Las gimnastas olímpicas que testifican ante el Congreso en Washington criticaron el modo en que los agentes del FBI trataron las acusaciones contra Larry Nassar, un médico del equipo nacional de EE.UU. que posteriormente fue condenado por agredir sexualmente a algunas de las chicas a las que se le encargó tratar.
«El FBI no solo no informó del abuso que sufrí, sino que cuando finalmente documentaron mi denuncia 17 meses después hicieron afirmaciones totalmente falsas sobre lo que dije», dijo McKayla Maroney, una de las gimnastas, en su declaración inicial.
«Las supervivientes de Larry Nassar tienen derecho a saber por qué su bienestar fue puesto en peligro por estos individuos que decidieron no hacer su trabajo», añadió Maggie Nichols, otra gimnasta.
El inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, concluyó en julio que el FBI manejó mal las acusaciones contra Nassar.
Los altos funcionarios de la oficina no respondieron a las denuncias «con la urgencia que requerían» y no tomaron medidas para tratar de «mitigar la amenaza que representaba Nassar», según el informe de Horowitz.
Además, cuando el manejo del asunto por parte del FBI estuvo bajo escrutinio en 2017 y 2018, los funcionarios se negaron a asumir la responsabilidad, y en su lugar ofrecieron «información incompleta e inexacta para hacer parecer que habían sido diligentes en la respuesta a las acusaciones de abuso sexual».
Maroney dijo que se sorprendió cuando leyó el informe.
«Eligieron mentir sobre lo que dije y proteger a un agresor infantil en serie en lugar de protegerme no solo a mí sino a innumerables personas», dijo a los miembros del Comité Judicial del Senado.
Maroney relató que Nassar le dio un somnífero en 2015 en Tokio y que estuvo desnuda, sin poder moverse, mientras él abusó sexualmente de ella durante horas.
Le contó la historia a un agente del FBI, quien, según ella, no respondió durante un tiempo antes de preguntar: «¿Eso es todo?».
«Esas palabras en sí mismas fueron uno de los peores momentos de todo este proceso para mí. Que mi abuso sea minimizado y despreciado por las personas que se supone que deben protegerme, simplemente sentir que el abuso que sufrí no fue suficiente», dijo.
Las gimnastas expresaron su incredulidad por el hecho de que los agentes del FBI que, según el inspector general, hicieron declaraciones falsas y estropearon la investigación sobre Nassar no se hayan enfrentado a ningún castigo.
El FBI no ha cuestionado el informe del inspector general. La oficina dijo en un comunicado después de su publicación que «las acciones e inacciones de ciertos empleados del FBI descritas en el informe son inexcusables y una deshonra para esta organización», añadiendo que la oficina «ha tomado las medidas necesarias para asegurar y ha confirmado que los responsables de la mala conducta y el abuso de confianza ya no trabajan en asuntos del FBI».
Horowitz y el director del FBI, Christopher Wray, dijeron al panel que se hicieron derivaciones penales de los funcionarios del FBI a los fiscales del gobierno y que los fiscales se negaron a procesar a los funcionarios.
El senador Dick Durbin (D-Ill.), presidente del comité, calificó la decisión de «indignante» y dijo que el Departamento de Justicia se negó a explicarle el razonamiento por el que no se les procesó.
Wray dijo que se han hecho cambios en el FBI a la luz de lo sucedido, entre ellos hacer que los agentes que se ocupan de casos similares documenten las denuncias que se les comunican.
Wray se disculpó con las gimnastas que testificaron y dijo que lamentaba «especialmente que hubiera personas en el FBI que tuvieran su propia oportunidad de detener a este monstruo (…) y fracasaran», añadiendo que «estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para asegurarnos de que no vuelva a ocurrir».
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