Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford descubre cómo un suplemento nutricional derivado de la cúrcuma reduce significativamente el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE por sus siglas en ingles), una de las principales causas de pérdida de visión entre los estadounidenses.
El estudio retrospectivo de seguimiento de la población incluyó a casi 2 millones de personas mayores de 50 años. Descubrió que las personas que tomaban suplementos de cúrcuma reducían su riesgo de desarrollar DMAE y ceguera en más de un 50 por ciento.
«Me sorprendió la magnitud de los resultados y la reducción del riesgo en los pacientes que tomaban CBNS», declaró a The Epoch Times el Dr. Ehsan Rahimy, oftalmólogo y director del estudio.
Los complementos nutricionales a base de cúrcuma (CBNS) contienen curcumina, el ingrediente activo. La curcumina procede de la raíz de la Cúrcuma longa, nombre científico de la planta de la cúrcuma. Esta especia de color amarillo brillante, muy utilizada en la cocina de la India, se valora desde hace tiempo en las prácticas tradicionales de salud.
Los resultados del estudio se publicaron en línea el jueves en JAMA Ophthalmology.
La degeneración macular afecta a casi 20 millones de estadounidenses y causa aproximadamente el 9 por ciento de los casos de ceguera en todo el mundo. Esta enfermedad daña la retina y provoca una visión central borrosa. Aunque el estudio no sugiere que la curcumina revierta el daño existente, sí resulta prometedora para prevenir la progresión de la enfermedad.
El mayor estudio de este tipo
Aunque se realizaron otros estudios a menor escala sobre la cúrcuma y la degeneración macular, éste es el mayor realizado hasta la fecha. El equipo de investigación analizó los historiales médicos de más de 1.8 millones de pacientes entre 2003 y 2024. Más de 66,000 de ellos tomaron suplementos de cúrcuma, mientras que el resto sirvió como grupo de referencia.
Según los investigadores, la escala del estudio y el uso de historiales médicos humanos en lugar de estudios de laboratorio o con animales lo diferencian de anteriores investigaciones en este campo.
La nueva investigación descubrió que los pacientes de 50 años o más a los que se les había recetado CBNS reducían su riesgo de ceguera en más de la mitad. Más concretamente, se produjo una reducción del 77 por ciento en el riesgo de DMAE seca, una forma más común y de progresión más lenta de la enfermedad, así como una reducción del 89 por ciento en la DMAE seca avanzada.
Los resultados también mostraron una reducción del 72 por ciento en la DMAE en fase húmeda, una forma más grave y de progresión rápida de la enfermedad.
Rahimy, especialista en enfermedades de la retina, dijo que se interesó por la investigación sobre este suplemento porque muchos de sus pacientes están explorando medicinas alternativas y suplementos para ayudar a atenuar la progresión de su enfermedad.
«Aunque las investigaciones sugieren que la genética, la edad y el tabaquismo desempeñan un papel en esta afección, en los últimos años están surgiendo nuevas pruebas que apoyan la afirmación que la inflamación crónica del organismo también puede contribuir a la formación y progresión de la degeneración macular», afirma Rahimy, autor de numerosos capítulos de libros y publicaciones sobre enfermedades de la retina.
«Dado que la cúrcuma y la curcumina son potentes agentes antiinflamatorios, además de poseer propiedades antioxidantes, esto la convirtió en una candidata lógica para explorar sus posibles beneficios oculares», añadió.
«Nuestro estudio, por su escala, ayuda a respaldar parte de la literatura existente sobre este tema», dijo Rahimy. «Además, esperamos que inspire investigaciones adicionales sobre los beneficios potenciales de la CBNS».
La cúrcuma tiene pocos efectos adversos
Rahimy no tiene datos que sugieran que la curcumina revierta la degeneración macular asociada a la edad, pero espera que pueda ser una herramienta valiosa para prevenir la progresión de la enfermedad.
El perfil de seguridad del suplemento es sólido, dado su origen como especia ampliamente utilizada. La cúrcuma se utiliza en la alimentación y la medicina desde hace más de 5000 años. Sin embargo, Rahimy señala algunas consideraciones importantes.
«En raras ocasiones, existe un pequeño riesgo de lesión hepática al tomar este suplemento en dosis más elevadas», afirma. «Si alguien planea tomarlo como suplemento, debería consultarlo con su médico para asegurarse de que no existan contraindicaciones para utilizarlo en dosis más altas».
Sin embargo, el uso de un suplemento que contenga curcumina plantea algunos problemas.
«Tiene una biodisponibilidad relativamente escasa en el organismo debido a su baja tasa de absorción, ya que se metaboliza y elimina rápidamente del organismo», explica Rahimy. «Ciertas fórmulas del suplemento, por ejemplo, si se combinan con pimienta negra, pueden ayudar a mejorar significativamente la absorción de la curcumina desde el intestino».
Se recomienda consultar a un médico antes de empezar a tomar suplementos. La cúrcuma también es eficaz en otras aplicaciones medicinales. «Existe un precedente de uso del CBNS en otros campos de la medicina, por ejemplo, para ayudar a la salud de las articulaciones y a la recuperación de los músculos», añade Rahimy.
El equipo de Stanford tiene previsto realizar estudios de seguimiento para confirmar los resultados.
«Estamos encantados con el entusiasmo que suscita este proyecto, y esperamos realizar estudios de seguimiento en el futuro para continuar comprobando estos resultados», afirmó Rahimy.
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