Altos asesores de la campaña del expresidente Donald Trump para 2024 están pidiendo al Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) que cancele su tercer debate programado para el 8 de noviembre.
En una declaración del 2 de octubre publicada en el sitio web electoral del presidente Trump, los asesores Susie Wiles y Chris LaCivita afirman que el RNC debería cancelar el próximo debate de Miami y «poner fin a todos los debates futuros para centrar su mano de obra en impedir los esfuerzos de los demócratas por robar las elecciones de 2024».
Según la Sra. Wiles y el Sr. LaCivita, denegar su petición demostraría que el RNC ignora las preocupaciones sobre la integridad electoral que plantean los votantes del Partido Republicano.
«Cualquier otra cosa, junto con otras razones para no cancelar, significa admitir ante las bases que sus preocupaciones sobre la integridad de los votantes no se toman en serio y que los republicanos nacionales están más preocupados por ayudar a Joe Biden que por garantizar unas elecciones seguras», decía el comunicado.
El anuncio, de dos frases, se refería a la opinión generalizada entre los republicanos de que las concesiones por el COVID-19 no aprobadas por las legislaturas estatales dieron pie a importantes trampas en las elecciones de 2020, cuestiones que no consideran que se hayan abordado de cara a las próximas elecciones de 2024.
Debates republicanos sin Trump
El presidente Trump se saltó los dos primeros debates del RNC.
Cinco minutos antes de que comenzara el primer debate, el expresentador de Fox News Tucker Carlson emitió una entrevista con el presidente Trump en X, la plataforma antes conocida como Twitter.
En la entrevista, el presidente Trump reveló que no tenía ningún interés en asistir al debate del 23 de agosto organizado por Fox News.
En su opinión, lleva una ventaja tan abrumadora en las encuestas que asistir apenas influiría en sus posibilidades de éxito, y su tiempo podría invertirse mejor en otra cosa.
«Les aventajo en 50 y 60 puntos. Algunos están a uno y a cero, y a dos», dijo al Sr. Carlson.
El presidente Trump declaró además que no tenía muchas ganas de ser «acosado» por personas que, en su opinión, no deberían postularse a las elecciones presidenciales, ni de aparecer en Fox News, que, según dijo, ha sido hostil con él en el pasado.
Durante el segundo debate, el 27 de septiembre, el presidente Trump optó por visitar Detroit, donde el sindicato United Auto Workers (UAW) había iniciado una huelga laboral contra los tres mayores fabricantes de automóviles de Estados Unidos: Ford, General Motors y Stellantis.
El Sr. LaCivita confirmó el 27 de septiembre a los periodistas, incluida Janice Hisle, de The Epoch Times, que el presidente Trump no tiene previsto asistir a ningún futuro debate presidencial republicano.
«Ha dicho que no va a asistir a los debates, en plural. Y ésa es su postura, hasta que deje de serlo», dijo entonces el asesor.
Añadió que, en su opinión, los debates se habían convertido más bien en una competición por «quién va a ser el superviviente designado».
En cualquier caso, el hecho de no participar en los debates parece haber tenido poco efecto en el liderazgo del presidente Trump. Un sondeo mostró incluso que había aumentado su ventaja.
Tras el primer debate, un sondeo de 1250 encuestados realizada por Morning Consult mostró que el 58% seguiría apoyando al presidente Trump como candidato presidencial republicano.
El siguiente candidato más cercano era el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que quedó en segundo lugar entre los posibles votantes en la encuesta, con un 14% de los encuestados que lo eligieron.
En la más reciente Encuesta de Encuestas de la CNN, el presidente Trump sigue teniendo un 58% de apoyo, frente al Sr. DeSantis, con un 15%.
Según la CNN, los datos de la Encuesta de Encuestas proceden de un promedio de cinco encuestas nacionales realizadas entre el 7 y el 24 de septiembre.
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