Asesor de seguridad de EE. UU. dice que aún es posible la reunión con líderes de China

Hay una "intensa competencia y diplomacia"

Por Daniel Y. Teng
05 de junio de 2023 10:03 AM Actualizado: 05 de junio de 2023 10:03 AM

El gobierno de Joe Biden sigue confiando en que se conseguirá una reunión entre el presidente estadounidense y los dirigentes chinos.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, negó en una entrevista con CNN que tanto China como Estados Unidos se dirijan inevitablemente hacia un conflicto.

«Yo me senté en la habitación con el presidente Biden cuando él se reunió con el presidente Xi en Bali el año pasado, y esa no fue mi experiencia», dijo Sullivan, explicando que ambos líderes intentaron llegar a un entendimiento.

«El deseo por ambas partes de poner un nivel mínimo en la relación, de gestionar la competencia de forma responsable, de garantizar que la competencia no se convierta en un conflicto», añadió el asesor de seguridad. «Tenemos una competencia intensa y también tenemos una diplomacia intensa».

«En algún punto veremos al presidente Biden y al presidente Xi reunirse de nuevo. Así que, en lo que a mí respecta, no hay nada incoherente en, por un lado, competir vigorosamente en dominios importantes sobre la economía y la tecnología, y también asegurar que esa competencia no se desvíe hacia el conflicto o la confrontación», dijo Sullivan.

«Nosotros creemos que no hay nada inevitable sobre algún tipo de conflicto o guerra fría entre EE. UU. y China».

La declaración se produjo después de que Beijing declinara una invitación para una reunión entre el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa del Partido Comunista Chino, Li Shangfu, durante el Diálogo de Shangri-La en Singapur.

«Esta noche, la [República Popular China (RPC)] ha informado a Estados Unidos de que ha declinado nuestra invitación que le cursamos a principios de mayo para que el secretario Austin se reuniera esta semana en Singapur con el ministro de Defensa Nacional de la República Popular China, Li Shangfu», informó el Pentágono en una declaración a Wall Street Journal.

Ha habido constantes esfuerzos por parte de funcionarios estadounidenses para asegurar una reunión cara a cara con Beijing, incluyendo una carta directa de Austin a Li.

Estados Unidos y sus aliados democráticos han continuado con este impulso al diálogo a pesar de lidiar con la injerencia extranjera respaldada por Beijing y el restablecimiento de su ejército en el Indo-Pacífico en preparación para un posible estallido del conflicto en torno a Taiwán.

«Las líneas abiertas de comunicación con la República Popular China son esenciales —especialmente entre nuestros líderes militares y de defensa. Para los líderes de defensa responsables, el momento adecuado para hablar es en cualquier momento, el momento adecuado para hablar es siempre, y el momento adecuado para hablar es ahora», escribió Austin en Twitter durante su estancia en Singapur.

Detrás del diálogo oficial se desarrolla la competencia

En febrero, Estados Unidos derribó un presunto globo espía chino, y días atrás, el Departamento de Justicia acusó a dos presuntos agentes chinos de intentar sobornar a funcionarios para ayudar a perjudicar a un grupo espiritual de Falun Gong, también conocido como Falun Dafa.

John Chen, ciudadano estadounidense de 70 años nacido en China, y Lin Feng, ciudadano chino de 43 años, intentaron «manipular el Programa de Denuncias del IRS mediante sobornos y engaños» en un intento de despojar a una entidad dirigida por Falun Gong de su condición de entidad exenta de impuestos, según los expedientes judiciales desvelados el 26 de mayo.

Chen y Feng, que residen en las ciudades californianas de Chino y Los Ángeles, respectivamente, fueron detenidos en sus domicilios a primera hora de la mañana del viernes, según informó a The Epoch Times un portavoz de la oficina del FBI en Los Ángeles.

Esta acción supone el primer proceso judicial por parte de las autoridades estadounidenses para disuadir al régimen chino de atacar Falun Gong —una práctica meditativa que sigue los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia— en Estados Unidos.

Esta práctica espiritual alcanzó una gran popularidad en la China de la década de 1990, y se calcula que hay 100 millones de practicantes en el país. Sin embargo, el régimen comunista percibió la ampliación de Falun Dafa como una amenaza para su control del poder y, durante los últimos 23 años, ha instigado una severa campaña de persecución contra el grupo.

En abril, el FBI detuvo a dos personas que presuntamente dirigían una comisaría secreta en Nueva York para localizar y silenciar a disidentes chinos residentes en Estados Unidos, según la fiscalía.

Se cree que esta comisaría es una de las más de 100 que el régimen chino tiene en 53 países, según Safeguard Defenders, organización sin ánimo de lucro con sede en España.


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