Un número cada vez mayor de compañías internacionales en China sucumben a la presión del régimen chino y entregan los datos privados de sus usuarios. Asus, una compañía multinacional de Taiwán dedicada a los insumos de computación y electrónicos, ha anunciado retirarse completamente del mercado de almacenamiento en la nube de China para evitar tener que cumplir con los invasivos requisitos legales del régimen.
China ratificó su ley de ciberseguridad en 2015. La ley busca imponer un control aún más estricto en la esfera tecnológica y de Internet del país. Entre las directivas principales está el requisito de que los proveedores de servicios de Internet y otras compañías tecnológicas guarden los datos físicamente en China y estén sujetas al control del régimen. Este cambio ha puesto a varias compañías internacionales en un dilema, ya que tienen que cumplir o retirarse del gran mercado chino.
Asus, el conglomerado tecnológico taiwanés, famoso por ser unos de los fabricantes más grandes de computadoras personales de escritorio y portátiles, como también de componentes como placas madre, anunció la semana pasada que retirará de China continental sus servicios de almacenamiento en la nube Asus Cloud, un servicio clave que es parte del sistema Asus WebStorage. La medida será efectiva comenzando el 1 de mayo de este año. También cerrará su centro de datos en Shanghai.
Asus dijo que los usuarios en China que quieran continuar usando Asus WebStorage luego del 1 de mayo tendrán que transferir sus cuentas a los servidores de la compañía en otros países. Fuera de China, Asus tiene centros de datos en Taiwán, Estados Unidos y Luxemburgo.
Wu Hen-Zhuang, CEO de Asus Cloud, dice que Asus no está dispuesta a cooperar con las estrechas regulaciones de China, y que esta es la razón principal de la decisión de retirarse. También dijo que la segunda razón es la fuerte competencia en el mercado de almacenamiento en la nube en China continental.
Asus Cloud es usada por más de 70 millones de usuarios y 120 empresas comerciales en todo el mundo, según indica el sitio oficial de la compañía. Según Wu, el mercado en China continental representa solo el 10 % de sus usuarios.
La retirada de Asus contrasta con la decisión de Apple. En enero, se informó que Apple transfería su servicio de almacenamiento iCloud para los usuarios chinos a Guizhou Cloud Big Data (GCBD) una compañía estatal en Guizhou. Apple explicó que no tenía más opción que cumplir con la nueva ley de ciberseguridad del régimen chino.
Un informe de investigación de La Gran Época reveló que GCBD está registrada como propiedad exclusiva del «Comité de la Industria de la Defensa Nacional» del gobierno popular provincial de Guizhou, un órgano que los expertos dicen que tiene lazos íntimos con el Ejército Popular de Liberación (EPL). Apple no respondió a preguntas sobre esta decisión, la cual permitirá al EPL acceder a datos privados de sus usuarios chinos.
En una entrevista previa, Ying-Yu Lin, profesor del Instituto de Estrategia y Asuntos Internacionales de la Universidad Nacional Chung Cheng de Taiwán, dice que las regulaciones coercitivas del régimen impuestas sobre las compañías extranjeras en China como iCloud de Apple pueden estar motivadas no solo por el deseo de controlar los datos de los usuarios, sino para adquirir tecnología crítica como es la computación en la nube, que podría tener aplicaciones militares.
Como compañía taiwanesa, los servicios de Asus Cloud son usados por gran número de empresas y gobiernos. Entre ellos el Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán, el Ministerio de Transporte, y el municipio de la ciudad de Taipei. Si Asus hubiera decidido acatar las regulaciones chinas podría haber habido consecuencias impensadas para la seguridad nacional de Taiwán.
Ahora que Apple iCloud cayó en las manos del régimen chino, y que Asus WebStorage se retira de China continental, los usuarios chinos tienen poca o ninguna opción disponible para guardar datos con seguridad en la nube.
Actualmente, los tres mayores servicios de almacenamiento en la nube en China son Baidu, Huawei y 360 Yunpan. Estas tres compañías chinas tienen lazos profundos con el régimen e incluso colaboran con él para mantener su Gran Cortafuegos, un mecanismo abarcador de censura y control, impuesto a los cibernautas chinos.
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