El Secretario de Defensa Mark Esper confirmó que los «ataques defensivos», incluyendo el realizado contra los cuarteles generales del grupo terrorista de las Brigadas de Hizbolá respaldado por Irán, también conocido como Kata’ib Hezbollah (Hizbollah), han sido «exitosos».
Los ataques del 29 de diciembre contra objetivos de Kata’ib Hezbollah, en Irak y Siria, fueron aprobados después de la muerte de un contratista civil de defensa estadounidense que murió en un ataque con cohetes en una base militar del norte de Iraq.
Junto a Esper, en una conferencia de prensa, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que la pérdida de vidas fue solo lo último tras muchos ataques que han estado «ocurriendo ahora durante semanas y semanas y semanas», poniendo en riesgo la vida de estadounidenses.
Esper dijo que cinco objetivos asociados con Kata’ib Hezbolá fueron atacados por el ejército estadounidense, incluidos tres objetivos en el oeste de Irak y dos en el este de Siria. Estos objetivos eran «instalaciones de comando y control o escondites de armas» para la organización terrorista musulmana chiíta respaldada por Irán, dijo Esper a reporteros el domingo por la noche.
Los ataques se llevaron a cabo dos días después del asesinato de un contratista civil estadounidense en un ataque con más de 30 cohetes por parte del grupo terrorista, en el hecho también salieron heridos cuatro miembros del servicio estadounidense y dos miembros de las Fuerzas de Seguridad Iraquí (ISF), en cercanías de la ciudad rica en petróleo, Kirkuk, dijeron las autoridades.
El portavoz principal del Pentágono, Jonathan Hoffman, dijo en un comunicado que los «ataques defensivos de precisión» fueron «en respuesta a los repetidos ataques de Kata’ib Hezbollah contra las bases iraquíes que albergan a las fuerzas de coalición de la Operación Resolución Inherente (OIR)», incluidas las fuerzas estadounidenses.
Hoffman dijo que espera que los ataques degraden la capacidad del grupo para llevar a cabo futuros ataques contra las fuerzas OIR.
Al menos 25 combatientes de Kata’ib Hezbolá murieron y al menos 55 resultaron heridos tras los tres ataques aéreos estadounidenses en Irak, según fuentes de seguridad y milicia iraquíes. Al menos cuatro comandantes locales de Kata’ib Hezbolá estaban entre los muertos, dijeron las fuentes. El cuartel general del grupo, ubicado cerca del distrito occidental de Qaim en la frontera con Siria, fue golpeado y destruido.
Pompeo dijo a los periodistas, después de una reunión informativa con el presidente Donald Trump, que el ejército de EE.UU. puede tomar «medidas adicionales» en la región para defender los intereses de EE.UU.
«No toleraremos que la República Islámica de Irán tome medidas que pongan en peligro a hombres y mujeres estadounidenses», dijo Pompeo.
Los ataques fueron lanzados por aviones de combate F-15, dijo Esper, y agregó que todos los pilotos y aviones han regresado a la base a salvo desde que ocurrieron los hechos.
Por su parte, Esper calificó la ofensiva de «exitosa», pero dijo que Trump fue informado de que podría justificarse una respuesta militar adicional.
«Discutimos con él otras opciones que están disponibles», dijo Esper. «Quisiera señalar también que tomaremos medidas adicionales, según sea necesario, para garantizar que actuemos en nuestra propia defensa y disuadimos el mal comportamiento de los grupos de milicias o de Irán».
Hoffman agregó que mientras la coalición OIR está en Irak por invitación del gobierno iraquí para ayudar a la ISF y garantizar la derrota duradera de ISIS, Estados Unidos «no se será disuadido de ejercer su derecho de legítima defensa».
Agregó que, “Irán y sus fuerzas sustitutivas de K.H. deben cesar sus ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición, y respetar la soberanía de Irak, para impedir más acciones defensivas de las fuerzas estadounidenses”.
«Estados Unidos y sus socios de coalición respetan plenamente la soberanía iraquí y apoyan un Iraq fuerte e independiente».
Aumentan las tensiones
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad por el ataque que mató al contratista civil de defensa estadounidense el 27 de diciembre, que es al menos el undécimo ataque de este tipo en los últimos dos meses que se ha dirigido a un puesto avanzado donde permanecen las tropas estadounidenses, señaló el Military Times.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses creen que las fuerzas respaldadas por Irán son responsables de la mayoría de los ataques, y uno dijo al medio de comunicación que los grupos respaldados por Irán han estado usando cohetes letales y de alcance extendido de 122 mm en sus recientes ataques.
Fundada en 2003 tras la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos, Kata’ib Hezbollah se unió a otros grupos chiítas en su lucha contra ISIS. Sin embargo, el grupo ha tenido como objetivo a las fuerzas estadounidenses y de la coalición por casi 20 años, ganando notoriedad por su uso de dispositivos como morteros y bombas de carretera, informó el Wall Street Journal.
Es parte de un grupo de 140,000 miembros que actúan en apoyo a docenas de grupos milicianos, llamados Fuerzas de Movilización Popular, o PMF, que se formó en 2014 y es el grupo armado más grande en Irak fuera del control estatal. Su subcomandante, Abu Mahdi al-Mohandis (conocido como Jamal Jaafar Ibrahimi) también dirige Kata’ib Hezbollah, y tiene una larga historia de actividades terroristas y subversivas. En 1983, dirigió ataques terroristas contra las embajadas de Estados Unidos y Francia en Kuwait, y desde entonces su grupo ha sido acusado de ejecuciones extrajudiciales en el oeste de Irak.
A diferencia de la mayoría de las milicias en Irak que reciben fondos del estado iraquí, Kataib Hezbollah recibe fondos de la Fuerza Quds del régimen iraní o la Fuerza de Jerusalén, según el Tesoro de Estados Unidos. Este grupo ha fortalecido la influencia del ayatolá Jomeini en la frontera iraquí-siria.
Estas milicias han ganado 47 escaños parlamentarios, dándoles una influencia significativa en el gobierno iraquí, informó el WSJ.
Las protestas generalizadas se han apoderado de Irak desde el 1 de octubre, con miles de personas tomando las calles en Bagdad y en el sur predominantemente chiíta. El movimiento, en gran parte sin líderes, denuncia la creciente influencia del régimen iraní en los asuntos estatales iraquíes.
Los levantamientos masivos han dejado más de 450 personas muertas, la gran mayoría de ellas manifestantes, asesinados por las fuerzas de seguridad disparando gases lacrimógenos y munición real. El Jerusalem Post informó que las fuerzas de la milicia respaldadas por Irán han sido culpadas por las muertes.
A principios de diciembre la administración Trump impuso sanciones a tres líderes de milicias respaldadas por Irán en Irak, por su presunto papel en el asesinato de manifestantes iraquíes.
Esper ha dicho que los análisis forenses y de inteligencia de los cohetes y lanzadores apuntaban a grupos de milicias respaldados por Irán.
Mimi Nguyen Ly y Reuters contribuyeron a este informe.
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