La entrega de ayudas de emergencia para inquilinos aumentó significativamente en agosto, aunque el Departamento del Tesoro dice que se necesita hacer más para acelerar la entrega de las ayudas a los beneficiarios.
El Tesoro dijo en un comunicado del 24 de septiembre que el mes pasado se desembolsaron más de USD 2300 millones en pagos de ayuda a los alquileres a más de 420,000 hogares en todo el país, lo que supone un aumento frente a los USD 1800 millones que ya se habían entregado a 340,000 hogares en julio.
La administración Biden enfrenta una ventana cada vez más estrecha para distribuir la ayuda de alquileres, ya que los fondos no utilizados pronto estarán sujetos a reasignaciones para programas más productivos. Las reasignaciones se deben principalmente a que la Corte Suprema dictaminó en agosto detener las prohibiciones federales a los desalojos.
Del total de USD 46,500 millones que el Congreso asignó bajo dos programas de asistencia de alquiler de emergencia, alrededor de USD 7,700 millones se han gastado al 31 de agosto, lo que representa menos del 17 por ciento de la asignación total.
«Mientras que muchas jurisdicciones tienen más trabajo que hacer para satisfacer la demanda urgente de este alivio en sus comunidades, los beneficiarios vieron un crecimiento significativo en agosto, en particular entre las agencias estatales y locales que adoptaron las mejores prácticas recomendadas por el Tesoro», dijo el Tesoro en un comunicado.
La legislación de ayuda a la pandemia del año pasado estableció el programa de Asistencia de Emergencia a los Alquileres (ERA) con 25,000 millones de dólares de financiación (pdf), mientras que la Ley del Plan de Rescate Americano, de marzo, proporcionó otros 21,500 millones de dólares de ayuda a los alquileres (pdf) en lo que se conoce como ERA2.
Sin embargo, llevar esa ayuda a los hogares necesitados ha sido un proceso lento, debido principalmente por retrasos en el procesamiento de las solicitudes. Con el fin de impulsar el ritmo de los desembolsos, el Tesoro anunció el mes pasado siete nuevas políticas destinadas a agilizar el proceso de solicitud de ayudas, incluida una mayor flexibilidad en el uso de autocertificaciones por parte de los solicitantes para documentar las dificultades financieras o el riesgo que tienen de quedarse sin hogar.
El Tesoro dijo, en la actualización del viernes a la política para los desembolsos, que la administración «continúa su esfuerzo total para alentar a los beneficiarios a evitar o reducir los requisitos de documentación indebidamente gravosos con el fin de verificar los ingresos, proporcionar asistencia directamente a los inquilinos cuando los propietarios no cooperan, y proteger a los inquilinos del desalojo después de que los pagos se realizan en su nombre».
Con el fin de acelerar aún más el ritmo de distribución de los fondos del programa ERA, el Tesoro dijo que está implementando nuevas herramientas de diseño de programas para ayudar a los beneficiarios a atender a aún más hogares elegibles, al tiempo que les pidieron (el Tesoro) a las autoridades locales que implementen medidas que eviten a las personas ser desalojadas hasta que hayan tenido la oportunidad de solicitar ayuda.
Los estatutos que rigen el desembolso de los fondos del programa ERA requieren que el Tesoro comience a identificar y reasignar los fondos no utilizados a partir del 30 de septiembre.
En una carta emitida el 24 de septiembre a los beneficiarios del programa ERA (pdf), el subsecretario del Tesoro, Adewale Adeyemo, dijo que en los próximos días se darían a conocer directrices detalladas sobre la reasignación de fondos.
Los economistas de Goldman Sachs estimaron el mes pasado que entre 2,5 millones y 3,5 millones de hogares estadounidenses están atrasados en el pago de los alquileres y, cuando expire la moratoria de desalojo a principios de octubre, entre 1 millón y 2 millones de hogares enfrentarán un mayor riesgo de desalojos.
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