La Corte Suprema acordó el 28 de febrero escuchar un segundo caso relacionado con el expresidente Donald Trump, con implicaciones de gran alcance para su calendario judicial de 2024.
El presidente Trump se enfrenta a cuatro imputaciones penales, la primera de las cuales irá a juicio en menos de un mes, además de varios otros casos civiles, mientras hace campaña para la volver a la presidencia, con su elegibilidad aún en cuestionamiento.
La Corte Suprema ya tiene sobre el tablero la cuestión de si el presidente Trump puede ser descalificado como candidato por los distintos estados, después de que la Corte Suprema de Colorado lo descalificara en virtud de un estatuto de la época de la Guerra Civil, por una acusación de participar en una «insurrección».
Los expertos dicen que no es ningún secreto que los fiscales quieren que el Sr. Trump sea sometido a juicio antes de las elecciones generales, ya que el expresidente prácticamente evitaría el juicio por completo si gana la reelección.
Scott Lemieux, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Washington, dijo a Business Insider que, incluso si la Corte Suprema rechaza la defensa de inmunidad, el presidente Trump «fundamentalmente sigue ganando mientras se las arregle para evitar un juicio antes de las elecciones».
Andrew Weissmann, exconsejero general del FBI, dijo a MSNBC que era «imposible que alguien como Jack Smith» no esté «pensando en cómo llevar este caso a juicio antes de las elecciones generales».
«Estoy seguro de que ahora mismo ellos están preparando una moción para que tan pronto como la Corte Suprema haya tomado su decisión básicamente le digan a la jueza Chutkan que por favor revise esto uno a uno».
Audiencia prevista para finales de abril
La última apelación que la Corte Suprema acordó escuchar tiene que ver con la defensa de inmunidad presidencial del presidente Trump en uno de los dos casos procesados por el abogado especial Jack Smith.
El presidente Trump fue imputado por cuatro cargos de conspiración y obstrucción por sus acciones del 6 de enero de 2021, y se declaró inocente.
El caso estaba originalmente programado para ir a juicio el 4 de marzo, comenzando la selección del jurado justo un día antes de las primarias del Supermartes en todo el país.
Sin embargo, fue retirado del calendario, lo que permitió a un juez de Nueva York seguir adelante con la programación de un juicio del 25 de marzo contra el presidente Trump, en un caso en el que se alega que manejó mal unos documentos.
El pasado diciembre, los abogados de la defensa llevaron el caso a la corte de apelaciones después de que la juez de distrito, Tanya Chutkan, rechazara una moción de desestimación basada en la inmunidad presidencial.
Se suspendieron los procedimientos previos al juicio mientras la corte de apelaciones emitía su decisión, lo que retrasó el caso dos meses.
El panel de tres jueces de la corte de apelaciones finalmente rechazó también la defensa, pero en una orden inusual especificó que una petición de una nueva audiencia con la corte en pleno no mantendría la suspensión.
El mandato solo sería retenido si el presidente Trump apelara ante la Corte Suprema para una revisión de su defensa dentro de los seis días, según la orden.
La Corte Suprema programó las audiencias para la semana del 22 de abril.
Incluso si decidiera rápidamente rechazar la defensa del presidente Trump y permitir que el caso continúe en la corte de distrito, las partes tendrían que retomar el punto donde estaban en diciembre. Esto les da aproximadamente tres meses de litigio previo al juicio antes de que el caso pueda llevarse a juicio.
Esto continuaría mientras el abogado especial está listo para llevar a juicio un segundo caso contra el presidente Trump, el 20 de mayo.
Los abogados defensores prevén que el caso durará al menos dos meses, lo que llevará el calendario a agosto, cuando un fiscal de Georgia solicitó una fecha de juicio en otro caso penal más contra el expresidente.
Cada juez ha estado al tanto de los calendarios de los demás casos penales, aunque la jueza Chutkan también ha señalado que no tendrá en cuenta el calendario de campaña en su programación.
Considerando la elegibilidad
La Corte Suprema aún debe emitir una orden y una opinión sobre la elegibilidad del presidente Trump como candidato.
Los abogados de Trump contaron unas 88 impugnaciones en 45 estados citando la Sección 3 de la 14ª Enmienda. El argumento que presentan estos peticionarios es que el 6 de enero de 2021 constituyó una insurrección, y que el presidente Trump participó y, por lo tanto, no es elegible para ocupar el cargo nuevamente.
El 28 de febrero, funcionarios y jueces de tres estados determinaron que el presidente Trump no era elegible, pero mantuvieron cualquier orden para eliminarlo de las boletas, a la espera de la decisión de una corte superior.
En Illinois, donde ya se han impreso boletas con el nombre del presidente Trump, una jueza dio solo un aplazamiento de dos días antes de que los funcionarios electorales anulen los votos emitidos para el presidente Trump a menos que él apele.
Las impugnaciones han planteado innumerables cuestiones jurídicas, entre ellas si la Sección 3 se aplica a los presidentes, si los estados tienen la autoridad para descalificar a candidatos nacionales y el papel del Congreso en la ejecución de una descalificación.
Si la corte superior pretende redactar una opinión que minimice el caos en las próximas elecciones, tiene varias situaciones que evitar.
Durante una audiencia del 8 de febrero, los jueces se mostraron escépticos ante la afirmación de que la Sección 3 estaba destinada a otorgar a los estados la autoridad para destituir a un candidato presidencial por su cuenta. Después de todo, la 14ª Enmienda fue ratificada para limitar los poderes estatales y al mismo tiempo ampliar la autoridad federal.
Pero un fallo que ordene a Colorado revertir su decisión de descalificar al presidente Trump, basándose en que los estados no tienen esa autoridad, no necesariamente cerraría la cuestión.
Si la Corte Suprema determina que el Congreso es la única autoridad para ejecutar la Sección 3, los expertos han predicho que puede crear otros escenarios caóticos en los que los miembros de la Cámara lo descalifiquen en cualquier etapa, desde las elecciones hasta el recuento de votos, mediante legislación o una votación.
En caso de que la Corte Suprema decida abordar la cuestión de si el 6 de enero constituyó una insurrección, sin duda proporcionaría jurisprudencia para que la fiscalía o la defensa la cite en otros casos penales y civiles del presidente Trump.
¿Inmunidad presidencial en otros casos?
Los abogados del presidente Trump también plantearon la defensa de la inmunidad presidencial en varios otros casos penales y civiles. Hasta ahora, los jueces de los tribunales civiles, penales, estatales, federales y de apelaciones han rechazado la defensa, permitiendo que los casos sigan adelante.
La Corte Suprema limitó su revisión únicamente a la cuestión de la inmunidad presidencial frente a procesos penales por actos presuntamente cometidos mientras estaba en el cargo, pero ésta es un área que la corte superior nunca había abordado anteriormente.
Dependiendo de la opinión emitida por la Corte, los abogados de Trump podrán luego litigar la inmunidad presidencial con nueva jurisprudencia en varios de sus otros casos.
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