la base de datos de homicidios del New York Times, alcanzó un pico en junio, justo después de que comenzaran las protestas de Floyd, y se mantuvo alto durante el resto del año.
La ola de protestas de 2020 hizo que ciudades de todo Estados Unidos recortaran la financiación de la policía. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, recortó mil millones de dólares del presupuesto de la policía de Nueva York. Los funcionarios de Portland, donde los asesinatos se dispararon en 2020, recortaron 15 millones de dólares de la financiación policial.
Con información de Zachary Stieber.
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